Idiota.

Capitulo Ventiseis.

En todo el camino a su casa Carter me miro como diciendo “Pillina”

—Deja de mirarme así o te ira mal. —Le digo.

—No estas en condiciones de amenazar amiga.—Al fin me deja de ver pero lleva una sonrisa medio malvada.—¿Que serias capas de hacer o darme, con tal de no decirle a Federico Denovan de tu nuevo amiguito británico?

—Carter Lorena Smith ¿Me estas chantajeando?—La miro sorprendida.

—Si. Para eso están las amigas, y la oferta se acaba en cuanto llegues a mi casa.—Doblamos la esquina y ya esta ahí el auto de Fede y un muy ansioso Josh.

—¿Que quieres?—Le digo resignada. Lo menos que quiero es tener problemas con Fede.

—Sencillo, que me digas cuando te acostaste con Federico.

—El día que escape con el del aeropuerto ¿Contenta?—Carter se estaciono detrás del auto de fede.

—No, quiero lujo de detalles.—Gracias a dios llego Josh a nosotras.

—Podemos hablar antes de entrar.—Le dice Josh, se ve nervioso.

—Si vamos.—Se dirigen a la parte trasera de la casa de Carter.—Ni creas que esta platica se queda así Elsa Delgado.

—¿De que habla Carter?—Dijo Fede acercándose a mi para saludarme.

—De nada importante.—Después de un rato vimos como ambos entraron a la casa.

—Bien ya no podemos hacer mas por ellos.—En eso tiene algo de razón. Creo que ya Josh se puede hacer cargo solo.

Subimos al auto y nos pusimos en marcha a la casa.

—Josh estaba muy alterado en la mañana.—Rompió el incomodo silencio.—Casi me asesina con un cuchillo.

—Casi embarazas a su hermanita.

—Que será el día que en verdad suceda.

—Sera tu funeral mi querido Federico.

—No si te secuestro y te llevo lejos de aquí.—Llegamos a casa y nos tumbamos a ver televisión todo el día. No ahí rastro de Carter ni Josh así que pedimos pizza solo para nosotros.

Lunes en la mañana.

De nuevo Carter esta en el baño regresando lo que desayuno. Ya le dije que hoy se saltara la escuela y reposara pero esta niña primero se acaba el mundo antes de faltar.

—Lista vámonos.—Tomamos nuestras mochilas y bajamos. Hoy nos llevara a la escuela mi padre Diego ya que Josh y Fede tenían examen a la primera hora y no podían llegar tarde como les es costumbre.

—Viejo ya tienes canas.—Le digo al ver como en su cabellera castaña le resaltan uno que otro detalle plata.

—Muchas gracias Elsa, primero Josh me da el infarto y ahora tu me das el tiro de gracia.—Me rio de el. No creí que tomara la noticia tan apecho. Lloro toda la tarde al igual que mama. Creo que no les gusto mucho la idea de que fueran abuelos.

Papa se detuvo frente a la escuela y bajamos, todo es normal como un maldito lunes aburrido.

—¡Elsa!—Grito Destiny.—¡Elsa tienes que ver esto!—Me tomo de la mano y llevo dentro de la escuela corriendo. Me sorprendí ver los pasillos vacíos. Llegamos al gimnasio donde ahí una enorme multitud morando la pared.

—¡Diablos!—Dije en cuanto vi la pared. Recorrí cada línea, cada trazo de aquella mariposa en vuelo pintada en toda la pared y al final de la pintura “ELSA DELGADO”—Yo si lo mato.—Con la mirada a la sabandija de James pero no lo vi.

—¡Delgado!—Esa fue la voz del director.—Esta en serios problemas señorita Delgado.

—Yo no eh sido.—Me defiendo pero no sirvió de nada. Me tomo del brazo sin importarle en lo mas mínimo lastimarme.

Me arrastro hasta dirección donde me dejo en caer en la silla frente a su escritorio.

—Ya eh llamado a sus padres Elsa y créame de esta no se salva.—Me advierte.

—Ya le eh dicho que yo no eh sido, James el británico de intercambio me ah robado mi dibujo.

—¿Entonces acepta que usted lo dibujo?

—Si, en mi cuaderno y el lo paso al muro no yo.—La rabia me recorre el cuerpo. Por culpa de ese idiota me eh ganado una regaliza que jamás me busque.

—Pues el lienzo lleva su nombre y usted es la responsable por el momento.

—Director los señores Delgado están aquí.—Dijo Susana la secretaria.

—Que pases.—Desde donde estoy sentada pude apreciar el perfume de mama. La vi entrar junto con mis dos papas.—Señores por favor tomen asiento.—Yo me levante y me refugie en los brazos de Diego, no se como sea Eithan molesto así que no me arriesgo papa se que el si me escuchara.

