7.Quimioterapia al corazón. parte1

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Llegamos a la consulta del doctor Velaber, en seguida nos dijo su secretaria que pasáramos, entramos en el despacho con las paredes en un blanco inmaculado, su escritorio y estanterías con libros, en un marrón oscuro, luego las vitrinas y demás instrumentos en acero, caminamos saludandolo para sentarnos en las sillas frente a él, cógio unos papeles y los estuvo mirando por un buen rato.
-Veamos Emily, e estado mirando tu caso, y bueno esta bastante avanzado, pero vamos acabar con él, tendrás momentos duros durante las sesiones de quimioterapia, pero créeme valdrá la pena-, la verdad me daba igual luchar con uñas y dientes, lo haría por dos grandes razones como lo son mis hijos. Después nos estuvo explicando como seria la intervención, la verdad me daba un poco de tristeza quedarme sin un pecho, me explico que después del proceso podría ponermela de silicona, mientras tanto podría usar unos sujetadores especiales con relleno, nos explicó que las sesiones de quimoterapia serian 15, en un principio si el cuerpo reaccionaba bien, se daría una sesión por semana, nos advirtió que a la mitad de las sesiones me encontraría más débil por lo que habia que poner una sesión cada 15 días, ya que el cuerpo se verá excesivamente resentido, debido al tratamiento.
Cuando salimos del hospital iba aturdida, con tanta informacion que procesar, Marco igual no hablaba, se mostraba enfadado, la verda su actitud no ayudaba mucho, quizás estaba molesto por que esto se va alargar más de lo que él pensaba, había prometido estar a mi lado y ahora, se sentía presionado ha estar conmigo, quizás ¿6 meses?.
Llegamos al departamento, los niños veían la televisión, mientras la Sra Smith, los preparaba la merienda, Marco paso de largo sin decir nada hasta su despacho donde se pasó el resto de la tarde y yo me quedé ayudando a darles la merienda, me apetecía estar con ellos, evadirme de los problemas, pasamos la tarde viendo películas que gracias que la Sra Smith se acordó de cojer, los niños no sabia italiano, comimos palomitas y jugamos con los coches de Marcos haciendo carreras, me embrague de su inocencia, solo estábamos ellos y yo.
Los estaba dando de cenar, cuando Marco entro en la cocina, la Sra Smith se había ido a dormir por que su vuelo salía bien temprano, no tenía tronas para darle de comer por lo que ellos corrían de pie por la cocina, yo detrás de ellos con plato y tenedor en mano.
Cuando pasaron por el lado de Marco, los intercepta tomando a cada uno con un brazo.
-¡Ey renacuajos! Cuanta guerra dais a mama, vamos a sentarnos aquí y a comer tranquilamente-, se sentó con cada uno en una pierna en el banco de la cocina.
Me senté en una silla frente a ellos, terminando de darles de cenar, Marco se los llevo a la sala, mientras yo terminaba de recoger la cocina y terminaba de preparar nuestra cena.
Cuando entre a la sala, Marco se encontraba tumbado en la chaislongue con cada uno de los niños en un lado, los dos recostaban su cabecita sobre su pecho, era una imagen tan bonita de ver, que nunca me imagine que mis ojos verían.
Cuando entre me miró intentando girarse lo mínimo para no molestarlos, se habían quedado dormidos, me acerque, tomando a Megan en mis brazos, Marco se levantó con Marcos y subimos a dormirlos, me sentía un poco extraña compartiendo estas experiencias con él, había sido tanto tiempo haciéndolo sola.....
Caminamos hasta nuestra habitación, Marco se metió en el baño, mientras me cambie por un camisón negro de encaje que habia encontrado entre una de las bolsas, encendí el televisor poniendo una película que justo empezaba, me metí bajo las cobija, espirando el aroma que desprendían las almohadas a Marco.
Salio del baño solo en bóxer, se veía tan sexy que me daban ganas de abalanzarme sobre él y besar uno a uno todos los músculos de su cuerpo.
Se metió bajo las sabanas, buscando mi cuerpo, me tomo por las caderas para atraerme hacia él, apoye mi cabeza sobre su fuerte pecho.
