13. "Porque te quiero"

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Me siguió hasta el piso de arriba y le dije que esperase fuera mientras yo entraba a la habitación de mis padres. Abrí uno de los cajones y había ropa normal, así que rebusqué en otros hasta que encontré algo que fuese cómodo: un pijama.

Se lo di y le dije que se metiera en mi habitación a cambiarse mientras yo me acomodaba en el sofá. Lo abrí para que hubiese más sitio y me tumbé, dejando las palomitas en mi abdomen.

Álex apareció minutos después y se quedó de pie en el marco de la puerta.

- ¿Y dónde pretendes que me siente yo?- preguntó poniendo los brazos en jarras.

- Aquí- di golpecitos a mi lado y enarcó una ceja. Sonreí y con un suspiro se tumbo a mi lado.

- ¡Trae las palomitas!- me las quitó de un tirón y las puso en su tripa. Me miró con los ojos entrecerrados y me empecé a reír.

- Sabes que no te puedes enfadar conmigo. Y además, hay bastante sitio para los dos, así estamos cómodos y tumbados los dos.

- Venga, que sí. Dale al play.

Y fue lo que hice.

(...)

Me gustó más la primera, la verdad, aunque insurgente también estuvo muy bien.

- ¿Qué te han parecido?- pregunté.

- Bien, pero hay una cosa que me saca de quicio. - La miré para que siguiera hablando- Todas las protagonistas de las películas y libros para adolescentes son vírgenes. ¿Por qué? No lo entiendo. No hay ninguna que no lo sea.

- Ya... Bueno. Pero esque sino la historia de amor no sería tan bonita, ¿no?

- ¿Qué pasa? ¿Que si la chica no es virgen ya no hay historia de amor? ¿Que si ella no fuese virgen los tíos no la querrían?

- No, ¿pero las tías no esperáis al chico adecuado? Que yo sepa tardáis más en follar, y no entiendo porqué.

- Sí, es verdad. ¿Te acostarías conmigo?- Me lo preguntó tan directamente que me atraganté con mi propia saliva.

- Pues... A ver, somos amigos, así que...

- Sinceramente. Contesta sinceramente.

- Pues... sí.

Me miró fijamente sin hacer ni un solo movimiento y me puso nervioso. No sabía cómo iba a reaccionar. Las chicas eran muy raras y sus sentimientos/emociones no son claras para nosotros.

- ¿Te da igual si soy virgen o no?- preguntó.

- ¿Lo eres?

- No te lo pienso decir. Pero me da igual, no todas las chicas llegan vírgenes a los veinte años, hay algunas que no llegan ni hasta los diecisiete... Deberían poner cosas así, no a unas tacharlas de putas y a otras como si fuesen monjas de clausura. Esque no me parece nada bien.

Me estaba dando su opinión sobre ese tema y hablaba muy enserio. De vez en cuando subía el tono de voz y daba la sensación de que estaba realmente enfadada con los escritores y los guionistas de las películas.

A mi eso me daba igual. A ver, tenía razón y eso, pero de verdad que me la sudaba.

- ¿Y sabes quienes empiezan a tocarse antes?

- Nosotros.

- Meeentiira. Somos nosotras. Cuando somos pequeñas y nos quitan el pañal, lo primero que hacemos es eso, pero luego dejamos de hacerlo porque la puta sociedad de mierda que es gilipollas, piensa que si una niña hace eso en público es que la están educando mal en casa. Pero si un niño se baja los pantalones y empieza a jugar con su cosa- señaló mi pantalón- es lo más divertido del mundo. Y eso me frustra de verdad.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2015 ⏰

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