Capítulo 43.

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Leonardo parecía una estatua, ni siquiera parpadeaba, solo tenia su boca ligeramente abierta sin decir ninguna palabra.

—¿que cosa? —pregunto en susurro.
—estoy embarazada. —dije sonriente.

Leonardo pareció reaccionar y  sonrió ampliamente, en sus ojos podía ver la emoción que yo también sentía. ¡un bebé! Un producto de nuestro amor.

—¡seré padre! —grito Leonardo cargandonme en brazos.
—y yo seré madre. —dije emocionada.
—me haz hecho el hombre más feliz del mundo, gracias cariño. —murmuró en mi oído.
—estoy muy feliz, Te amo Leonardo. —dije mirándolo fijamente con una sonrisa.

Me estrecho en sus brazos diciéndome al oído que era todo para el. Que ahora en adelante me cuidaria más de mi y de nuestro bebé.

—¡espera aquí! Hare una llamada. —dijo Leonardo emocionado saliendo de la habitación.

Solté una pequeña risa pensando en que sería buena idea decírselo a Nina y los chicos ¡no resistiría una semana! Tome el teléfono y marque su numero mientras jugaba con un mechón de mi cabello nerviosa.

—¿hola? —dijo Nina soltando un bostezo.
—¿estas haciendo turismo desde la cama? —dije en tono burlón.
—callate, estoy cansada además los chicos solo pasan de un lugar a otro. —dijo Nina enfadada.
—a eso se le Llama hacer turismo. —dije provocándola.
—si claro, visitar todos los pub's del país es turismo. —dijo divertida.
—bueno al grano ¡a que no adivinas! ¡estoy embarazada! —dije gritando con emoción.

Nina también  soltó un grito dejándome casi sorda, aparte un poco el teléfono esperando a que Nina cesará sus gritos.

—¡no puedo creerlo! ¡seré tía! —dijo entusiasmada.
—¡bien, bien! Ya no puedo esperar. —dijo entre risas.
—lose, ni yo. —dije sonriente mientras tocaba mi vientre aun plano.
—bueno tengo que irme, ¡iré a decirle a los chicos! —dijo con emoción.
—bien, adiós ¡saluda a los chicos de mi parte! —dije cortando la llamada.

Me deje caer en la cama mientras pensaba en mi bebe, ¿será niña o niño? No me importaría tener a un hermoso niño parecido a Leonardo, una mini copia de el ¡sería hermoso! También si fuera una bella niña parecida a mi bello futuro esposo.

—preciosa tienes que comer, después iremos al doctor. —dijo Leonardo entrando a la habitación.

Yo bufé en respuesta pues me encontraba muy cansada, abrace ala almohada aferrándome  ella dispuesta a dormir.

—Natale. —dijo el tono de advertencia.
—no. —gimotee.
—¡arriba hermosa! —dijo sonriente.

Me hizo levantarme de la cama para ir a comer pero apenas pude probar un bocado pues mi estómago estaba muy rebelde..

—bien as comido lo necesario, ahora vamos al doctor. —dijo sujetandome con sus fuertes brazos.
—¿es necesario que vayamos hoy? Estoy muy cansada. —dije con voz somnolienta.
—¡claro que si! Necesito estar seguro de que seré padre. —al ver sus ojos lleno de alegría y emoción, mi cuerpo se encendía de felicidad como un árbol de navidad.
—si no queda de otra. —murmure con desánimo.

Subimos al auto y emprendimos camino al hospital más conocido del país. Yo solo podía pensar en la vida que nos esperaba junto a nuestro bebé, sería algo único y especial.

—llegamos amor. —dijo Leonardo sacandome de mis pensamientos.

Bajo del auto y me abrió la puerta como todo un caballero, tomo mi mano y beso mis nudillos de forma dulce.

Entramos a una oficina donde había un doctor esperando a alguien.

—Leonardo, gusto en verte. —dijo el doctor en tono cortes.
—Frank, esta es mi futura esposa, Natale Gabrielli. —dijo mirándome con ternura.
—mucho gusto Natale, siéntate te haré unas pruebas. —dijo señalando los asientos.

Asentí y ahí empezó las pruebas, preguntas sobre mi estado de salud.

—¡efectivamente esta embarazada! Tiene 3 semanas, es muy pronto para verlo por

Extinción De MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora