5.

56 0 10
                                    

No puedo más.

Después de lo de María, N lleva una semana sin hablarme. No entiendo por qué, si nunca hemos tenido ningún tipo de relación amorosa, pero parece molesta, celosa incluso. Estoy hecho un lío, ya no sé qué pensar.

Me encantaría poder contarte más cosas, pero de verdad, no ha pasado nada. Ella no se da cuenta del daño que me hace ignorándome, a pesar de que muchas veces finja ser frío e indiferente.

Por primera vez desde que mi aventura comenzó, estoy planteando seriamente abandonar. Estando con María me aseguraría un futuro tranquilo, lleno de cariño, sencillo... Sí, ese es el problema. Sencillo. Desde pequeño me ha encantado hacer todo de la manera más difícil posible, probarme a mí mismo, ver hasta dónde era capaz de llegar. Y sé qué, a pesar de que con María alcanzaría algo muy cercano a la felicidad, en el fondo siempre me quedaría esa espinita clavada que se instala en tu corazón cuando sabes que te rendiste y escogiste la opción fácil, en vez de seguir luchando.

No, hay cosas que no se pueden cambiar. A María la aprecio realmente, pero lo de N... Lo de N no se puede describir con palabras. Me atrae, me fascina, y a veces me lastima. Y sí, la amo. Ahora estoy seguro de eso. No importa cuánto tenga que pasar, lo que tenga que sufrir por ella. La vera del camino está llena de débiles que se rindieron antes de alcanzar la meta. Y yo no seré uno de ellos. Nunca.

Bueno, siento que tenía que hablar contigo para que no pensaras que estaba ignorándote. No sabes cuanto me alegro de poder contar contigo en estos momentos tan difíciles para mí. Me encantaría pagártelo trayéndote una buena histora, una anécdota divertida y enternecedora. Pero no puedo hacer nada más. Ahora la pelota está en tu tejado. Serás el primero en saber si hay nuevas noticias, y yo estaré encantado de contártelas, porque significará que este bache por fin habrá llegado a su fin

Hasta entonces, deséame suerte.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora