Una insistente llamada seguía entrando a mi celular, y la verdad es que no tenía muchas ganas de contestar. Sonó otra vez y a la tercera me di cuenta de que tal vez era algo importante.
— ¿Hola? — Dije con mi mejor tono de persona despierta.
—BROOKLYN JONES ES LA TERCERA VEZ QUE LLAMO. ¿PORQUE PUTAS NO CONTESTAS EL TELÉFONO?— Grito Caroline con tanta fuerza que casi revienta mis tímpanos a través del teléfono.
—Lo siento, estaba dormida. Pero ya contesté. ¿Qué pasa? — Dije dejando mi actuación de despierta para otro momento. —Espero que sea importante. Si me despertaste temprano un viernes de verano para algo estúpido prometo matarte.
—Créeme que es importante. Chicos sin camisa, peleando, y luego una fiesta. Tú y yo. Eso es muy importante. Repito, muy muy importante. — Dijo cambiando su tono a uno de completa emoción. —Y por cierto ya son las 10:30am, técnicamente no es tan temprano.
Iba a matarla, definitivamente.
—Caroline, no estoy muy interesada en ir, así que gracias pero no. —Dije. Realmente no estaba interesada en ir, no me gustaban las peleas, era cien por ciento una persona anti violencia. Algo que era irónico en este momento. —Mañana podemos ir al cine si quieres.—
—Brooklyn Jones, tu iras a esa pelea conmigo y luego iremos a la fiesta. Quieras o no. — Dijo con un tono tan serio que era extraño en ella. —Paso por ti a las ocho. — Y después de eso colgó.
Esto era tan típico de ella, ella era el ejemplo perfecto de chica fiestera norteamericana. Rubia, delgada, linda, carismática y fiestera. No era perra eso sí o tal vez un poco pensé riendo.
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Tres toques en la puerta de mi casa sonaron a las 7:30 pm
— ¿Qué haces aquí, no que pasabas a las ocho? — Dije extrañada al abrir la puerta y ver a Care perfectamente vestida y maquillada en mi puerta.
—Dime la verdad. ¿Planeabas estar lista a las ocho y venir conmigo? — Dijo alzando una ceja.
—La verdad, no pienso ir. — Dije sentándome en el sillón.
—Lo sabía, por eso vine antes para ayudarte a alistarte. —Dijo entrando a mi habitación.
—Care... No hagas esto. — Dije yendo detrás de ella.
—Yo hago lo que quiero. Y tengo derecho a hacerlo soy tu mejor amiga. — Dijo buscando en mi armario. Sabía que no podía discutir con ella. Era una de las personas más tercas que conocía y no iba a lograr convencerla de que me dejara en mi "Netflix and chill."
—Mira esta blusa. Nunca te la pones y es hermosa. — Dijo sacando una blusa a colores pastel de tirantes.
—Sí, bueno es que es muy llamativa. —Dije viéndola.
—Eso es lo que buscamos. Que sea llamativa. Cuando te ves linda llamas la atención. — Dijo alzando un hombro con sutileza.
Así era Caroline, llamativa. Siempre llamaba la atención aunque ella no quisiera. Y obviamente hoy se veía igual que siempre, con unos pantalones blancos una blusa corta de flores y unos tacones negros brillantes tan altos que casi tocaba el techo. Y como siempre, se veía espectacular. Definitivamente tenía una mejor amiga muy linda.
—No estoy muy segura de eso. — Dije respondiendo a lo que acababa de decir.
—Claro que sí. Vas a ver que te ves preciosa. Ahora mueve tu culo y te la pones con...— Dijo buscando un pantalón dentro de mi closet.
—Mi pantalón negro ajustado estará bien. — Dije tomándolo.
—Está bien. Pero te vas a poner los tacones azules color marino que usaste en la boda de tus tíos. — Dijo tomándolos del suelo.
—Claro que no. Use esos tacones una vez y fue suficiente. Iré con tennis. — Dije negando rotundamente con la cabeza.
—Claro que no iras con tennis. — Dijo haciéndose la ofendida con una mano en su pecho. Era tan dramática. —Los botines beige tienen muy poquito tacón y te van perfecto. Te pones esos y no hay discusión. — Dijo dando por terminada la conversación.
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Era una noche de verano muy hermosa a decir verdad. El calor con el viento mezclado dejaban el clima perfecto. Caroline cantaba al ritmo de la canción que sonaba en la radio y no paraba de decirme lo emocionada que estaba por la pelea y la fiesta.
—Brooke. ¿Que te paso en la mejilla? La tienes roja y un poco hinchada. — Dijo después de un rato de silencio. Mierda. Sabía que si le contaba iba a hacer un gran alboroto. Y probablemente iba a averiguar donde vivían Stephen y mi madre e iba a ir a arrancarle las bolas. Sí, eso era muy "Caroline." Le contaría, como siempre lo hago con todo lo que pasa, pero en otro momento
—Nada. Algo me dio alergia.— Dije. Si insistía sabía que le iba a terminar contando así que era mejor que no lo hiciera.
—¿Segura? — Dijo alzando una ceja.
— Sí Care, tranquila ¿Y sabes quienes son los que pelean? — Dije cambiando de tema.
—Sé que uno, que por cierto es al que voy a apoyar, porque Dios mío, tienes que verlo. Es muy sexy. — Dijo ventilandose con una mano. Causando mucha risa en mí.
—Bueno le dicen "El Ruso", está en nuestra universidad pero pasa entrenando todo el día y nunca sale del gimnasio. Su nombre es Andrei Kozlov, supuestamente su familia huyó de Rusia porque su padre era parte de la mafia, pero uno nunca sabe, pueden ser solo chismes. — Dijo encogiéndose de hombros.
—Es obvio que son sólo chismes Care. — Dije riéndome un poco. Realmente la gente podía inventar muchas cosas. — ¿Y contra quien pelea?
—Le dicen "El Jaguar", pero no sé cómo se llama solo sé que no es de aquí, si no de otra ciudad. Por cierto Brooke, hay algo que deberías saber de hoy... — Dijo haciendo una pausa y volviéndome a ver de reojo.
—Dime.
—La pelea de hoy no es muy... Legal. Así que si oyes alguna sirena o que alguien grita policía tú... Corre conmigo. — Dijo tranquilamente.
— ¿QUE? — Grité sin importarme que pueda dejarla sorda. ESTABA LOCA. Como se le ocurría arrastrarme a una puta pelea ilegal. Donde sí mi atrapaban básicamente, PODÍAN METERME EN LA CÁRCEL.
—ESTAS LOCA CAROLINE BROWN. — Volví a gritar tomando mi cara entre mis manos.
—Ya cálmate que no es para tanto. Nunca llega nadie y todo sale bien, créeme no es la primera vez que hacen una pelea de este tipo. — Dijo colocando una mano sobre mi mano. —Además, ya llegamos.

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Drunk.
Ficção AdolescenteUsualmente es igual siempre, la universidad en las mañanas, tareas por las tardes y trabajo por las noches. Pero un hecho singular en un evento usual, puede dar un giro completo a la rutina. Cuando Brooklyn Jones trata de ayudar a su tío un día, su...