Todos quedamos desconcertados viéndonos unos a otros. Si tuviera que medir las cosas más absurdas e increíbles que me habían sucedido en la vida, sin duda, las últimas semanas lo superaban todo. Llevaron inmediatamente a Sean al hospital, se veía mal, pero estaba con vida, gracias a Rafael, lo resucitó literalmente, me sentía sumergida en algún capítulo de la Biblia, supongo que alguna vez en la vida estaremos en la historia de la humanidad, o tal vez no.
Collin y yo fuimos en busca de Liam dónde lo tenía cautivo, había que conducir hasta Georgetown, todo estaba silencioso
-Así son las noches de Halloween en Kentucky_ dijo Collin para romper el silencio. No respondí absolutamente nada_ sigues desconfiando de mi_ continué sin responder_ Secuestré a Liam porque sabía que su madre lo necesitaba, lo encerré en un lugar seguro, protegido...
-Pudiste habérmelo contado_ hice una pausa_ además, no olvido que quisiste hacerle daño en la exposición días atrás
-Nadie debía saberlo, los demonios son capaces de hurgar en tu mente, aun no sabes cómo evadirlo_ le desvié la mirada_ está a salvo, no está herido. Quizás no está cómodo, lo tuve que atar y vendar, era la única forma de mantenerlo quieto. Si su madre lo obtenía podía herirlo o provocaría la fusión del aquelarre en su presencia, absorbiendo todo el poder que emanaba el ritual. No lo quería cerca de nosotros, sabia el peligro que representaba su presencia, por eso quise dañarlo en la exposición, pero sé que te importa, no podría dañarlo
-Eso aún no explica que hacías en el hospital cuando murió la tía de Christine
-Sus pulmones estallaron, sólo trataba de ayudarla_ lo miré a los ojos. No dije nada. Él tampoco
Llegamos a las afueras de Georgetown a lo que parecía una bodega abandonada, una fuerte brisa y el sonido de un aleteo anunció la llegada de un ángel nuevamente, me espanté, no podía acostumbrarme a ello; era Asaliah, la vi, sonrió con desgano. No dijimos nada. Collin abrió el candado de la puerta vieja de acero, estaba oscuro, húmedo, olía a los mil demonios.
-No podrás entrar_ le dijo Collin a Asaliah. Ella sólo asintió
-¿Por qué?_ pregunté. Había símbolos por todos lados pintados con tiza blanca y sangre. Me dio escalofríos
-El lugar está protegido de ángeles y demonios. Por eso nunca dieron donde estaba, sólo tú, pero no de forma precisa_ subí ambas cejas en señal de asombro. Bajamos las escaleras de metal y allí estaba, atado a una cama de metal con unas esposas, amordazado y vendado. Corrí hasta él
-¡Tranquilo Liam, soy yo!_ le quité la venda de los ojos y la mordaza
-Pero, ¿pero que haces aquí? ¿Como me encontraste?_ miró a Collin. Su mirada se encendió. Haló de sus manos y piernas para tratar de liberarse
-Tranquilo Liam. Sólo te estaba protegiendo. Nos estaba protegiendo a todos_ voltee hacia Collin y le sonreí sin mostrar los dientes dándole señales de que si creía en el después de todo. Liam lucía desconcertado. Collin se aproximó con las llaves de las esposas y lo liberó. Liam aun lo veía con recelo
-No entiendo
-Tu madre apareció esta noche. Quería que completáramos el ritual de fusión del aquelarre. Evidentemente tenia intereses en ello y es el poder que tenemos todos juntos
-¿Y ella donde esta? ¿Los demás? ¿Mi tío Sean?_ Collin y yo nos vimos_ ¿que sucede?
-Tu madre ya no existe. El arcángel Miguel acabó con ella. Y si me preguntas sobre el arcángel Mi...

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Serpentibus
FantasíaNO LEER SI NO HAS LEÍDO CIELO TIERRA E INFIERNO, CLARIDAD Y OSCURIDAD, METAMORFOSIS, RENACER Y PIDE UN DESEO. Tras la trágica pérdida de sus padres, la vida de Crystal Anderson, de diecisiete años, da un giro radical. Su mudanza a Lexington con su t...