Harry estaciono frente a la puerta de mi edificio, luego de pasar por un batido para celebrar su nuevo tatuaje. Desabroche el cinturón de seguridad y cargue tome mi bolso; aunque no quería bajarme del coche, por más que lo volvería a ver en unas horas, no quería dejarlo. Estar alejada de él significa volver a mi realidad, recordar que mi hermana y mi madre están a miles de kilómetros de distancia. Significa sentir el horrible vacio en mi pecho otra vez.
-¿Pasaras por mí a las siete?- pregunte, interrumpiendo el incomodo silencio.
-Aquí estaré- me sonrió.
Suspire y abrí la puerta del coche, ya dispuesta a volver a mi apartamento.
-No te pongas muy hermosa- me dijo antes que cerrara la puerta- O tendré que llevarte a mi casa y tenerte para mi solito.
-Tonto- dije riendo y cerré la puerta.
Aun sonriendo, me aleje del auto y entre al edificio.
Eran las cinco y tres minutos PM, por lo que no esperaba encontrarme con Marine. Pero para mi sorpresa ella estaba sentada en el sofá, mirando una película con una taza de té en sus manos. Deje mis llaves en el mueble de la entrada y colgué mi bolso, ella se volteo a verme cuando cerré la puerta.
-¿Otra vez estabas con ese chico?- pregunto, mirando mi sonrisa.
-Con Harry- la corregí.
Curvo una sonrisa, aunque esta vez parecía más amistosa.
-Mis compañeras en el trabajo me han dicho que han visto fotos tuyas y de Harry por las redes sociales, que se te veía muy enamorada- comento, bebiendo un sorbo de su taza de té- Tienes mi bendición, _____, si quieres estar junto a Harry. Pero aun así quiero conocerlo en persona -sonrió.
-Algún día vendrá a cenar- le afirme, con una leve sonrisa, Marine me correspondió la sonrisa y yo por fin sentía que las cosas entres nosotras dejaban de ser tensas. Ella me había dado su bendición y eso contaba por parte de toda mi familia, después de todo, ella mi responsable ahora.
-Ahora vete a bañar o no estarás lista para la cena- me ordeno, aun sonriendo.
Narra Harry:
Abrí la puerta de mi casa aun con una sonrisa en la cara, había olvidado el dolor del tatuaje solo por verla sonreír. Verdaderamente me estaba enamorando de ella y el sentimiento parecía tan ajeno como la muerte misma. "¿Hace cuanto tiempo que no me enamoro así?", me pregunte. Habían pasado ya muchos años desde que me había estado verdaderamente enamorado, no recordaba lo tonto que me volvía.
Me metí en la ducha aun pensando en ella; como tocaba las puntas de su cabello y pestañaba cada vez que se sonrojaba. O como su mirada se iluminaba al reír. Todo en ella parecía perfecto, sus ojos azules y su larga melena negra. Intentaba no mirarla como tonto cada vez que estaba cerca pero cada vez era más difícil, _____ me estaba volviendo loco.
Salí de ducharme y me puse solo el pantalón negro formal. Baje escaleras abajo y me encontré con Lou Tesdale- mi estilista- aguardándome con el secador de cabello en las manos. Sonrió al verme bajar de la escalera. Moviendo su cabellera blanca-violeta me indico que tomara asiento, yo me senté en la silla y deje que ella comenzara a dominar mis difíciles rizos.
-Hacía tiempo que no te veía tan sonriente, Styles, esta chica te tiene loco...- me comento gritando sobre el ruido del motor del secador de cabello.
-Es distinta a todas las otras muchachas con las que he salido...- respondí, mirándola por el espejo- Es dulce, cariñosa, sonriente, inteligente y es extremadamente bella, es imposible que no me vuelva loca.
