Tal vez no sea él

Nos vamos

¡Qué sueño! Me pesan los ojos en la clase de química, tengo los codos apoyados en la mesa y mi cabeza se encuentra entre mis manos, apenas puedo escuchar al profesor hablando sobre la historia del átomo, menciona a un tal Democrito y John Dalton.
Deberían ser prohibidas las clases después del almuerzo.

Miro a Mariam y me causa risa verla dormida con la cabeza sobre la mesa. No tengo muchas amigas, para ser exacta sólo tengo una y es Mariam, es maravillosa. Y como toda mujer; también tengo a mi mejor amigo, Diego es totalmente diferente a los chicos de San José, él es limonense, es negro, tiene unos ojos hermosos, es atractivo, que digo atractivo, es hermosísimo. Lo miro, está tan concentrado en la clase, me mira y me guiña un ojo _Le tiro un beso y sonríe. Mmm aparte de guapo, es muy inteligente. Quisiera enamorarme de él, es perfecto para mí.

Las clases terminaron 30 minutos antes y muero por llegar a casa, decido llamar a mamá para que venga por mí, camino casi un kilómetro hasta el teléfono público.

Cuando llegamos a casa parece estar un poco preocupada, incluso se ve desesperada. Decido ignorarla, ha estado así últimamente y no quiero que se desquite conmigo, me he mantenido lo más lejos posible.

Antes de irme a la cama, mamá me pide que vaya a su cuarto, está sentada en la cama con un papel en la mano. Me siento a su lado.

-Hija tengo algo que decirte _Me dice mirando el papel que tiene entre sus manos, y un escalofrío recorre todo mi cuerpo.

-¿Qué pasa?

-Hace unos meses deje mi currículum en Green Coffe S.A, hoy me llego ésta carta, me ofrecen un puesto de secretaria _Me dice y por fin me mira, pero se ve triste.

-Eso es increíble mamá, me alegro por ti, pero ¿por qué estás triste? _Le digo y me acerco un poco más.

-Si es increíble pero.. el puesto me lo dan muy lejos de aquí. Hija ya sé que te cuesta hacer amigos y me encanta que ahora los tengas, no nos iremos si tú no quieres _Me dice y me mira con una sonrisa.

Me quedo callada y dirijo mi mirada hacia la puerta del cuarto, quiero salir corriendo, no sé qué decir ¿Dejar a Mariam? ¿Dejar a Diego? No, no puedo ¿Pero qué hay de mamá? esto sería increíble para ella. Las lágrimas bajan por mis mejillas y caen en la sabana blanca.

-Cuándo nos vamos? _Le pregunto con un sollozo.

-El viernes cariño _Me dice y parece estarse disculpando. ¿Quééé? Faltan sólo dos días.

-Está bien mamá, será increíble conocer nuevas personas _Le miento porque sé que esto le duele más a ella que a mí.

-Así será hija _Me dice y me da un fuerte abrazo.

-Buenas noches mamá _Le digo y salgo casi corriendo hacia mi cuarto, pero decido ir a ver la tele.

No estoy poniendo atención al programa, estoy sumergida en mis pensamientos ¿Y si allá se encuentra el verdadero amor de mi vida? Eso sería maravilloso. Lo que más me alegra es no volver a ver a Gustav. Tiene muchas ventajas vivir en la capital del país, pero el trabajo está escaso, me alegra que mamá trabaje en algo que le gusta, ha estado de mal humor desde que perdió el trabajo como secretaria del banco ¿Por qué la despidieron?.