Capítulo 24

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Después de ese encuentro en el jacuzzi, Rubén propuso ir a dar una vuelta a ver si veían vacas o algo. Estaban paseando por el prado cuando Miku vio una vaca y gritó emocionada.
Rubén: ¿Qué pasa?
Miku: La vaquita, Rubén hay una vaca. Vamos a tocarla.
Estaba increíblemente emocionada, parecía una niña el día de su cumpleaños.
Rubén la cogió la mano y la llevó hacia la vaca.
Rubén: Ven, acércate un poco más.
Miku: Sí, ¿pero no hace nada no?
Rubén: No, a no ser que la enfades o la caigas mal como a mí.
Miku: Oye imbécil, si tan mal te caigo te vas por tu camino y yo por el mío.
Miku se hizo la ofendida y Rubén se acercó, la rodeó la cintura y la aferró a él.
Rubén: ¿Sin mi pequeña fiera que iba a ser de mí? Si me tienes tonto, de tanto que te quiero.
Miku: Porque eres así de tierno si no, te mataba. Venga vamos a tocarla.
Se acercaron y Rubén cogió la mano de Miku y la guió hasta la cabeza de la vaca para acariciarla. La vaca estaba bastante tranquila por lo que Miku se relajó y empezó a acariciarla más confiada. Rubén le dio pan y de la nada aparecieron dos vacas más. Estuvieron dos horas con las vacas y se hicieron unas fotos muy bonitas, empezó a anochecer y se fueron a casa.
Rubén: ¿Qué piensas que estás tan concentrada?
Miku: Que me encanta este ambiente, es puro, tranquilo y lleno de vida. De viejecita me gustaría vivir en un sitio así.
Rubén: Cuando seas una viejita te traeré, pero no a una casa alquilada sino a una que será nuestra.
Miku se abalanzó sobre él y le dio un beso, enredó sus piernas en la cintura de Rubén y él la agarró del culo mientras correspondía ese beso tan puro, tan tierno y tan lleno de amor.
Después de un rato andando Rubén se subió a la espalda de Miku.
Miku: ¡¿Pero qué haces puto loco?! Quítate que pesas un cojón.
Rubén: Venga, llévame que estoy cansado.
Miku: ¿Qué dices? Ni loca. Bájate.
Rubén se bajó y empezó a reirse como un loco, mientras Miku le daba puñetazos en el brazo.
Miku: Ahora por listo me llevas tú a mí.
Rubén: Si hombre que lista, no.
Empezó a correr para que no se subiera y Miku lo siguió hasta que lo alcanzó.
Rubén: Que sí tonta, sube anda. Además que así te puedo tocar el culito.
Miku: Rubén estás enfermo eh.
Miku se subió mientras se reía por el comentario de Rubén, al subirse, efectivamente él agarró su culo.
Miku: Me gustan tus manos en mi culo, por mí puedes quedarte así siempre eh.
Rubén: No me lo digas dos veces que pego las manos con pegamento eh.
Y así entre risas y conversaciones absurdas fueron a casa, y al fin llegaron. Estaban muy cansados por lo que se fueron a dormir directamente.
Miku: Buenas noches y mil gracias por cada detalle, y por todo lo que me das. Te quiero mucho.
Rubén: ¿Gracias? Gracias a ti por aguantar a este imbécil que te quiere con todas sus ganas.
Él besó su frente y apoyó la cabeza de Miku en su pecho y mientras la abrazaba se quedaron dormidos.

Después de tanto tiempo, un capítulo nuevo. Esperamos que os guste.

50 sombras de Doblas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora