Capítulo 23. Treking de montaña

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Mis ojos lentamente se fueron cerrando, mientras Luciano acariciaba mi espalda y tocaba mi pelo, la había pasado mucho más que bien, nuestra despedida había sido tal y como quería, pero el viaje todavía no llegaba a su fin.

Eran ya las 8:00 a.m cuando por fin me dormí, tengo un recuerdo muy vago de Malena entrando al cuarto, y Luciano volviendo a la cama conmigo luego de abrirle la puerta para dejarla pasar.

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"-Arriba chicas! Despiertense!-" Gritaba Santino lo más fuerte que podía, como todas las mañanas.
"-Vamos chicas, no me hagan recurrir a la fuerza...-" repitió.
"-Sii Santino, enseguida vamos...-" dije yo, tratando de abrir los ojos.

Mire a mi al rededor, y en la cama, estaba sola. No sabía en que momento Luciano se abría ido, ni Deys.

Seguramente muy temprano, ya que si la mucama los veía durmiendo con nosotros, iban a tener muchísimos problemas con Carlos y Mauricio.

Me puse de pie mientras Santino hablaba con mis compañeras de cuarto, y fui directo al baño.

Lavé mi cara, mis dientes y me peine. Al mirarme al espejo no pude evitar sonreír, Él me había hecho pasar la mejor noche.

"-Ayelen, tenemos que subir a almorzar-" me dijo Santino, al notar que había estado sonriendo sola como una idiota, largo rato.
"-Enseguida voy!-" le respondí, y así fue. Rápidamente me quité mi ropa de dormir, y la reemplace por unas calzas, mis Airwalk negras, y un buzo, ya que hacía frío.

Ya estaba sola en el cuarto así que quite la tarjeta magnética de acceso, y tome el ascensor hasta el último piso, el restaurant.

Al entrar visualice mi mesa *los mismos de siempre* pensé, las chicas y Nacho, él se había hecho muy apegado a nosotras, y nos hacía reír mucho.

Pedí mi comida, un gran plato de pizza, y me senté junto a ellos. El almuerzo fue rápido y divertido, luego de un helado, ya estábamos satisfechos.

Deys estaba recorriendo el restaurant, para revisar si alguien necesitaba algo, y fue un momento muy vergonzoso. Ella había dormido con mi compañero, Lautaro, y yo con su compañero en la coordinación, Luciano.

Simplemente nos miramos, nos hechamos a reir y me dio un gran abrazo. Éramos cómplices en esto.

El mozo del restaurant, que se había hecho amigo de todas nosotras era muy divertido, y ya teníamos cierta confianza, no fue la excepción para sospechar de mi alegría.

"-Ey Aye, que te pasó que estas feliz?-" preguntó con segundas intenciones.
"-Mm nada, dormí muy bien-" dije, poniéndome colorada.
"-Pasaste una muy buena noche no?-" preguntó, adivinando lo sucedido.
"-La mejor de la vida!-" pude agregar, y se fue.

En medio de todo esto, Dante quién se estaba retirando del restaurant, nos informó lo que sucedería.

"-Chicos, hoy tenemos una interesante excursión, tenemos Treking de montaña, en el parque Nahuelito. Esta lloviendo, así que lleven abrigo, ustedes decidan si traje de nieve o traje de barro, debido a la temperatura-" agregó y se fue.

Las chicas y Nacho se levantaron de la mesa, y decidieron ir cada quien a su cuarto. Yo por otro lado, tenía unas llamadas que hacer, así que al salir bajé a la recepción para estar tranquila.

En primer lugar llame a mi casa, y hablé con mi papá muy brevemente, ya que el no es la clase de persona que da largos discursos.

A colgar la llamada, marque el número de Nelson y me quede mirando unos segundos la pantalla.

Destino BarilocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora