Efecto Mariposa: Una historia de dos [PAUSADA]

Capítulo 8: Aparición triunfal.

Pues... Hola :D. Vale, no. No me matéis *bajan lentamente los bazukas y chanclas que le iban a tirar*. Ya sé que llevo la torta sin actualizar pero es que... Bueh, cosas. Además, hoy es un día especial. Porque hoy es... *redoble de tambores súper cutre porque la crisis es mala* ¡¡¡MI CUMPLEAÑOS!!! B-day, cumple, lo que queráis, pero hoy hacen 12 años desde que nací. Desde que vuestra hermosa Lara-senpai nació :). Y pensé que sería lindo publicar en mi cumple, así que aquí voy:

Lapis P.O.V.

Tenía una semana y media para hacerme una idea del baile en la cabeza y después ponerla a papel para presentarla, pero... ¡es que estaba tan emocionada! Per llevaba los dos días siguientes escuchándome parlotear, pensar en voz alta y dar respingos (que casi le hacían botar en el sitio) cada vez que una buena idea me pasaba por la mente. Por ahora sólo tenía cosas escritas a lápiz y boli, pero ese día me escapé al gimnasio a dibujarme un plano al mediodía. Calculé que mediría unos 70 m², y situé bastante bien todas las cosas que había por ahí. Per se había quedado en la mesa del jardín y me estaba esperando, escuchando música rara en sus cascos de hipster poniendo su típica y adorable cara de empanamiento. Había que reconocerlo: aquella chica era mona. Se le mirara por donde se la mirara. Me acerqué mientras cerraba el cuaderno y le toqué el hombro mientras sonreía.

-¿Meditando? -pregunté al sentarme.

-Escuchando canciones de amor -corrigió ella.

-¿Y en quién piensas? -en el momento en que lo dije pensé que sería bonito que estuviera pensando en mí. Luego añadí a la lista de cosas que hacer cuando estuviera sola "pegarme una bofetada".

-Psé... en nadie en especial. Supongo que en Turquesa, porque es la persona que tenía enfrente antes de que me interrumpieras -antes de que pudiera procesar aquello y ponerme "celosa" (yo no lo llamaría celos, pero meh, se le acerca) por la tal Turquesa, Peridot giró la cabeza y saludó a alguien con una sonrisa. Una chica de pelo azul recogido en un moño hecho con... ¿bolis? Se parecía un poco a mí, pero obvio más que obvio yo era más guapa. En cuanto vio a mi compañera sonreírle corrió hacia nosotras, sonriéndonos y saludándonos con la mano. Cuando estaba tan cerca que ya podía incluso distinguir el color de sus pecas (azul marino) tropezó con algo y... se rompió la cara contra el suelo. Preocupadas, Peridot y yo nos levantamos a ayudarla. Estaba haciendo unos ruidos raros, como si estuviera llorando; cuando nos acercamos más, ella levantó la cara. No estaba llorando. Se estaba partiendo el culo. Tenía toda la cara llena de tierra y briznas de hierba, algo magullada, y aun así la tía se estaba riendo. Per le tendió una mano, que ella aceptó y, todavía riéndose, se levantó. Era más o menos igual de alta que yo, con la cara alargada y llena de pecas. El pelo no sabría decir cómo de largo era, porque lo llevaba recogido en aquel moño que debía de llevar laca o algo, porque seguía exactamente igual que antes de caerse.

-¡¡PERI!! -dijo mientras la abrazaba.

-¡Turquesa!, ¿cómo tú por aquí? -preguntó ella cuando dejarn de abrazarla. La otra no pareció comprender-. ¿Los de dibujo no estabais en el ala sur? Ésta es la norte; que yo sepa, te queda a tomar por saco de tus clases.

-Pues bueno, resulta que hubo no sé qué problema con unos chavales que se habían intentado hacer los graciosos prendiéndole fuego al aguarrás del almacén. Ya te imaginas cómo acabó: profes y bomberos por todas partes. Y como a la dire no le daba la gana que nos saltásemos las clases nos hemos trasladado provisionalmente a unas aulas vacías de la norte. Por cierto, sé que no te va mucho el tema de la Tierra, pero ¿se te ha ocurrido algo para lo del principio de la primavera? A mí todavía nada -Per me miró a mí.