Solo amigos

Mutuo acuerdo

Estaba en el hospital, unos oficiales se presentaron ante mi y empezaron a hablar.

-Señorita, necesitamos que levante un acta en contra del señor Alexandru olivera.

-No lo se, necesitó tiempo, quiero estas sola.

-Caballeros, necesitó que salgan de la habitación, la Señorita Ania necesita descansar.

Los oficiales se retiraron, no sin antes decir que regresarían. La enfermera me aplicó un medicamento en el suero,después se salió, después de unos minutos me dormí, al despertar decidí ir a ver a Alexandru.

-Ania, ¿que haces aquí? ¿no crees que con lo que me hizo tu amigo es suficiente?

-Alexandru, los oficiales, quieren que levante una denuncia en tu contra por violación.

-No, Ania, tu no me puedes hacer eso.

-Eres un...eres tan despreciable, pero, bien a decirte que yo no levantaré cargos en tu contra, siempre y cuando tu no levantes cargos en contra de Luis.

-Ese, maldito, lo refundiré en la cárcel, y pagara por lo que me hizo.

-Alexandru Olivera, no te atrevas, si lo haces, te irá peor a ti, conozco, muy bien a tu padre y tu estarías envuelto en chismes y perjudicarías la carrera de tu padre y no creó que quieras que tu padre se entere de el motivo por el cual te golpearon ¿o si?

-Eres una...maldita zorra desgraciada...

-Si, seré lo que quieras, pero ya sabes, no levantes cargos en contra de Luis y yo no los levantaré en tu contra. ¿Entiendes?

-Si, lo entiendo, será como tu quieras, pero largo de mi cuarto, no te quiero ver.

-Humm...no te apures, los sentimientos son mutuos, yo tampoco te soportó.

Una vez dicho esto me retire de su habitación, al llegar a mi cuarto, me acosté y enseguida me quede dormida profundamente. Desperté al siguiente día y al despertar estaban Luis y Juan esperándome ya que ese día me darían de hálta y me podría ir a mi casa.
Después de tres horas estaba en la casa, no quise subir a mi cuarto, comi y me quede en la sala hasta la noche, eran las 8:30pm y me subi a mi cuarto y me metí a bañar, después de un largo rato en el agua, decidí salir del baño y me acosté a dormir.

Ya eran las 3:46am cuando me desperté, estaba agitada, no podía ser, no, otra ves no. No quería volver a vivir lo mismo una y otra ves.

Había pasado un mes, y yo no salía de mi habitación, no quería comer, no quería nada, nada...Juan, decidió llevarme con un psiquiatra, estuve yendo a terapia, pero las pesadillas seguían y yo, seguía sintiendo lo mismo, el doctor me recetó un medicamento, el cual me daba mucho sueño y yo no lo quería tomar sólo quería morir, si sólo quería estar muerta.