-¿Qué tal te encuentras?-, me beso suavemente en la cabeza y acariciando en mi pelo.
-Bien, Marco, gracias por todo-, continuo acariciando mi cabello mientras veíamos la película, una de las veces mire hacia arriba, se había quedado dormida, le acomode para que apoyará la cabeza en la almohada, apague la televisión para meterme entre sus brazos y dormir.
Cuando desperté por el ruido de unas risas en la habitación, abriendo los ojos me encontré en el suelo a Marco sentado con los niños, los biberones se encontraban en la mesita de noche, por lo que supuse ya los habría dado de desayunar.
-Buenos dias-, los tres se giraron para mirarme con una sonrisa en los labios, Marco se levantó acercándose a la cama y sentándose junto a mí.
-Hola amore-, me dio un dulce beso en los labios, continúe el beso exigiendo más, mordió mi labio inferior provocando un gemido por mi parte, cuando nos apartamos los niños estaban trepando para subir a la cama. Me dijo Marco que habia llevado a la Sra Smith al aeropuerto, antes de que despertarán los niños, le pidió que nos despidiera de su parte con nosotros, se había convertido en una mamá para mí, la extrañaría mucho, Marco al darse cuenta que me había quedado seria se acercó a decir a los niños algo al oído, cuando no me pude dar cuenta los tenia a los tres sobre mí, haciéndome cosquillas, saltandome lagrimas de risa.
Bajamos a desayunar, después de vestir a los niños, mientras desayunabamos me comento de contratar a alguien para que me ayudara, me hubiera gustado que fuera la Sra Smith, pero no quería ponerla en ese compromiso, me dijo que hablaría con una agencia, los dos decidiríamos a la persona adecuada.
Marco llamo a la oficina para decir que no iría en todo el día, antes de colgar le dijo Anita que cuando saliera de la oficina, se pasara por el departamento, con todo lo que necesitará su atención inmediata.
Salimos a buscar una guardería para los niños, era bueno que se relacionarán con los demás niños, e establecieran relaciones, Marco no estaba muy de acuerdo, pero le explique, que los haría más independientes, a parte no me apetecía tener a los niños encerrados en casa, debido a mi enfermedad, habrá días que no me pueda ni mover de la cama.
Estuvimos en una que Laurence fué de pequeña, era bastante pija, las aulas se dividían en niños y niñas, no nos hizo falta ningún tramite, por lo visto mi maridito hacia generosas donaciones a la institución. No era de mi agrado, pero se que para Marco era bueno que le dejará tomar algunas decisiones sobre los niños. Nos enseñaron toda la institución, conocimos a las que serian las profesoras, mujeres muy entregadas con su trabajo y a los niños agradarón.
Comimos en un MC Donald y por la tarde visitamos un centro comercial, necesitaba cosas para los niños, tronas por que darlos de comer yo sola, era todo un espectáculo de ver.
No teníamos silla de paseo, ni cunas dormían en las camas bordeados de almohadas.
Compramos todo lo necesario, al ir a pagar, Marco se adelantó diciendo que eran sus hijos también, le deje hacer , se que ese echo alimenta su ego. Llegamos al departamento, agotados, Marco insistió en encargarse de bañar a los niños, para que yo descanse, me tumbe en el sofá y ellos los sentí de subir arriba.
Sentí un timbre sonar, dando un brinco asustada, hasta que me di cuenta que me había quedado dormida, el timbre volvió a sonar, fui abrir para encontrarme con Anita.
-Sra Bennedetti, buenas tardes-, le hize una seña para que pasara.
-Hola Anita, pasa-, la conduje hasta la sala, como nose sentía ní a los niños y ni a Marcos, supuse que aún los estaría duchado.
Yo solo venía a traer, los papeles-, me tendió una carpeta que yo tome, para dejar sobre la mesa del comedor.
-Bueno me marcho, no hace falta que me acompañes-, me dio un beso en la mejilla y salio, después sentí la puerta que se abría y cerraba.
Subo las escaleras para ir a buscar a esos tres.
