Capítulo 2: jugando al balón prisionero con un balón medicinal.

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Holaaaaaa *mete la cabeza en el cuarto como retarder*. ¡Gracias a todas las monstruitas de las galletas que comentaron y dieron voto en los primeros capítulos! Moláis mazo nwn. Bueno, pues os he hecho este capítulo, for you forever!:

Lapis P.O.V.

Como de momento no podía pasar a ver el apartamento, decidí ir a un hotel de estos que alquilan por noches y me quedé allí hasta el día siguiente, que era cuando empezaba la universidad. ¡Sí!, estudiaré en la (ya antes mencionada) Universidad de Bellas Artes. La abrieron especialmente para la gente que quisiera estudiar, por ejemplo, música, literatura o escultura. Además, han ampliado las especialidades a Fotografía. He oído que mucha gente va a hacerla, pero yo prefiero estudiar música. En todo esto pensaba mientras me quedaba dormida en la cama del hotel.

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La alarma del móvil me reventó los tímpanos a las 7 A.M., ya que las clases comenzaban a las 8. Me puse unos jeans negros junto con una camiseta corta en la que ponía "Water Witch" y un pañuelo de color azul al cuello (primera "viñeta" del multimedia). Cogí mi mochila y pasé por el comedor para tomarme un café rápido. Después de como 5 segundos en la sala, salí disparada: el tiempo pasaba bastante rápido y probablemnte me perdería entre el intrincado sistema de metro de la capital. Por suerte, había una bajada a la estación muy cerca de mi alojamiento, así que recorrí las escaleras a toda prisa. Al llegar, miré a mi alrededor y noté el parecido con la estación de Baker Street en Londres (Nta: sí, la calle Baker, donde está el despacho de Sherlock Holmes en los libros de Arthur Conan Doyle existe y las baldosas tienen la silueta del personaje con su pipa y el sombrero. Estuve allí en marzo y la vi! Moló). El sistema era mucho menos complicado de lo que me esperaba, así que no tardé en encontrar el largo recorrido que me separaba de la Universidad. Entré en el poco concurrido primer vagón de uno de los trenes que llegaron en ese momento.

Por fin, tras MEDIA HORA de metro estaba frente a la Universidad. Eran las ocho menos diez y entré tranquilamente en el edificio. Una chica de pelo rosa estaba sentada sobre una de las mesas del vestíbulo hablando por teléfono. Me acerqué a ella y le pregunté, en un susurro, dónde estaba el gimnasio. Ella me indicó un pasillo y yo fui corriendo por ahí. La primera clase del día, y por mucho que os suene extraño, era obligatoria, fue Educación Física.

Peridot P.O.V.

Era un primer día de clases como otro cualquiera, excepto por una cosa: empezaba la universidad. POR FIN me iba a hacer fotógrafa. POR FIN podría decir que yo fui a la uni. En definitiva, que supuestamente iba a ser divertido. Pero ojo, supuestamente. Mi ánimo cayó en picado cuando vi que la primera clase del día era Educación Física. Se ve que quieren que estemos en buena forma... Llegué al gimnasio y vi a la gente congregada allí. Yo sólo conocía a Jasper, con quien había estado desde la primaria en el colegio. En cuanto me vio, me saludó con una siniestra sonrisa. "A ver qué quiere ésta...", pensé.

-Peridot, amiga mía... -me dio un "suave" palmada en el hombro que casi me hunde en el suelo.

-No te voy a dar las respuestas del primer examen, si es eso lo que quieres -dije, impasible.

-¡PERO...! -la miré, seria. Ella sabía que cuando yo ponía esa cara, era un rotundo no. Así que suspiró, en señal de desistir en su intento de copiar. De repente, llegó la profesora: era alta, robusta y, sobre todo, era clavada a Jasper. Me di una palmada en la cara y quise que realmente mi "amiga" me hubiese clavado en el suelo. ¡Pero espera!, eso no habría servido de nada porque, si su madre es peor que ella, entonces el que tuviera las piernas rotas no le importaría.

-Bien, niñitas. Hoy vamos a jugar al balón prisionero. Y como es el primer día, estaremos toda la hora -se oyó un "Ohhhhhhh" perezoso colectivo- con balones medicinales.

Otro "Ohhhhhhh" todavía más fuerte que el anterior volvió a llenar la sala. Nos dividieron en dos grupos y cada uno se puso en su campo.

-Las reglas son sencillas: si te dan, estás eliminado y tienes que ir a la cárcel de tu equipo, que está en el campo del contrincante. ¿Entendido? -dijo la profesora. Antes de que pudiéramos decir nada, tocó el silbato y empezó la lluvia de pelotas (Nta: ok eso sonó mal). Para mí, el modo de juego era evitar que no me dieran con esas PIEDRAS EN FORMA ESFÉRICA. Aguanté el primer partido, el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto pero el sexto y último partido fue fatal. Mi equipo iba perdiendo y para colmo, me hice daño en las dos manos. Lo que ocurrió fue: estaba medio empanada, con una chica delante, cuando acerté a ver por encima de su cabeza que una pelota se dirigía hacia nosotras. La muy perra de la peliazul se apartó en los últimos momentos y yo, en un acto reflejo, me tapé la cara con los brazos. Acabé con la peliazul vendándome las manos y repitiendo la palabra "perdón" durante dos minutos al final de la clase. Ella tenía unas cintas de color negro en el bolso (Dios sabe por qué) y me las puso en los antebrazos. Un sonrojo de color azul le asomó por debajo del flequillo y se fue corriendo del gimnasio. Dijo que tenía clase de solfeo. Puse los ojos en blanco y me quedé mirando las cintas. De repente, un olor como a agua salada me pegó una bofetada. Después de que estuviera toda la clase de Historia perfumando el libro, la fragancia empezó a ser agradable.

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Me castigaron por la tarde hasta las 6 por atufar el salón de olor a agua de mar. La única que también estaba ahí era la misma chica que se apartó en E.F. Decidí no quejarme, ya tenía suficiente por aquel día. Después de que acabara la hora, salí corriendo a la entrada. La chica también corrió. Le mandé un mensaje: "Lo siento por el retraso! Me han castigado", le dije. Mi compañera de castigo empezó a teclear y la respuesta de la chica no tardó en llegar: "A mí también; me han dejado con una tonta verde".

-Espera...¡YO SOY ESA TONTA VERDE! -exclamé, mirando a Lapis. La fulminé con la mirada mientras ella ponía cara de buena.

Bueno, ya que todas me pedíais más capítulos con todos esos votos, pues nada, me he sentado a escribir y aquí estoy. Espero que hayáis disfrutado! Un beso,

Saku-chan.

Efecto Mariposa: Una historia de dos [PAUSADA]Where stories live. Discover now