2.Este hombre está perdiendo el juicio. parte1.

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El fin de semana le paso tranquila en casa con mi gran familia, el domingo fuimos a comer a casa de Evelyn con Artur y la Sra Smith, tenia una hermosa casa a las afueras de la ciudad, los niños se lo pasaron en grande corriendo por su jardín. Cuando llegamos a casa Artur ( Sr Goremant ), tuvo que ayudarme a bajarlos del coche en el trayecto a casa se habían quedado dormidos.

Les di un baño y se quedaron dormidos estaban agotados no quisieron ni cenar, así que aproveche para darme una ducha y relajarme un poco, me sentía tensa, el jueves presentamos mi demanda de divorcio, mañana seguro Marco nos contestaría, hacia 3 años atrás él mismo había jurado, no darme el divorcio, me aseguro que jamás me permitiría que me casará con otro hombre, ¿por que ahora le urgía tanto el divorcio?, puede ser, que tenga pensado casarse de nuevo, sentí un pinchazo en el corazón, ¿celos? Se supone que debe darme igual....

Me metí pronto en la cama agotada tanto mental como físicamente.

El lunes cuando me levante llevaba 4 horas despierta dando vueltas en la cama, estaba nerviosa hoy seguro tendríamos noticias de Marco, y eso no presagiaba nada bueno, me levante y prepare el desayuno a los niños que tenían una energía renovada, estaban más activos de lo normal, me prepare una tila que no hizo nada por aplacar mis nervios.

Cuando llegue a la oficina de Artur llegue jadeando por la carrera desde el aparcamiento este al verme echo una carcajada que no entendí.

-No se nada aún, en cuanto contacte conmigo seras la primera en saberlo- no me había echo falta preguntarle, volví a mi mesa ya que el Sr Goremant había seguido trabajando sin importarle que yo siguiera allí, se le veía un poco malhumorado, una cosa rara, en los dos años y medio que llevaba trabajando con él nunca le había visto enfadado. Al contrario se caracterizaba por su dulzura y paciencia. Me consta que ayuda a muchas personas en riesgo de exclusión social. Pero quizás también él podría tener un mal día. Me encoji y me dispuse a ponerme a trabajar, aunque mi mente estuviera en otra parte.
Paso toda la mañana y sin noticias de Marco, me esta volviendo loca esta espera, el sabe bien como ponerme nerviosa, en el pasado le habría llamado para insultarle, pero esta vez no le daría el gusto.

A las 3 del mediodía el Sr Goremant salio de su despacho.

-Emily, vamos es hora de comer- termine de apagar el ordenador mientras recogía el escritorio, cerramos el despacho y nos fuimos a mi casa a comer con la Sra Smith. Los niños dormían por lo que comimos tranquilamente, el Sr Goremant se marchó enseguida, excusando que tenia una reunión muy importante, cuando le pregunte que por que no estaba apuntado en su agenda, por supuesto no me habría importado ir a trabajar aquella tarde, me había cambiado de conversación contándome que habia hablado con Evelyn y que está le contó que habia pasado una tarde maravillosa con nosotros y estaría encantada de repetir pronto. Me estaba evitando pero no entendía por que, estaría pendiente me da la impresión de que algo va mal.
La Sra Smith se marchó al rato del Sr Goremant, estaba como nerviosa, ya no sabia si eran imaginaciones mías. Sentí a Megan llorar y fui a la habitación, Marcos aun dormía cógi a Megan en brazos llevándola conmigo a la cocina, la senté en su trona, le prepare un cuenco con frutas troceadas, que comió, mientras iba por Marcos que estaba llorando, le lleve a la cocina y le di su cuenco de frutas como el de Megan.

Cuando terminaron los lleve al comedor a su mantita para que jugarán.

Sono el timbre, según dejaba a los niños.

-Esperar aquí a mama, a ver quien es, ya va-, camine hacia la puerta, gire el pomo de la puerta y al abrir la puerta me encontré con Laurence, la hermana pequeña de Marco, fue el único apoyo que tuve en esa casa, en ocasiones se enfrentó a Marco, por defenderme.

-¡Laurence!-, se acercó a mi dándome un abrazo.

-Emily, cuanto te echado de menos-, se apartó de mi para mirarme y volvió a darme otro abrazo más fuerte que el anterior, no puedo dejarla pasar y arriesgarme con los niños, pero siempre fue tan buena conmigo....¡al diablo!.

Más de lo que llegue amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora