Extinción De Mates

Capítulo 35.

—¿Que haces? —pregunte confundida al ver a Leonardo empacando mis cosas.
—empacar —dice divertido, pongo los ojos en blanco y bufo molesta.
—eso ya lose, pero ¿para que? ¿adonde nos vamos? —dije un tanto alterada.
—relajate amor, nos iremos a Alemania ese lugar es libre de hombres lobo —dijo sonriendo.

Yo abrí mi boca formando una perfecta O, nunca había ido a Alemania hasta Ahora.

—¿estas seguro? Te recuerdo que ahí no hay lobos porque los han cazado —dije un poco asustada pero se que Leonardo no me llevaría a un lugar donde no estuviera segura.

—estarás segura lo prometo, solo quiero que estes bien, además tu amiga a dado mucha lata para ir ahí y casarnos —dice haciendo una mueca de disgusto, yo río ante su expresión de molestia pero Leonardo me calla con un beso, sus labios siempre tan perfectos, cálidos en mis labios, su lengua experta explora mi boca de manera lenta y sensual.

—te amo Natale, ya quiero casarme contigo —dice con voz ronca empapada de deseo.
—te amo Leonardo, muero por ser tu esposa —dije jadeante tratando de recuperar el aire.

Termino de empacar todo lo necesario para después llevar las maletas al auto, los chicos se miran tensos, preocupados por la situación pero espero que al llegar a Alemania todo termine.

—¡que emoción! —dice Nina con una sonrisa radiante.
—relajate —dije entre risas, verla así es muy divertido.
—no me culpes ¡alfin te cáscaras! —dice dando pequeños saltos de emoción.

Yo pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza sonriente, la tome de la mano para meterla en la camioneta que nos espera afuera.

—todo estará bien —dije con voz tierna dirigiéndome a Elio.
—eso espero Natale —dice preocupado.
—claro que si, ¿donde esta mi hermano? —pregunto curiosa pues no lo veo salir de la casa.

—¡aquí! ¡no me dejen! —dijo saliendo de la casa a toda prisa, yo solté unas pequeñas risas al verlo correr de manera desesperada.
—nadie te va a dejar —dije sonriendo.

Matt respira de forma agitada llegando al auto, depositando las maletas en la parte de atrás.

—espero que esto funcione —dijo nervioso.
—funcionará ya lo verás —dije segura, se que Leonardo podrá mantenerlos a salvo.
—bien ya vámonos —dijo Leonardo llegando donde nosotros haciéndonos entrar al auto.

Todos asentimos y nos subimos al auto segundos después, se siente tensión en el aire lo que me hace sentir incómoda.

—los chicos son un manojo de nervios ¡parecen unas nenas! —dice Nina de forma dramática.
—si lose, todo estará bien —dije segura.
—claro que si ¡te casaras sin problemas! —dice alegre.

Cortamos la conexión al sentir como Leonardo aumenta la velocidad de manera considerable.

—¿Leonardo que pasa? —pregunte en susurro.
—nada —dice nervioso.
—Leonardo —digo en tono de advertencia.
—nos están siguiendo —dice resignado.

Miro por retrovisor y efectivamente un auto negro nos está siguiendo de manera rápida.

—no puede ser —digo en susurro.
—calmate Natale, escaparemos lo prometo —dice Leonardo decidido.

Solo espero que eso sea verdad ¿y si no escapamos? ¿que será de mi? ¿de los chicos? Sobre todo...De Leonardo