– ¡Dios, que día tan mas largo! –me quejo con nadie en especial mientras me dejo caer en una de las camas del cuarto de descanso del hospital.
Hoy ha sido uno de esos días donde pareciera que las madres de familia se han puesto de acuerdo para quitarles un ojo de encima a sus hijos; la mayoría de mis pacientes fueron niños con fracturas. Y no hay nada peor que ver a un pequeño sufrir.
Cierro mis parpados para lograr tomar una siesta de quince minutos antes de ir a hacer otra visita a mis pacientes.
Cuando estoy a punto de conciliar el sueño siento mi móvil vibra, y contesto sin ver la pantalla.
–Sí, diga –contesto con voz adormilada.
–Hola, Lee-lee. ¿Te desperté? –suena la voz de Liam al otro lado de la línea.
De repente ya no tengo sueño y me encuentro sentada en la cama.
– ¡Ey! Hola ¿Cómo estás? –Siento la sonrisa extendiéndose en mi rostro.
–Muy bien. Extrañándote mucho –dice con voz melosa. Yo sonrío.
–Mentiroso, de seguro tus guardias en el hospital no te han permitido siquiera pensar en mí –juego con él.
–No necesito que nadie me permita pensar en ti. Siempre lo hago –suena a la defensiva.
–Te creo –sonrío, aunque él no me pueda ver– Yo también echo de menos, sobre todo esas caminatas en el parque por las noches. Pero dime, ¿qué tal te va?
–Sí, yo también las extraño –y se escucha un resoplido–. Me ha ido muy bien acá en Francia, los colegas son muy buenos tipos. Hoy ayudamos a un niño a obtener un nuevo corazón, fue una cirugía un poco larga y pesada pero gracias a Dios todo salió como se esperaba y fue todo un éxito. El niño está respondiendo maravillosamente.
Y me sorprendió la pasión con la que hablaba. Liam siempre mostro una intolerancia por el sufrimiento de los niños, por eso su decisión de tomar la especialidad de pediatría, pero nunca lo había escuchado tan emocionado, debía ser impresionante los casos que tenían en el hospital allá en Francia. Y me alegré por él. Si alguien se merece que le pasen grandes cosas en su carrera y su vida, ese es Liam
– ¡Wow! Suena sorprendente. Me alegro por ti, Liam. Realmente lo hago. Te quiero y estoy orgullosa de ti –digo emocionada.
–Gracias, nena. Yo también te quiero, pero dime. ¿Cómo estás?
–Un poco agotada. He tenido un día pesado aquí en el hospital, pero contenta porque he ayudado a muchas personas. Sabes, Drew está en Wisconsin, tal parece que es definitivo. Mi mamá está muy feliz por tener a su 'bebé' de regreso –digo burlona.
–Mmm... ¿no me digas que estás celosa? –rio ante el comentario.
–En realidad no, estoy igual de feliz que mis padres por tener de regreso a Drew. Sabes que mi relación con él siempre ha sido muy buena a pesar de la diferencia de edad y del tiempo que él paso fuera de casa.
–Sí, lo sé. Siempre han estado ahí el uno para el otro, y me alegro mucho porque tienes a alguien allá que cuida de ti mientras que yo estoy acá en Francia.
–Sí, pero está de más recordarte que puedo cuidarme muy bien yo sola.
–Sí, eso también los sé, pero ahora estoy más tranquilo –sonrío ante la evidente preocupación de Liam por mi bienestar.
– ¿Y yo cómo me tranquilizo? Yo no conozco a nadie que te cuide por mí allá.
–Charlotte está cuidando muy bien de mí –dice con voz coqueta.
– ¿Quién es Charlotte? –siento como mi piel se eriza y mis músculos se tensan.
–Charlotte es una pequeña enfermera que trabaja en el Hospital con nosotros, es muy amable y querida por todos aquí. Si la conocieras estoy seguro que te agradaría,
– ¿Y esa tal Charlotte sabe que eres mío? –pregunto seria.
Liam estalla en carcajadas.
–Sí, sabe que tengo a una persona muy especial esperándome en Estados Unidos –y puedo notar la diversión en su tono de voz.
–Bien, si no estoy dispuesta a mandar una carta de recordación. Tú solo dime.
Liam vuelve a reír, y yo lo hago junto con él.
–Eres incorregible, mi cielo –dice cariñosamente. Yo vuelvo a reír.
–Pero así me quieres –le aseguro.
–Lo sé, lo sé. Bueno te dejo para que tomes un descanso. Cuídate mucho, Lee-lee. Te quiero. Te marco mañana para felicitarte por tu cumpleaños.
–Gracias. Cuídate mucho. Te quiero, Liam.
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Cuando Me Hiciste Tuya
RomanceLeah Greene, una joven estudiante que parece estar en una etapa de su vida llena de estabilidad. O eso creía. Hasta que llega Derek Sloan; un hombre mayor e imponente, a poner su mundo de cabeza. Está historia es totalmente original y producto de m...