Los busque por la habitación, el cuarto de baño, nada, me quedaba mirar nuestra habitación, cuando abrí los encontré a los niños en la cama cada uno arropado con una toalla, Marco sale del baño con una toalla alrededor de la cintura, lleva el pelo mojado, por lo que creo que se an duchado los tres juntos, siento una punzada de celos, yo también habría querido ducharme con ellos.
Bajamos a darlos de cenar, aunque Marco los sentó en el banco, diciéndoles que tenían que estar quietos mientras comían, consiguió que no se movieran hasta que terminó de darlos de cenar, le observe el buen manejo que tenia con ellos, parecía que lo había estado haciendo toda la vida. Subió a dormirlos mientras prepare la cena.
Cuando bajo yo estaba sirviendo unos filetes con verduras. Nos sentamos a la mesa y Marco no dejaba de mirarme, mientras masticaba.
-Marco-, llame su atención, -¿Qué pasa?...estas muy raro, estire mi mano sobre la mesa para tocar la suya, soltó el tenedor que tenia en la otra mano y tomo la mía entre las dos suyas.
-Me ha llamado Velaber, mañana por la tarde debes ingresar en el hospital, pasado a primera hora, quieren realizar la operación, se que es muy precipitado, pero el doctor dice que es mejor empezar cuanto antes.....-, me miraba esperando algo por mi parte, pero aún me encontraba procesando sus palabras. Le puse mi mejor sonrisa fingida.
-Esta bien Marco, pero alguien debe ocuparse de los niños-, se pasó la mano por el pelo, mientras cavilaba.
-Dejame que hable con Laurence-, se levantó de la mesa, sacando el teléfono y marcando salio hacia su despacho, me quedé pensando, pasado mañana no tendría un pecho. Recogí mi lado de la mesa, el apetito había desaparecido.
Encendí la televisión, sentandome en el sofá, cuando regreso no me percaté de su presencia hasta que no estaba sentado junto a mí, abrazándome, absorta en mis pensamientos.
-Ya está solucionado, Laurence nos prestará al ama de llaves que atiende su departamento, Julie ta es una mujer mayor, cuido de nosotros cuando éramos pequeños, te gustara-. Cuando habla de ella lo hace con mucho cariño y admiración. No se cuanto tiempo estuvimos así, el me abrazaba mientras yo miraba la televisión, aunque mi mente vagaba para ninguna parte. Me estaba quedando dormida cuando sentí que me llevaban en brazos.....
Desperté encontrándome sola, mire el despertador y eran las 8 de la mañana, los niños ya estarían levantados, pegue un bote de la cama, dándome cuenta que me encontraba solo con mis braguitas de encaje, pase al vestidor poniéndome unos legings con una sudadera de Marco.
Baje a la sala donde los niños desayunaba, viendo los dibujos, me acerque a ellos para darlos a cada uno un besito.
-Ma-ma-, Marcos empezó a llamame cuando iba de camino a la cocina, me pare para girar me a mirarlo, venía corriendo me agachó para tomarlo en mis brazos, camine con él hasta la cocina, que al llegar Marco cógio haciéndole cosquillas. Me fije en una señora de unos 60 años, pelo blanco en un moño, bastante menuda, mejillas prominentes, usaba unas pequeñas gafas apoyadas en la punta de la nariz, al percatarse de mi presencia alza la vista de la satén, regalandome una tierna sonrisa.
-Mira Emily, ella es Julieta-, se levantó con el niño en brazos, acercándose a la señora, dándola un beso en la mejilla, esa actitud de Marco me estaba sorprendiendo, quizás no le conocía también como creía. Marco en el pasado jamás se había mostrado conmigo de esta manera, al contrario siempre se había mostrado distante, pero me fascinaba el nuevo Marco que estaba descubriendo. Tome un jugo y un plato de huesos con beicon que preparo Julieta. Megan y Marcos jugaban con su padre, mientras nosotras charlábamos.

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Este capítulo le voy a subir en 2 partes esta es la primera.
Espero que les guste el capitulo y dejen sus votos y comentarios.
Gracias por leerme. Un abrazo
LA FOTO ES MARCO CUANDO SALE DEL BAÑO.

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