¿Humanos o demonios? Nunca me abandones
Historia creada por: Jennifer Abril Guzmán S.
Todos los derechos reservados a: Jennifer Abril Guzmán S.
Compartido en: Wattpad y Facebook.
Capítulo 2 "El árbol de durazno crecerá"
"Primera, verano, otoño...invierno, no importa que estación sea, no importa cuanto tiempo pase tú estarás ahí, pero ahora...duerme, duerme pequeño, descansa y florece como...¡Mi felicidad!"
La pequeña flor de loto se encontraba en su habitación mirando el gran cielo estrellado, su miraba se perdía aquellos hermosos puntos brillantes que se encontraban a miles de millones de kilómetros. Sus ojos empezaron a cristalizarse, su pecho dolía, su piel suave y delicada se había tornado reseca, la joven flor de loto estaba devastada.
Días, semanas, meses, años, dos años en qué la pequeña flor de loto estaba destrozada. Aquellos seis demonios no sabían que hacer, su pequeña estaba herida y no pueden ayudarla, no por que ella no los pueda ver o que no sepa que existen so no por que no pueden ayudarla, no comprenden lo que le pasa, a pesar de que ellos habían sufrido en el pasado no logran comprender lo que ella siente por que simplemente no pueden, nadie puede entender el dolor de alguien más por que no lo sufre, nadie sufre igual que alguien más...nadie...
-Buda, Buda por favor escucha nuestra plegarias, ayuda a que nuestra pequeña encuentre paz y vuelva a ser feliz, te lo suplico, se que nosotros mánchanos tu nombre y merecemos sanción pero...a nuestra pequeña no, no a nuestra pequeña flor de loto- dijo el joven demonio Mike. La desesperación de volver a ver a su pequeña feliz una vez más los mataba.
"Tus palabras son torpes pero tu intención es noble, algo que no es común en la mayoría de los demonios, la primavera llegará y tu flor de loto volverá a nacer al igual que mi dulce durazno"
La primera había llegado y la flor de loto seguía igual, esa noche la pequeña flor de loto miraba al cielo por de su ventana en busca de estrellas de que admirar pues esa noche no había estrellas pero en su lugar había una enorme luna que iluminaba la fría y obscura noche.
-Veo que ya llegó la primavera- dijo alguien desde la cama de la pequeña con una linda vocecita, aquella extraña era muy juguetona y reía constantemente -Pequeña ¿por qué te gusta el dolor? Eso no es sano, sabes solo por que odio ver a niñas llorar te daré un consejo, ve hoy a las 12:30 a.m al bosque de los árboles viejos, acércate hacía el árbol y di "Viejo kodama, necesito ayuda", ¿sabes qué es un kodama?- pregunto la extraña hacia la flor de loto, la joven sólo asintió con la cabeza.
-Si, los kodama son los espíritus de los árboles, ellos habitan en los árboles de cientos de años- dijo la pequeña niña con su dulce voz con algo de inocencia.
-Muy bien, la niña hizo su tarea...haz lo que te digo y la pasarás bien- río un poco y empezó a desaparecer, la flor de loto hizo caso a lo que le dijo la extraña y fue hacia donde le dijo con una pequeña mochila, cuando llegó a ese lugar quedo maravillada por el paisaje, era hermoso, a diferencia de otros bosques que en la noche parecían tenebrosos este estaba iluminado por las bellas luciérnagas, dejo de distraerse por el paisaje y se adentro al bosque para buscar el árbol más grande.
"Le pediste a Buda que ayudará a que tu pequeña flor de loto encontrará paz pero...Buda no tiene intención de ayudarlos, yo quiero ayudarlos...mi dulce durazno nacerá cuando ella vuelva a convertir en su flor de loto...su corazón se esta marchitando pero el anciano kodama la ayudará...solo espera, espera mi dulce demonio, espera por que mi durazno...crecerá"
La joven flor de loto buscaba el árbol más grande pero en su búsqueda encontro un durazno, estaba seco, posiblemente muerto, pero la pequeña lo miró y sintió una sensación rara, se acercaba lentamente al durazno y aquella sensación aumentaba como se acercaba al durazno, cuando estuvo cerca estiró su manita y con sus delgados dedos tocó el tronco, de pronto, aquel durazno muerto se había llenado de hermosas flores, algunas caían al compás del viento, separó la mano del tronco y el árbol estaba igual que antes, no había ni una flor de durazno a su alrededor...era una ilusión.
Siguió buscando a aquel árbol más grande y cuando lo encontró era tarde pero no se rindió
-¿Hola? ¿viejo kodama?- dijo algo nerviosa la pequeña, en eso, unas lindas criaturitas empezaron a salir de los árboles, eran de colores verde pálidos y blanquecinos, la joven flor de loto estaba maravillada, era la primera vez que veía espíritus.-Hola pequeña, yo soy el viejo kodama ¿me buscabas?- dijo una criaturita de color verde pálido que se había acercado a la pequeña.
"Ayudarla viejo kodama, has que encuentre la paz para que mi dulce durazno vuelva a la vida, has que mis demonios vuelvan a la tranquilidad, has que todo vuelva a estar en orden...te lo pido"
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¿Humanos o demonios? Nunca me abandones
Kısa HikayeEspero les guste mi pequeño libro. Esta historia es 100% mía, todos los derechos a mi nombre.