Los recuerdos de la mariposa.

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Es una pesadilla constante, horrible... verlo ahí desangrándose, sin un brazo y una espada en su pecho... me arrastro hasta él e invoco a mis mariposas de curación, pero su corazón late muy lento. En cambio los latidos que estaban dentro de mi, se han dejado de sentir hace un rato, esa bestia sabía dónde debía lastimarme para llegar a ese corazón... maldito!! Es mi culpa, yo los arrastre a esto, si no hubiera aceptado esta misión; esto jamás hubiera ocurrido y todos estarían vivos. Todo se vuelve borroso y finalmente llega la oscuridad, escucho voces a lo lejos y luego el silencio... Tiene que ser una pesadilla, una horrible pesadilla; alguien debería despertarme, porque yo no puedo hacerlo.

Desde muy pequeña escucho que soy la siguiente en ocupar el lugar de Lord Yue, que tengo muchas responsabilidades y que debo hacer esto o aquello, que no puedo hacer eso o aquello. Mientras otros niños al salir de los entrenamientos de la Hermandad se iban a jugar, yo debía quedarme ahí, para seguir entrenando o estudiando. Nunca fui normal, nunca tuve muchos amigos; porque temían acercarse a mí, era como si fuera una norma del pueblo: nadie puede acercarse a lady Aika. Hasta que conocí a Shun, cuando tenía cuatro años, fue mi primer amigo, quien me entendía y no le importaba quien era yo, para él no era lady Aika, era una niña con ojos llorosos, que siempre estaba triste y que necesitaba amigos. Aunque solo tenía cuatro años, sabía que mi abuelo había aceptado que alguien se me acercase, no sé si fue lastima o simplemente Lord Yue movía los hilos del destino.

Ese día había llovido mucho, pero nunca se ha cancelado un entrenamiento ni por una tormenta eléctrica, podría haber un huracán y aún así jamás se cancelaria un entrenamiento en la Hermandad. Ya se habían ido todos los niños, menos Shun que había pedido quedarse y yo; a quien obligaban a quedarse.

_ Por qué quisiste quedarte, si puedes ir a jugar con los demás? _ le pregunte.

_ Porque siempre estás sola y quise hacerte compañía... das pena. _ me respondió en tono burlón.

Desde ese día, él se quedaba a entrenar conmigo todos los días. Estaba feliz por tener un amigo, por no estar sola. Conforme pasaba el tiempo e íbamos creciendo, nunca dejamos de entrenar juntos y pasar juntos los tiempos libres. Conocí a Len, quien era su mejor amigo y solíamos pasar el tiempo los tres en el lago, hasta que Len entro en la medicina a los dieciocho años. Siempre estaba celosa de Shun, porque muchas chicas estaban enamoradas de él y aunque no quería admitirlo para no perder a mi único amigo, yo esta perdidamente enamora de ese hombre. Cada vez que iba a buscarlo al pueblo y estábamos juntos, siempre se le acercaba alguna chica a hablarle y yo sentía que iba a perderlo, porque las chicas eran muy guapas y yo era algo así como... otro chico; como siempre estaba entrenando, mi ropa estaba rota o sucia o rota y sucia, mi cabello recogido con una cola de caballo y algo despeinada, tenía que admitir que él nunca me miraría como una mujer, sino como un amigo. Sin embargo un día sucedió. Estábamos entrenando en las montañas, Kim nos dejo tomar un descanso y fuimos hasta un arroyo a beber agua y a limpiarnos un poco. Comenzamos a jugar con el agua, usando nuestros poderes mágicos no lanzábamos bolas de agua, yo tropecé con una roca y caí, Shun riéndose me tendió la mano para ayudarme a levantarme. Cuando nuestros rostros quedaron muy cerca, él me dijo:

_ Eres muy bonita Aika._ tomo mi rostro con sus manos y me beso.

Estaba por soltarme, pero lo abrece y le pedí que no me soltara y lo bese. Hacia tanto que esperaba eso, que sucediera ese momento entre nosotros. Me confeso todo lo que sentía por mi y yo hice lo mismo, ese día nos prometimos no separarnos nunca. Estaba tan feliz, ni en mis mejores sueños me veía al lado de Shun, de hecho él siempre estaba con alguien más, pero estaba enamorado de mi y yo de él, era todo perfecto. Unos días más tarde les conté a mis padres que estaba de novia con Shun y para mi sorpresa se alegraron mucho, y dieron el visto bueno a la relación, pero era claro que no podía distraerme de mis responsabilidades ni por un segundo. Creo que a varias personas les tomo por sorpresa vernos a Shun y a mi pasear por el pueblo tomados de las manos, las chicas ya no se le acercaban, si alguna se atrevía, creo que las fulminaba con la mirada; no quería que nadie me robara a la persona que amaba... a mi único amigo verdadero. Si bien, en mi adolescencia tuve amigos, ninguno era real, querían ser mis amigos para obtener algo, algún beneficio de la Hermandad y finalmente perdía el interés por esas personas, salvo Shun. Siempre fue diferente, siempre fue único.

Cuando me case con él, creí que era la persona más feliz del mundo. Lugo de casarnos nos mudamos a nuestra casa, comenzábamos nuestro sueño y poco tiempo después llegó la noticia más importante y la que me dio la felicidad total. Me despertaba con nauseas, con un extraño mal estar, me sentía lago cansada, más de lo normal, me quedaba dormida; decidí ir a ver al médico de la Hermandad una tarde, porque esta preocupada; nunca me había enfermado. Me hizo varias preguntas y paso su mano sobre mi vientre y comenzó a sonreír.

_ Lady Aika... me extraña que no haya percibido que tiene otro corazón latiendo dentro de usted. _ me dijo mirándome algo sorprendido.

_ Esta seguro de es? No siento nada, será normal.

_ Es posible que no se haya dado cuenta porque sus malestares le estarán distrayendo de los latidos. Pero en fin, felicidades princesa.

No podía creerlo, salí de la Hermandad sumamente emocionada, estaba esperando un hijo de la persona a la que más amaba. Fui hasta las montañas, no podía esperar a darle la noticia a Shun. Quería que lo supiera de inmediato, quería compartir con él la felicidad que estaba sintiendo. Cuando baje del caballo, al llegar al filo de las montañas, vi que los alumnos de Shun comenzaban a irse, entonces lo espere un poco. Venia cargando sus espadas y hablando con uno de sus hermanos; cuando me vio se sorprendió un poco, dado a que nunca iba a buscarlo.

_ Hola amor. Cómo estas? Que sorpresa que estés aquí. _ dijo.

_ Es que tenía que hablar contigo de inmediato. _ le respondí sin dejar de mostrarle mi gran sonrisa.

_ Qué ocurre?

_ Estoy embarazada, tendremos a nuestro primer hijo.

Recuerdo que soltó sus cosas y me tomo en sus brazos y me beso con mucha ternura, luego me murmuro al oído: "el primero de muchos". Él soñaba con tener muchos niños corriendo por la casa y entrenarlos y jugar con ellos. Estábamos tan felices... éramos felices.

Si, éramos sumamente felices, planeábamos todo lo que haríamos en cuanto naciera el bebe. Estábamos armando su habitación, pensando los nombres, soñando con su rostro. Pero nunca llegamos a ver nuestro sueño realidad, pero aun podemos... no logro sentir los latidos de su corazón, no logro sentir los latidos de Shun.


The MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora