Cuando hablamos de amor

Yo Te Quiero

-Por favor, atiende el teléfono, dejame explicarte. Li, lo lamento, no quise lastimarte.
3 mensajes en la contestadora cuando no eres nada no está mal. Nada mal. Creí que todo era una pesadilla, pero Jake entró a mi cuarto con el desayuno, entonces comprendí: estoy en problemas.
Luego de limpiar, fuimos a caminar por el lago, dicen que el agua se lleva todo, y yo quería que arrastrara los últimos cuatro días, que los dejara bien lejos.

-Jake lo siento, no estoy de humor, quiero irme a casa.
-descuida - su rostro parecía apenado - lo entiendo. Se lo que se siente.

Cuando llegamos a la esquina vimos un paquete en mi puerta. Nos miramos y al grito de "bomba o cruz" corrimos hacia él empujándonos como cuando niños.
Entramos el paquete y nos tomamos diez segundos para abrirlo.
-Ya que es para ti, yo miraré primero - Jake era ansioso, divertido y tierno, era extraño que no tuviera novia - de acuerdo mi niña no espíes... Veamos... Oh.
De pronto el rostro de Jake tomó un color pálido. Su sonrisa se había convertido en una mueca desilusionada, sus ojos estaban tristes. Deslizó sus manos por el paquete hasta tocar el suelo y luego lo arrastró hacia mí.
-¿qué ocurre, qué es? - quite aprisa el envoltorio y metí mis manos sin mirar el interior. Hallé una nota, y con ella, a Roy.
En ese paquete había un gran oso de peluche, debo aceptar que siempre tuve debilidad por ellos. No pude evitar la sonrisa al verlo, lo abracé y mientras decidía su nombre, divisé la nota que colgaba de su brazo.
"Espero que te de el calor que yo no supe darte, y los abrazos que no alcancé a regalarte. Siento haberte hecho mal. Dame una oportunidad, haré que no te arrepientas jamás.
Te quiero, Juan".

-Creo que ya debo irme - dijo Jake levantándose. Lucía apagado, desorientado, triste, tal como yo me sentía ayer. Pero no pude disimular mi alegría, primero los mensajes, luego el regalo, realmente se sentía apenado ¿verdad?

-Jake, no, no te vayas. Quedate conmigo un poco más.
- Tengo que hacer algunas cosas y ... Y tu tienes que disfrutar tu regalo.
Tomó su mochila y me despidió con un beso en la frente.

- Oye, mi niña, no olvides que eres especial. Vales más que unos detalles tontos
- Igual tú Jake, te quiero
- Yo te quiero más.