Diez❤️

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[Tarde pero seguro]

-Entonces.-Santana titubeó.-Sí yo soy tu princesa ¿Tú puedes ser la mía?.-Preguntó con pura inocencia.

Brittany esbozó una sonrisa.

-Mmm.-Fingió pensarlo.-De acuerdo.-Dijo con una sonrisa que hacía marcar sus hoyuelos.

Siguieron en silencio unos minutos, ambas se miraban de reojo y cuando de vez en cuando sus miradas chocaban, las apartaban por los nervios que una le provocaba a la otra.
Habían pasado tres minutos así, hasta que un estornudo por parte de Santana las hizo hablar de nuevo.

-Salud.-

-Gracias.-Dijo con la mirada en un punto ciego.

Brittany tenía un propósito. Se lo había planteado la noche que llegó a casa después de su cita con Santana, su propósito era hacer que esa fachada de niña frívola e indiferente que tenía, desapareciera, pero su mayor propósito, era hacer que la chica de ojos marrones le diera un abrazo. Aunque sonara muy difícil de conseguir, tenía un plan y si todo marchaba bien, en poco tiempo esos brazos sentirían el calor de los suyos.

-Me siento mal al no dejarte ir a comer.-Dijo la rubia.

Santana negó con la cabeza.

-No hay problema. Me gusta hablar contigo.-

Brittany rió nerviosamente y de inmediato se calló, pues recordó que a Santana le molestaba.

-Dices que te gusta platicar conmigo. Pero no hemos dicho nada.-Sonrió de lado.

-Entonces, hablemos de algo.-Respondió la morena.-¿Cómo te ha ido en la universidad?.-Preguntó.

Brittany suspiró, recordó su cinco en literatura, su seis en temas, su otro cinco en sociales y sus demás calificaciones deficientes.

-No muy bien, yo no nací para la escuela.-Frunció el ceño.

-¿Entonces qué te gusta hacer?.-

Brittany sonrío y sus ojos brillaron. Ella amaba cantar.

-Mi mayor sueño es ser cantante.-

Santana abrió sus ojos sorprendida, a ella también le gustaba cantar, pero no consideraba el canto su prioridad, todo lo contrario a la rubia pues a ella si le gustaba la escuela y era buena para ello.

-¿Po...podrías cantar algo?.-Preguntó.

La rubia negó con la cabeza y una sonrisa.

-Nunca nadie me ha escuchado cantar. Sólo mi hermana, de hecho, deje de cantar cuando ella murió.-

-¿Porqué? Si es algo que de verdad te gusta.-Preguntó confusa.

Siempre había temido aquel día en que alguien le preguntara sobre su hermana. Le gustaba recordarla por lo que había sido, sin embargo, no le gustaba hablar sobre ella con las demás personas pues eso implicaba recibir comentarios de consuelo o pésame y eso le hacía sentir aún más mal.

-Es un tema complicado.-Dijo agachando su cabeza.

Santana asintió dando a entender que la comprendía.

-Descuida.-

El silencio se volvió a hacer presente y ahora ninguna se dio el lujo de romperlo. Sus manos posaban en el pasto. Separadas por unos cuantos centímetros, distancia que fue rota cuando la rubia tomó la de la morena y la miró directo a los ojos.

-¿Este tipo de contacto no te molesta?.-Preguntó Brittany.

Santana negó con la cabeza.

-Me gusta.-

Ambas miradas se mantenían. Como si no se quisieran dejar una a la otra, una sonrisa se les dibujo.

-Hagamos un trato.-Sentenció la rubia.-El día que tú me des un abrazo, yo cantaré para ti.-

-No lo sé.-Agachó su mirada.-No creo poder hacerlo.-Dijo dudosa.

-Vamos, no es tan difícil.-

Santana negó.

-No creo poder hacerlo. En serio odio los abrazos.-Suspiró con su mirada en el pasto.

La rubia frunció el ceño.

-Yo te ayudaré a lograrlo.-Apretó su agarre.

-¿Cómo?.-

-Primero dime si estás dispuesta a intentarlo.-

Santana lo pensó, después de todo ¿Qué podía perder?

-De acuerdo.-Dijo aún dudando.-¿Cómo es que me ayudarás?.-

Algo que caracterizaba a Santana era su honestidad, cada vez que se comprometía con algo, lo cumplía.

Brittany sonrío.

-Odias todo contacto que demuestre afecto. Pero dime ¿Ya diste tu primer beso?.-

Santana solo asintió con la cabeza como lo había hecho toda la noche cuando no encontraba las palabras correctas para responder.

-Entonces...si yo quisiera besarte ¿Me dejarías?.-Preguntó la rubia.

Y ahí estaba una vez más, sin palabras y con un nudo de nervios en su mente y en su garganta. Nunca había conocido a alguien que le hiciera sentir tan nerviosa tan sólo con el roce de su mano o una mirada. Y como lo había hecho anteriormente, asintió levemente. Porque en realidad se moría por probar esa boca color cereza.

Una ola de mariposas revoloteaban en el estómago de Santana, al sentir esos cálidos y suaves labios sabor menta sobre los suyos, el olor a vainilla que emanaba del cuello de la rubia le hizo cerrar los ojos y disfrutar el momento, un golpeteo en el pecho le hizo dar a entender que le gustaba la sincronización de aquellos labios con los suyos. El intercambio de saliva y el constante sonido al romper los besos, le dio indicó de no detenerse a la rubia, y con la confianza del mundo tomó el labio inferior de la morena para morderlo lenta y maliciosamente, sus manos se encaminaron a las caderas de su ahora amante y rodó unos cuantos centímetros su cabeza para no chocar sus narices, se separaban de vez en cuando para lograr respirar y cuando lo hacían sus labios volvían a chocar; las manos de Santana encontraron el punto perfecto para mantenerse firmes y de vez en cuando jalaban cuidadosamente la cabellera rubia de la que se sostenían. Así habían pasado cinco minutos, hasta que la alarma del reloj de mano de la morena sonó e hizo que ambas detuvieran la entrega de deseo que sus bocas deseaban por probar.

Por unos instantes mantuvieron sus frentes juntas y cerrando los ojos dejaron que el latido de sus corazones fuera el único ruido que se escuchara. Dejando que sus respiraciones volvieran a la normalidad, sin decir ni una palabra, ambas caminaron de regreso a la glorieta. Ahora las luces blancas adornaban los puestos, pues ya estaba comenzando a anochecer. Ambas detuvieron su andar en el lugar que Brittany se paraba.

-Tengo que regresar.-Dijo la morena.

-¿Te gustaría que me quede hasta que cierren?.-Preguntó la rubia.

-¿No te llaman la atención en tu casa?.-

Brittany negó.

-Puedo llegar a la hora que quiera.-Dijo.

-Entonces sí.-Respondió la morena.

-Vale.-Dijo la rubia dedicándole una sonrisa a Santana.

Así ambas volvieron a sus puestos y continuaron sus labores con una sonrisa en el rostro.

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Les dejo una foto para que se den un idea de como es la glorieta xD

Dije que si me ayudaban con sus votos subía otro y me tarde mucho, pues tuve una semana muy difícil..por centésima vez me robaron el celular, me fue mal en exámenes y otras cosas.! U.u así que perdón...
Ahora sí prometo subir otro más al rato..
Gracias x votar :)

"Free hugs" [Fanfic Brittana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora