Un sueño no correspondido. © Kim Taehyung

002: Lilas.

Desperté en un jardín de lilas. Miré a mi costado y volaba la misma mariposa que había visto anteriormente. La seguí, ella se posó en una de las flores. De otra flor salió una mariposa y voló hacía el cielo, sobre mi. De todas las flores empezaron a volar mariposas.

Mire aturdida. Un dolor de cabeza me invadió. El ruido del aletear de las mariposas me empezó a molestar causando eco en mis oídos.
Me hacía doler los tímpanos. Era insoportable.
Me senté en el suelo y con mis brazos abrace mis rodillas buscando seguridad.

—Ryu Soo Jeong....— dijo la voz de un hombre —SuJeong— y abrí los ojos asustada. Giré mi rostro, veía un poco nublado.

Se aclaró un poco mi vista y pude ver un hombre a un costado de la camilla.

—¿Y usted quién es?— le pregunté pero ignoró mi pregunta.

—¿Estás bien?— preguntó. Miré todo a mi alrededor y estaba en un hospital. Tenía una bata blanca y estaba en una camilla acostada.
A un metro de distancia, a mi lado, había una chica durmiendo en una camilla. Estaba vestida como yo. A un costado de mi camilla se encontraba mi mamá durmiendo. Me senté.

—Mamá, mamá, ma...— le hablé sacudiéndola para que se despierte.

—Ella acaba de dormirse— dijo el hombre —¿Estás adolorida? ¿Quieres que llame a una enfermera?— preguntó.

—No, estoy bien— le respondí.

Levanté la vista y vi en la pared a mi costado un cartel que decía:

"{Ryu Soo Jeong - Estado de coma.}"

—Ryu Soo Jeong... Esa voz.... ¿Esa voz era de usted?— pregunté dudosa, él asintió con la cabeza.

—Parecía que estabas teniendo un mal sueño así que te llamé para que despertarás— asentí con la cabeza.

Él se fue a sentar al lado de la chica de mi costado y le agarró la mano.

Me levanté y me acerqué a la ventana e intenté abrirla, pero estaba trabada y con mi fuerza no podía abrirla.

—Deja que la abra— dijo él al lado mio, yo me moví dándole espacio y así como dijo la abrió.

—Gracias—

Salí al balcón y apenas puse un pie fuera de la habitación aspire buscando tranquilidad.

—Pero.... ¿Hace cuánto tiempo estoy en el hospital?— pregunté.

—¿Dos días?— dijo dudoso, asentí con la cabeza.

—¿Y usted?—

—Las lilas florecen—

—¿Lilas?— dije confundida.

—En la mañana se puede sentir el aroma de las lilas en el aire— inhalé el perfume que había en el aire, a pesar de que era de noche —. Los arbustos estaban verdes y sin ninguna flor cuando vine, pero la primavera esta, de alguna manera, a la vuelta de la esquina— lo miré y en su rostro veía nostalgia.

Me miró y volvió su mirada hacia afuera, donde se veía un jardín de lilas.

Miré el cielo.

Por delante de nosotros paso una mariposa, bajó hacia las lilas y se posó en una flor.