006: Apuesta.

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Estábamos en frente de la universidad a la cual asistiría.

—¿Era esto?— preguntó sonriendo.

—¿Qué quieres decir con que era esto? No tienes idea de lo que he querido venir aquí— dije sonriendo al igual que él.

—En unos años, estarás harta de tener que venir aquí todo el tiempo.

—Vamos, vamos adentro— dije sonriendo.

Salí corriendo hacia las escaleras de aquella universidad, hacia las enormes puertas. Taehyung me siguió con una sonrisa en su rostro.

(...)

Estábamos en uno de los salones.

—¿Qué estudiaste? ¿Fuiste popular entre los otros estudiantes? ¿Fuiste un buen estudiante? ¿Y tus sueños? ¿Soñaste trabajar en un jardín botánico desde que eras un niño?

—Respira profundo. ¿Por qué estás tan llena de preguntas?

—Por alguna razón, mi cabeza se llena de todas estas preguntas cada vez que te veo ¿No hay nada mío que te de curiosidad por saber?— dije haciendo un puchero.

—¿Tus sueños para el futuro?— dijo en un tono confuso.

—Olvídalo. No tienes curiosidad de mi para nada— dije en un tono ofendido, sentándome en uno de los bancos, él rió —. Pero ya que has hecho la pregunta si tuviera que dar una respuesta a eso...— pensé unos segundos —¿Quizá una locutora de noticias?¿O convertirme en un miembro de un grupo de chicas? Creo que sería genial ser actriz y quiero ser escritora también.

—¿Crees que puedes hacer todo eso?

—Por supuesto que puedo. Pero si tuviera que elegir sólo una....— pensé —entonces quiero llegar a ser una estudiante universitaria— él me quedó mirando fijamente —Quiero convertirme en una estudiante universitaria de veinte años— siguió mirándome fijamente y se levantó del banco dando un aplauso.

—Hay una cosa que me da curiosidad ahora— dijo sentándose en otro banco, en frente mío. Me levanté también y me acerque a él sentándome a su lado.

—¿Qué?

—La oportunidad de verte recuperar y verte como una hermosa estudiante universitaria— lo miré fijamente, al igual que él a mi. Pestañé repetidas veces, mi tic nervioso, y bajé la mirada, él hizo lo mismo.

Al hacerlo vi un corrector debajo de uno de los bancos. Me agaché, lo tomé y lo sacudí. Miré a Taehyung con maldad y me acerqué a uno de los bancos.

—¿Qué haces? No puedes garabatear sobre el escritorio.

—No es un garabato, es un hechizo mágico— miró atentamente cada uno de mis movimientos —Ta-rá! Aula 15 Ryu Soo Jeong— soplamos el corrector juntos para que se secara más rápido, pero repentinamente se abrió la puerta del aula, no asustamos y nos escondimos debajo de uno de los escritorios.

—Oye ¿no te parece que este lugar es perfecto?— escuchamos la voz de un chico.

—¿Qué pasa si alguien entra?— esa era la voz de una chica.

—¿Quién va a venir aquí? No hay nadie. Va a permanecer vacío hasta la próxima clase— habló el chico.

—Vámonos, Jimin—

—No, no podemos. No te muevas ¿de acuerdo?— con Taehyung fuimos levantando la cabeza lentamente detrás del banco para poder ver, cuando lo hicimos visualizamos dos chicos besándose.

Abrimos la boca en forma de "o" con asombro, nos miramos y sonreímos aguantando la risa.
En eso los chicos se movieron sin dejar de besarse, nos asustamos y nos escondimos rápidamente debajo del banco. Tratábamos de no reírnos. Puse el corrector en mis labios, en forma de silencio. Los dos sonreíamos para no reír, pero cuando baje la vista noté que Taehyung estaba agarrando mi mano. Dejé de sonreír.

Lo miré atentamente, cada rasgo de su rostro. Sus ojos, cabello, nariz, labios. Era hermoso.
Me miró y me asusté, por lo cual abrí grande los ojos, pero el tan solo me sonrió y dirigió su vista hacia otro lado. Apreté mis labios fuerte y me quedé pasmada mirando sus ojos repetidas veces y sus labios. Él no se percató de lo que pasaba porque trataba de no reír mientras miraba hacia otro lado. Volví a mirar sus labios. Mordí los míos con nerviosismo.

En verdad quería besarlo.

Fui acercando mi rostro al suyo, pero cuando estuve a centímetros de besarlo giró su rostro y rozó nuestras narices. Abrí los ojos grandes y salté de golpe por el susto, al igual que él, haciendo que me golpee la cabeza con el banco haciendo ruido. Él se rió bajito y puso un dedo en mis labios para que no haga ruido. Abrí los ojos más grandes aún y me quedé paralizada.

—¿Escuchaste eso?— preguntó la voz femenina.

—No, no he oído nada. Vamos vuelve aquí— insistió el chico, supuestamente Jimin.

—Vamos, vamos— finalizó la chica.

—¿Por qué? Ni siquiera hay nadie aquí. Esta aula esta completamente vacía. ¿Qué sucede contigo?— las voces se iban alejando. Los chicos habían abandonado el salón.

Taehyung sólo se reía. Salió de debajo del banco y comenzó a reírse más fuerte. Yo lo mire mal y fruncí el ceño.
Salí de debajo del banco, aún con mis manos en la cabeza. Él me miro riendo, lo mire mal.

—¿Estás bien?

—Tae ¿Estás consciente de que has estado sonriendo y riendo todo el día?— seguía riendo.

—¿Lo he estado?— seguía riendo, lo mire seriamente.

—Soy una paciente enferma con una cabeza lastimada— hice puchero.

—Lo siento— dijo dejando de reír, mirándome apenado —¿Te duele mucho?

—¿Lo sientes de verdad?— dije frunciendo los labios, triste.

—Sí, lo siento de verdad— me miró preocupado —¿Estás bien?— evité su pregunta.

—Entonces, vamos a hacer una apuesta

—¿Una apuesta?— preguntó dudoso.

—El perdedor deberá cumplir todos sus deseos, no importa lo que sean— dije retante.

—Esta bien, no importa lo que sean— dijo con carita de cachorrito.

—Promételo— dije tendiéndole mi dedo meñique —¿Por la garrita?— (NA: tierra de osos)

—Por la garrita— asintió él.

—Prometido, acabas de prometerlo ¿de acuerdo?— dije amenazante, asintió con la cabeza, rápidamente mi rostro cambió y se posó una enorme sonrisa en mi rostro —¡Sí!— comencé a reír.

Tae hizo un gesto raro de molestia, yo saltaba mientras reía.

—Aigooo, Soo Jeong mocosa—

—Hm... me pregunto que debemos hacer. Oh, ¿y el significado de las lilas? Si puedo adivinar correctamente tienes que conceder mis deseos. Pero si me equivoco entonces yo concedo los tuyos.

—Está bien, pero tienes que adivinar la respuesta antes que las lilas comiencen a marchitarse.

—Está bien. Voy a asegurarme de ganar— reí.

(...)

Ya nos encontrábamos fuera de la universidad. Caminábamos cuando me detuve y me di vuelta para contemplarla.

—Estarás devuelta— me dijo Tae alentándome.

—Probablemente voy a poder volver, ¿no?

—Incluso escribiste tu hechizo en ese escritorio— asentí con la cabeza y le sonreí.

Él me devolvió una hermosa sonrisa y caminamos devuelta al hospital.

Un sueño no correspondido. © Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora