Prologo

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Su voz lentamente se iba apagando en mis recuerdos, no por que la este olvidando sólo es tiempo de guardarla en un cajón, un cajón cubierto de oscuridad y misterio, el cajón que espero nunca abrir.

-¿Por qué me haces esto? ¡DIME POR QUE!- su voz sonaba desesperada y frágil.

-Lo lamento- las lágrimas caían por mis mejillas -Enserio lo siento-

Mientras más me acercaba a su figura está se hacía más borrosa.

La abrace una última vez antes de que desapareciera. Antes de que se fuera a ese pedazo de madera.

Cerré mis ojos mientras su aroma se perdía entre mis fríos brazos. Cuando volví a abrirlos, la luz del sol me dejo ciego por unos minutos.

Voltee a mirar hacia los lados y me encontré a una chica a la que no conocía. Estaba desnuda y seguía dormida, lo de siempre.

Me pare con cuidado y me vestí rápidamente para salir del cuarto y de dónde sea que estaba.

¿Qué pensaría ella sobre el yo de ahora? Nada, porque ella debe odiarme ahora mismo. Era un pequeño ángel que fue corrompido por la sociedad. Y yo ayude con su horrible obra de arte.

-Ann- su nombre me traía un montón de recuerdos.

Empece a caminar sin rumbo pensando en los minutos y las horas juntos. Esos que ya no volverían, esos que había arruinado.

De todas formas esas cosas ya no me importan, bueno ya no me importan tanto como antes.

Ahora soy yo contra el mundo, soy Daniel Evans y no puedo dejarme opacar por el pasado, mucho menos recordarla de esta forma. El clima está radiante hoy y estoy seguro de que no va a haber algo que pueda deprimirme más.

Por favor ¿que clase de mujeriego sería si me acuerdo de mi historia con una chica?

GOOD LUCK  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora