Capítulo 7

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Rubén empezó a besarme, era un beso bastante salvaje pero con un toque tierno que lo hacía tremendamente especial y te hacía desear que no acabara nunca. Mientras continuaba besándome, me empezó a acariciar la pierna, su mano iba desde el tobillo hasta el culo, este chico conseguía excitarme como nadie lo había conseguido. Mientras con una mano me agarraba el cuello, con la otra recorría todo mi cuerpo, explorándolo como un niño cuando tiene habitación nueva. Yo empecé a acariciarle la espalda con una mano, la otra la tenía en su cuello, su espalda era perfecta, tenía una suavidad que la caracterizaba además de su tono pálido de piel. Me empezó a besar el cuello y fue bajando lentamente dejando un recorrido de besos, cuando llegó a mis bragas, me miró y me dijo:
Rubén: ¿Estás preparada para vivir la noche más salvaje de tu vida?
Miku: Por supuesto. (Contesté algo tímida)
Él bajó mis bragas lentamente con sus dientes, el roce de su boca con mis zonas, me causaba un placer enorme, estaba deseando que empezara la acción.
Cuando se deshizo de mis bragas, empezó a dar besos en mis zonas, primero besó suavemente y sin lengua, y poco a poco empezó a introducir su lengua, la movía con una delicadeza que hacía que el sexo oral fuera increíblemente placentero, y empecé a gemir olvidándome de Mangel, que estaba en el sofá.
Después de un rato haciéndome sexo oral, se tumbó sobre mí, él aún tenía los boxers pero notaba su miembro bien erecto, lo cual me gustaba bastante. Hice que él quedara debajo de mí y empecé a acariciar su miembro por fuera de los boxers, su cara me decía que estaba disfrutando de esto, introduje mi mano en sus boxers y empecé a jugar con su miembro, él desesperado me dijo:
Rubén: Joder Miku, no puedo más.
Con sus palabras entendí que tenía que empezar la acción, ya habían sido suficientes preliminares, así que le dije que se pusiera un condón y cuando ya lo tenía puesto agarré su miembro y me lo introduje lentamente. Ya tenía todo su miembro dentro, empecé a moverme hacia delante y hacia detrás, combinando movimientos circulares, giramos y él quedó encima de mí y empezó las embestidas tan fuerte como le era posible, yo solo podía gemir de lo que estaba disfrutando. De repente sacó su miembro y me giró quedando yo boca abajo, me empezó a dar palmadas en el culo, lo cual me excitaba muchísimo, y se introdujo salvajemente en mi culo, joder como estaba disfrutando de esta noche. Seguimos hasta que llegamos al orgasmo y le dije:
Miku: Si todas las noches me vas a dar esto, me aficionaré a quedarme aquí.
Rubén: Por mí perfecto, te queda mucho sexo conmigo.
Después de eso nos quedamos dormidos, yo con mi cabeza en su pecho y el abrazando mi cintura.
Narra Mangel
Estaba tranquilamente durmiendo cuando Wilson empezó a lamerme la cara y me despertó, aproveché y fui a la cocina a beber algo y al baño, cuando estaba en el baño escuché a Rubén diciendo:
Rubén: Dios Miku que bien lo haces.
Era obvio que estos dos estaban disfrutando de una noche de sexo, me entró la risa por el comentario de Rubén, y para no hacer ruido me tapé la boca mientras reía. Era incómodo escuchar a tu mejor amigo follando aunque teníamos bastante confianza y sabía como era él en estas sitiaciones, me tumbé en el sofá con la música bien alta y el sueño me pudo y me quedé dormido otra vez.

De nuevo salseito hot, esperamos que os esté gustando la novela, dejad en los comentarios vuestra opinión.

50 sombras de Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora