Somos como jarrones, cualquier paso en falso puede destrozarnos en un segundo, entonces conseguimos volver a poner todas las piezas en su sitio con un poco de habilidad.
Entonces la siguiente vez que vamos a exponer el jarrón lo metemos en una caja fuerte para evitar que se vuelva a romper...pero las palabras son aire cargado de sentimientos: amor,furia,alegría, tristeza...y estas se cuelan por las rendijas de la caja fuerte por lo que éste se vuelve a romper. A la siguiente vez no lo protegemos con una caja fuerte sino con dos, y esta última de un material más resistente que la anterior.
Así continuamente hasta que un día unas palabras de cariño, aprecio, felicidad hacen que nos confiemos y quitemos una de las cajas fuertes, si por desgracia vuelven a romperlo, tardaremos más en volver a reconstruirlo, o tal vez ya no podamos porque del desgaste de las piezas estas ya no encajan.
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Sensaciones
SpiritualPequeños relatos que he inventado según vivo y experimento en esta vida