Les comento lo que supuestamente hice y los llevo a ver el crimen.

Al llegar al gimnasio están los conserjes con mangueras queriendo borrar la pintura pero un puñado de alumnos no se los permite y ¿Quien creen que esta a la cabeza? James Rata Muerta.

—No dejaremos que lo borren, esto no es vandalismo es arte.—Grita Carter por el megáfono.

—¡Salven la pintura! ¡Salven la pintura!—Gritan todos y mas al ver al director.

—¿Hija enserio tu pintaste eso?—Me pregunta Diego.

—Si, en un cuaderno, pero mi pintura fue robada por el gusano de camisa color vino.—Señale a James quien me mira sonriente. Papa lo mira y de inmediato se le borra la sonrisa.

—Todos a sus clases, ahora.—Les grita el director pero nadie obedece.

—No nos iremos hasta que no acepte dejar la pintura.—Le grita James.—Elsa.—Me giro a verlo.—No puedes dejar que tu arte se la lleve el agua.

—No es mi arte James, yo no lo dibuje.—De sus mochila saca una hoja blanca con mi dibujo original.

—¿Dime que tu no has dibujado esto?—Se acerca a mi y me lo muestra.—No dejes que es algo tan hermoso se valla.

—No puedo hacer nada James.—Le digo, el solo niega y regresa a la multitud.

—¡Salven la pintura!—Grita de nuevo y todos lo siguen. El director molesto tomo la manguera y la disparo contra la pintura quitándola por completo. Sentí un golpe en el estomago terrible. Ver como la mariposa se borraba del muro me dolió mas de lo que esperaba.

—Listo, ya no ahí mas problema y Elsa, estas suspendida por tres días.—Miro con odio al maldito barrigón, ni con esto le quedo claro que no fue mi culpa. Mis papas trataron de hablar con el pero no loa escucho.

—Lo siento Elsa, hicimos lo que se pudo.—Me dijo Carter.

—Tranquila, al menos mis padres si me creyeron.—Al salir de la escuela todos están ahí, maestros, alumnos, conserjes y hasta las señoras de la cafetería están ahí. Siento que les dí la espalda a todos.

Al verme todos salir me dejaron caer las miradas de desconcierto. Ni ellos pueden creer que no defendiera mi pintura. Ni yo misma lo puedo creer.

—Elsa, que nadie te ponga barreras.—Me dijo mi padre Diego.—Solo piensa en grande.—No entendí mucho lo que papa quiso decir pero decepcionada de mi misma entre al auto.

Día siguiente.

—¡Elsa! ¡Elsa!—Me grita Camila.—Enciende el televisor.—Cami entra a mi habitación y toma el control para encender la caja mágica según Josh.

—¿Que pasa?—Le digo en lo que ella busca el canal.

—Pon atención.

Esta mañana nos encontramos en la Preparatoria Noth American donde se esta llevando el movimiento estudiantil mas grande de la historia. La alumna Elsa Teresa Delgado cuya autora de una excelente pintura que los alumnos han bautizado como Libertad Estudiantil.
La pintura de una mariposa en vuelo que apareció misteriosamente en el muro del gimnasio y que el director borro ah causado un caos en todas las preparatorias de San Francisco. En este momento todas están reunidas afuera de este instituto exigiendo el regreso de la pintura y que se levante el castigo a la autora.

Me quede en Shock total. Tome mi celular y tengo 30 llamadas de Carter, 55 de Dalton y 12 de Julián.

—¿Me puedes llevar a la escuela?—Le pregunte a Camila.

—No ahí ningún auto Elsa, tu mama salió muy temprano.—Me responde. Pero no me pienso quedar como si nada. Me puse los converse y salí corriendo. Hoy mas que nunca pienso defender esto.

Después de correr unas cuadras llegue a la escuela donde todos me aplaudieron y gritaban mi nombre.

—Hasta que llegas, ahí reporteros que quieren hablar contigo.—Me dijo Carter arrastrándome hasta la pila de cámaras que ahí.—Ella es Elsa Delgado.—De inmediato todos me enfocaron y me llenaron de preguntas hasta que los profesores me sacaron de ahí y me llevaron hasta la oficina del director.

—¿Esta feliz Señorita?—Me dice el panzón mirando por la ventana.

—Yo no hice nada, y si llegamos a esto es por no dejar que el arte se exprese solo eso.

—¿Y que propone para acabar con esto?

—Darles lo que quieren.—La mirada del director volvió a la calle a ver a todos esos adolecentes.

—De vez en cuando es mejor darle voz a los alumnos, y ver sus propuestas, pueden llegar a sorprenderlo.