Osho❤️

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La chica de ojos marrones dedicó una mirada que penetraba en lo más profundo de la chica rubia. Esos ojos por primera vez en mucho tiempo reflejaban paz y seguridad. Se sentía dichosa de haber escuchado aquellas palabras, por primera vez se sentía una verdadera persona. En lo que llevaba vivido, la habían pisoteado y humillado, le habían hecho creer que era un estorbo en el mundo, muchas veces la habían hecho sentir basura. Y por primera vez en veinte años de vida, se sentía realmente una persona, un ser humano, alguien útil e importante.

-Santana.-Dijo la rubia.

Santana se había perdido en aquellas órbitas azules llenas de brillo y felicidad.

-Lo siento.-Dijo levantando la mirada.-¿Qué decías?.-

La rubia rió.

-Te estaba diciendo que tienes una sonrisa muy linda.-Dijo cruzándose de brazos y recargándose en el respaldo de la silla.

-Oh.-La morena tapó su sonrisa con sus palmas.

Aquel gesto se le hizo tan lindo a la rubia. Sabía que en el fondo aquella chica lo único que necesitaba era que le recordaran lo bonita que era, pues seguramente ya se le había olvidado.

Se podría decir que aquella cita marcho más que perfecto. Ambas reían y comentaban aspectos de sus vidas poco interesantes, una que otra vez la rubia le recordaba a la morena lo linda que era y esta se derretía cuando escuchaba "Eres muy bonita" o "Me gusta tu cabello".
Podría decirse que en todo el rato que estuvieron ahí, no hubo rastro de aquella Santana frívola y llena de malas vibras. Al contrario, una chispa de felicidad le invadió mientras hablaba con aquella rubia. Lástima que lo bueno siempre dura poco.

Brittany miró su reloj de mano y suspiró, su hora de llegada ya estaba a punto de dar y de seguro su chofer ya la esperaba afuera.
Brittany llamó al mesero que de inmediato llegó a su mesa.

-¿Podría traerme la cuenta?.-Dijo la rubia.

Y la morena comenzó a sudar frío, llevaba cincuenta dólares y sabía que eso no era ni una cuarta parte de lo que la cuenta marcaba. Sacando un monedero de su desgastado bolso de mano metió su derecha en busca del billete. Brittany la miraba con el entrecejo divertido pues no dejaría que la morena pagara ni un centavo de esa noche. El mesero dejó la cuenta forrada de un folder negro y cuando Santana estiró su mano para tomarlo, la mano de la rubia la detuvo y esta tomó el folder.

-Yo...yo tengo cincuenta dólares.-Dijo la morena con la cabeza cabizbaja.

La rubia sonrío y negó con la cabeza.

-Hoy pago yo.-Dijo hachando un vistazo a la cuenta.

Seiscientos dólares por dos platos de ensaladas y una botella de vino tinto.

Ambas salieron del restaurante, Santana mantenía sus manos en los bolsillos de su pantalón de seda, por dentro aquellos bolsillos estaban agujerados. La morena rió, que ironía, una chica linda de alta categoría saliendo con una chica que formaba parte del índice de pobres del estado de Florida. La rubia titiritaba del frío que hacía, ráfagas de viento se estaban haciendo presentes, la morena lo notó y de inmediato puso su pequeño saco en los hombros de la chica más alta.

-No es necesario.-Dijo está tratando de quitarse el saco.

-Vamos.-Lo volvió a poner.-No me gustaría que te enfermaras.-

La chica de ojos azules accedió, solamente porque era el primer gesto de bondad que veía por parte de Santana.
El chofer las esperaba en la glorieta que ahora mismo estaba deshabitada, los puestos habían cerrados y los propietarios hippies descansaban plácidamente en sus grandes casas de campaña.
La rubia rodó sobre sus pies y quedando frente a la chica de ojos marrones sonrió.

"Free hugs" [Fanfic Brittana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora