Capítulo 10. La soledad del cuarto

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"-Podrías tener problemas si te beso aca y ahora?-" pregunté pícara.
"-Si, tiene que ser después, en el cuarto del hotel-"

Mi corazón dio un salto, otra vez las mariposas.

No podía creer que había dicho eso, ni mi pregunta, ni su respuesta!
Después de eso baile con mis amigas, con mucha euforia, agoté las fuerzas de mi garganta, cantando a grito pelado.

Eran aproximadamente las 3:00 am. Cuando vi que se retiraban juntos del lugar Lina y Matt. *Woow* pensé casi alegre por ellos, todo parecía mejorar.

Acompañe a Agustina al baño, y cuando vuelvo veo a un grupo de chicas del colegio "Sagrado corazón" riendo como hienas. Observo con detalle, y veo a Facundo en total ebriedad, besando a una chica de esa escuela, Zaira.

Éstas filmaban con sus celulares la escena, aprovechándose de lo ebrio que estaba. No tolero las faltas de respeto de ningún tipo, ni mucho menos esto.

"-Que te pasa? Que es lo que haces?!-" le grite muy fuerte en la cara a Camila, quien filmaba la escena.
Ella simplemente me miró rebajándome y siguió filmando.
"-Acaso sos estúpida? No ves que esta ebrio?!-" le grite mucho más fuerte.
"-Lo que le pase, no es mi problema-" me dijo, con su cara de yo no fui.

Y comenzó. Derrepente me vi empujándola muy fuerte, casi estampándola contra una columna, detrás de ella. En ese instante vi a Belén y Agustina, alejando a Facundo de Zaira, llevándolo con Aleix D. Y el resto de los chicos.

Seguía en el forcejeo con Camila, y cuando la empujé lo más fuerte que pude, logré sacarle su celular de la mano. Con desespero, intente borrar el vídeo, pero, tarde. Se me lanzó encima y de un manotazo en la muñeca, me miró a los ojos y dijo,
"-Fue lo peor que pudiste haber hecho, zorra barata-"

Continuamos en la lucha de empujones y se metieron Deys y Santino a separarnos. Mis amigas me rodearon y me calmaron, tenían razón, pero no podía permitir que se aprovecharan de mi amigo en ese estado.

Belén, Cata y Rocío se marcharon al hotel, junto a Aleix, llevándose a Facundo para que descansara.
Me quede bailando el resto de la noche con Agustina y Antonio, un compañero nuestro muy carismático, que además baila muy bien.

A las 5:00, cuando el baile ya cerraba, los pocos que quedábamos nos marchamos al hotel, con Santino y Luciano, los coordinadores que todavía quedaban con nosotros.

Durante el viaje en el micro estuve pensando en Luciano todo el tiempo, lo que me había dicho, explotaba de emoción.

Al llegar al hotel, solicité la tarjeta de acceso al cuarto, y el conserje muy amablemente me informó que mis compañeras de cuarto ya la habían solicitado,*Joder*.

Asentí con la cabeza mostrándome amable y subí por las escaleras, derecho al piso seis, por mi desayuno, ahí se encontraban en una punta Nicolás y Samanta, muy cerca sentados, y más cerca de la puerta Lina y Matt con miradas cómplices, me serví un vaso de jugo de frutas y le di algunas mordidas a una media luna, en cuanto me sentí satisfecha, noté que estaba sola en el restaurant, tome el ascensor, que torpemente me llevó a na recepción.

"-Maldito ascensor-" resople y opte por la escalera.

Subí con toda mi paciencia, ya que estaba muy cansada, en el piso dos, me encontré con Lina y Matt sentados en la escalera, y ella, casi sobre el. Estaban muy acaramelados, por lo tanto, no notaron mi presencia.

Un piso más arriba, escuche que se encontraban Samanta y Nicolás en la habitación 303, solos. Sería verdad? Al pasar por ahí, me encontré con Lautaro, quien compartía ese cuarto con Facundo, Aleix y Nicolás.

"-Entonces, se van a quedar acá solos?-" preguntó Lautaro refiriéndose a su cuarto.
"-Si, gracias por el favor, te la debo-" dijo Nicolás entre sonrisas, al pasar pude observar a Samanta sentada en la cama de Nicolás, quitándose sus zapatos.

*Pícara* pensé, emitiendo una pequeña sonrisa, y me dirigí a mi cuarto.

Ahí se encontraban Malena y Alexia despiertas, y en su cama, Marisa, que se entonctraba dormida.

"-Que pasó con Luciano? Los vi hablando muy cerca-" preguntó Alexia. Y me limité a contarle sobre mi atrevimiento con el.
Alexia estando ebria, tomó el teléfono y marcó el número de la habitación de Luciano, exigiéndole que fuera a verme al cuarto. *No, por favor* pensaba, estaba muy nerviosa.

Unos segundos más tarde, se escuchó que alguien tocaba la puerta. *Luciano* pensé. Mierda. Mierda!! Estaba demasiado nerviosa para lidiar con una situación así.

Alexia abrió la puerta, invitándolo a pasar, ella simplemente se marchó con Malena, dejándome sola con él, y Marisa, que dormía.

Ni lerdo ni perezoso, avanzó en la soledad del cuarto, y se recostó en mi cama, yo por mi parte, me senté junto a él.

"-Me enteré que estabas preguntando por mi-" me dijo sin darme un segundo para respirar.
"-Si, realmente es así. No pude dejar de mirarte desde que te vi-" confesé. Mis piernas temblaban como nunca.
"-Realmente, yo también te estuve ojeando. Sos linda, muy linda. Por eso te saqué el silbato, fue una estrategia para acercarme a vos-" dijo sin que se le mueva un pelo. No podía creer lo que estaba escuchando.
"-En cuanto a mi silbato, no quiero que nadie más que vos lo use!-" pude notar que en el silencio del cuarto, estaba gritando, me había enojado.

El simplemente me miró, y sonrió. Llevo sus manos hacia su cuello, acomodándose y bostezo.

"-Estas muy cansado?-" le pregunté.
"-Si, lo estoy. No dejes que me duerma-" dijo lanzándome una sonrisa y guiñando su ojo. Así sin más, me arrimé a el lo más rápido que mi cuerpo pudo y lo bese.

Al fin pude sentirlo cerca, no podía creer lo que pasaba. Sus labios eran tiernos, su forma de besar suave y lenta, le di la entrada a mi boca y el avanzó. Sentía el escalofrío que causaban sus manos al hacer contacto con mi piel, sus caricias eran suaves y lentas.

Es oficial, estoy loca por el. Estuvimos largo rato besándonos, y cuando las mariposas de mi estómago amenazaban con matarme, su celular comenzó a sonar, el simplemente lo ignoro y continuó besándome, pero el sonido era insistente, por lo que me soltó y vio la pantalla.

"-Es Carlos, el coordinador general, me esta buscando por todos lados y parece enojado, tengo que irme-" rápidamente se levantó y caminó hacia la puerta del cuarto.

Caminé detrás de él, y al llegar a la puerta, se dio vuelta, me tomó de la cara y me besó una vez más.

"-Te prometo que mañana vuelvo-" dijo, y se fue, cerrando lentamente la puerta y dejándome sola.

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