Capítulo 19.

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Aviso importante: estaré estudiando para algunos exámenes, así que no podré subir seguido como la hago siempre, tratare de subir seguido pero no prometo nada, disculparme porque este libro no me a salido como esperaba de romántico y todo eso, sin más ya empiezo.
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Estaba observando como Leonardo peleaba de forma violenta con el lobo que trato de atacarme, mi cuerpo estaba clavado al suelo no podía dar un solo paso, mi boca estaba abierta levemente pero no salían palabras de mis labios, estaba en shock ¿como demonios me encontró?

—¡Leonardo para! —dije reaccionando, estaba matando al lobo de tantos golpes brutales, corrí donde Leonardo pero el me gruñó y me mostró sus afilados colmillos, abrí los ojos sorprendida al verlo así seguramente su lobo lo estaba controlando.

—Leonardo vámonos, ya vendrán los demás estudiantes —dije tratando de acercarme lentamente, el se relajaba lentamente y volvió a su forma humana.

—vámonos —dijo Leonardo tomando mi mano, caminamos ala salida y ahí estaba un auto deportivo esperándonos.

Me abrió la puerta del copiloto haciéndome entrar, no quería provocarlo por ahora solo quería irme lejos de ahí, Leonardo puso en marcha el auto y supe que me esperaba un sermón o regaño.

—¡en que diantres pensabas! —soltó de golpe, fijo unos momentos su vista en mi y después en la carretera.
—¿ahora si te importó? Mejor vete con tu novia —dije secamente mirando a través de la ventana, todo estaba desolado.
—ella no es nada mio ahora Natale, solo me importas tu entiendelo —dijo tiernamente, por dentro me derretia al escuchar esas palabras me sentí Feliz ¡demasiado feliz!
—¿porque me gritaste entonces? —dije inexpresiva.
—quería que nos dejarás a solas, Kate es peligrosa y no soportaría que te hiciera daño —dijo con ternura.

¡porque no puedo seguir enfadada con el! Sus palabras me dejaron a la deriva, parece sincero sus ojos me miran con anhelo,yo suspire mientras pensaba que pensar y hacer,todo era muy confuso quería a Leonardo de una forma especial no podría ser bueno pero no me importaba, quizás solo teníamos que empezar de nuevo.

—¿adonde vamos? —pregunte curiosa mirando por la ventana.
—a mi casa, esta en la ciudad —dijo serio ¿estará enfadado? ¡yo tendría que estarlo! ¿verdad?

Eres una dramática

Me reprendi a mi misma, quizás fui muy exagerada pero los celos me dominaban y los celos no eran nada lindos para mi.

—llegamos —dijo Leonardo apagando el motor del auto, bajo y me abrió la puerta tendiendome la mano, yo la acepte rápidamente y entramos a su casa, es hermosa de color blanco con ventanales azules y un jardín precioso.

Entramos y todo se veía muy acogedor, los muebles son de color negro y las paredes color blanco, tiene cuadros muy hermosos por toda la casa.

—Natale —me llamo Leonardo, yo me gire para verlo fijamente, Lucía tan guapo y sexy como todos los días.
—si Leonardo —conteste.

El tomo mi mano y me guió fuera de la casa, se detuvo en el jardín en medio de las rosas y tulipanes que habían por todo el lugar.

—nunca tuve una relación formal, tu sabes que los lobos no somos capaces de amar... Excepto nosotros  es algo nuevo para mi, ¡mierda que te quiero! —exclamó desconcertado.
—te quiero más que a mi vida, más que a cualquier cosa en este mundo Natale Gabrielli quiero estar toda mi vida contigo, porque te quiero, porque solo contigo me imagino en un futuro —mi labio inferior temblaba levemente, una sonrisa se asomo en mis labios y abraze a Leonardo, unimos nuestros labios en un ardiente beso, sus labios siempre tan cálidos y suaves sobre los míos, me hacían querer más, bajo y beso mi cuello de forma suave y tierna.

Entonces clavo sus colmillos en mi clavícula y un placer inexplicable invadió mi cuerpo.

—ahh —gemi sin poder evitarlo, sentía un placer sin igual.
—lo siento, pero no podía resistir más tiempo —dijo dándome besos húmedos por todo mi cuello.
—esta bien, no importa —dije entre gemidos, Leonardo me cargo en brazos hasta la habitación y me deposito suavemente en la cama.

Entrelaze mis dedos en su cabello atrayendolo más a mi, sus manos se metieron dentro de mi camisa y comenzaron a jugar con mis pechos de forma lenta y exitante, después poco a poco la ropa fue desapareciendo hasta que estuvimos desnudos, mis mejillas se sonrojaron sin poder evitarlo ¡Leonardo tiene un cuerpo escultural! Demasiado guapo... Demasiado.

—te quiero Natale, demasiado —dijo sonriendo con ternura.
—yo también te quiero Leonardo, te quiero más de lo que te puedas imaginar —sin decir más entro en mi y yo gemi fuerte, mientras me aferraba más a el, comenzó moviéndose de forma lenta y pausada para después aumentar el ritmo hasta llegar al glorioso clímax.

Ya todo estaba echo, ahora le pertenecia a Leonardo.
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Espero que les haya gustado, nunca fui buen escribiendo escenas así íntimas así que perdonen.

Extinción De MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora