Para seductora, yo.
Narra Abril:
Justin salió de la habitación, me acosté, sentía que la cabeza me latía, espero que no me salga un chichón de lo contrario Bieber debería considerarse muerto.
Esperé quince minutos, la cabeza ya me dolía menos y ya no estaba mareada, me levanté con cuidado y vi que se abrió la puerta.
-¿Puedes moverte? –Preguntó él
Me reí fuerte, el frunció el ceño acto que me hizo reír más fuerte.
-¿De qué te ríes? –preguntó incrédulo.
-¿No y que era yo era la que me iba a enamorar primero? –Hice la pregunta retórica y sarcástica riéndome.
-Por dios Abril – puso los ojos en blanco – Solo me preocupaba, yo te di yo soy el culpable. Además te desmayaste.
Volteé los ojos.
-Sí, San Justin – Me reí y me coloqué frente a él – Me conmueve tú... Preocupación, pero ya estoy bien babe.
Salí de la habitación sonriendo, mucha preocupación confundía, ¿será que de verdad...? ¡Por dios Abril Montero! ¿En qué estás pensando? Llegué a mi habitación, y me metí a bañar, al salir me puse una franela gris, un blue jean y unos botines negros, me perfumé, me vi al espejo y estaba bien, me vi la frente y en donde me pegó Justin lo tenía rojísimo, tenía pinta de ponerse morado, eso me molestó profundamente, pero eso me pasa a mí por andar de tarada viéndolo... Salí pero no sabía en donde estaba Justin, de estar solo hubiese gritado hasta que apareciera, pensé en la posibilidad de hacerlo, pero no, así que me asomé desde el arco de la escalera pero no había nadie en la sala, caminé al pasillo donde estaban las salas de estar y nada, a lo mejor y estaban en donde "la discoteca" abrí y allí asomé la cabeza, estaban tres chicos sin contar a Justin, uno pelirrojo y dos catires "Bueno señor ¿de dónde salen ellos?, parecen modelos".
-Pasa Abril, te los quiero presentar.
Los miré una vez más, lo que me preocupaba en si era la actitud de Justin, me erguí, abrí la puerta y la cerré a mi espalda, los tres chicos que estaban allí se le salieron los ojos de orbitas, yo sonreí casi burlándome en sus caras, ¿Qué le costaba a Justin portarse como ellos? Me crucé de brazos y alcé una ceja, Justin se paró a mi lado.
-Ya, ¿Estas bien? – Preguntó y puso su mano en mi hombro.
Lo miré le sonreí con el sarcasmo escrito en todos lados, me aparté de él.
-No, lo que pasa es que estoy aquí en pie porque tú me dijiste que viniera – Volteé los ojos.
Negó con la cabeza.
-Te presento a mis mejores amigos, son Chaz, Ryan y Christian – Dijo señalándolos – Chicos ella es Abril Montero...
-Su empleada doméstica –Dije yo a su vez.
Él más corpulento de ellos que correspondía al nombre Christian se situó frente a mí y me extendió la mano, yo lo miré y la estreché.
-Mucho gusto, guapa.
-Hola – Dije con una sonrisa forzada.
En ese momento los otros dos se levantaron de sus asientos.
-Es un placer conocerte.
Estrechó nuestras manos el llamado Chaz.
-Igualmente.