EN LAS ALAS DE LA MUERTE, Libro 2

CAPITULO 7. Deseo

Le deseo dedicar este capitulo a Patricia y a Veronica, gracias por todo su apoyo y amistad

Espero que les guste este capi, poco a poco los estaré actualizando y espera que mas seguido ahora que me he liberado un poco.

Este capi lleva un poco de las explicaciones que deseamos sean aclaradas

recuerden comentar y votar, que sus opiniones son muy importantes para mi

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Kate

Cuando todo termino deje que mi cuerpo volviera a la normalidad, busque la forma de que mi visión dejara de captar las auras mientras ignoraba las miradas de Damián e Irene, era extraño sentir como el llamado de mi sangre había provocado tanta destrucción, además de el poder que aun poseía a pesar de la tortura, lo que me hacia preguntarme porque antes no lo había logrado hacer nacer.

-          Vamos a mi casa – dijo la anciana cuando por fin se recupero de la sorpresa

La seguimos en silencio, camine con Irene delante y Damián pisándome los talones, me sentía como custodiada y eso me molestaba porque toda la vida procure ser independiente incluso de mis padres, masculle la ultima palabras algunos minutos, era extraño como lograron engañarme toda la vida y mentirme sin que me enterara de nada, era injusto como se burlaron en mi cara cada maldito dia, incluso cuando la vida Rose estaba en peligro.

-          Es aquí -  dijo Irene sacándome de mis cavilaciones

La casa estaba oculta en la base de un enorme árbol, si no se sabía la ubicación era prácticamente imposible notarla ya que parecía parte del lugar, la anciana Elfo abrió la puerta y se hizo a un lado  para que pasáramos, por dentro todo era en madera, desde la mesa hasta los estantes de la pequeña cocina, no había divisiones y solo se sabía donde comenzaba y terminaba cada área por cómo había sido amueblada, mi mente empezó a trabajar como se podía realizar una buena publicidad del lugar como una casa de retiro, tenía todas las comodidades que debía tener una casa sin dejar de ser rustica, conocía más de uno que pagaría una locura solo por un fin de semana en este lugar.

-          ¿Te gusta? -  pregunto Irene al verme observar el lugar con detenimiento

-          Es precioso – dije sin palabras para expresarme

Una sonrisa de orgullo nació en su rostro, haciéndola parecer mucho más joven y bonita, la vi encaminarse a la cocina y preparar un poco de té, imite a Damián que se sentó en el sillón largo de la sala mientras yo elegía uno individual lejos de él, aun no sabía cómo reaccionar ante el no muerto, mas después de lo ocurrido en la cueva, no era que no le deseara pero después de años alejándome de los hombres por lo imbéciles que solían ser y justo ahora cuando mi mundo estaba del revés aparecía uno que  era un peligro para mi equilibrio físico y espiritual, su mirada seria  nunca se apartaba de mi  a menos que alguien le dirigiera la palabra. Cuando Irene regreso di las gracias por poner fin al incomodo silencio que había nacido en la estancia.

-          Ahora sí ¿alguien me puede explicar que está pasando? -  pregunte cuando la anciana me dio la taza con té y tomo asiento al lado de Damián que a su vez me devolvió una mirada  llena de resentimiento.

-          Tienes todo el derecho de preguntar -  comenzó la anciana – aunque la  verdad, de esto nunca debiste darte cuenta.

-          Creo que debes explicar desde el principio, porque la verdad yo tampoco entiendo el rollo de todo esto -  dijo Damián apoyándome a su modo