Las puertas del ascensor se abrieron volviéndonos a la elegante cena. La fría mano de Harry busco la mía rápidamente, yo entrelace nuestros dedos con fuerza dándole la seguridad que el necesitaba. Me miro con sus bellos ojos verdes y sonrió, el no parecía ser consciente de todas las emociones que provocaba en mi solo con mirarme y sonreír. El mundo parecía detenerse cuando el sonreía; me alegraba cada día, cada minuto de mi existencia, cada latido de mi corazón.
Caminamos hasta la mesa donde los chicos se encontraban, pero para nuestra sorpresa solo Perrie y Zayn seguían ahí compartiendo un trozo de pastel.
-¿Tanto nos hemos tardado?- pregunto Harry mirando para todos lados.
-Solo un poco- contesto Zayn limpiándose la boca- Los demás decidieron marcharse, la prensa se ha puesto insoportable. Muchas preguntas sobre la vida privada e insinuaciones de infidelidad, ya sabes, las misma estupideces de siempre.
-Oh, comprendo- hablo Harry sacando las llaves de su auto-Nos iremos nosotros también.
-Adiós, disfruten el resto de la noche- Harry y Zayn chocaron el puño. Perrie y yo nos dimos un beso en la mejilla, salude a Zayn con la mano antes que Max apareciera y nos obligara a subir al coche rápido, las fans se habían distraído y era el momento justo para marcharnos.
La mano de Harry se tensaba cada vez que debíamos subir a nuestro auto con la prensa siguiéndonos, mi protección era su unico fin. Aunque hoy las cosas parecían estar más relajadas, las pocas fans que nos vieron entendieron que no podrían sacarse fotos y tan solo tiraron un sostén a Harry con sus cuentas de Twitter. Ambos nos echamos a reír cuando el tomo el sostén y se lo puso por encima de la ropa.
-Muchas gracias- grito a las fans por la ventanilla del coche- Lo empezare a usar.
Ambos nos pusimos colorados de tanto reír, jamás había visto a unas fans arrojar algo tan íntimo. Dentro de la privacidad de su coche, Harry tiro el sostén en la parte trasera y encendió el coche. Max no nos acompañaba esta vez, por lo que nos sentíamos mucho más relajados y seguros de nuestra relación.
Los minutos volaban cuando estaba en su compañía.
-¿Estás segura que no quieres venir a casa?- pregunto Harry aparcando en la entrada de mi edificio.
-Quizás otro día- dije- Marine seguramente estará esperando por mí y no aceptara que me vaya a dormir a casa de un extraño.
-¿Un extraño?- cuestiono, algo dolido.
-Para Marine, lo eres- hizo una mueca de disgusto. Yo comencé a sentirme mal, no era mi intención ofender el titulo de nuestra relación. Sin pensarlo dos veces, le tome la cara entre mis pequeñas manos y lo bese, disfrutando del dulce sabor de sus labios.
Una gran sonrisa se curvo en sus labios cuando nos retiramos.
-Para mí no eres ningún extraño, eres lo más cercano a un amor que tengo- respondí, mirándolo fijamente.
Volvió a besarme, aun sonriendo.
-Buenas noches, princesa.
No hubo palabras para contestar a su perfecta frase, solo sonreí y le besa la mejilla. Luego me baje del coche y entre al edificio, el portero me sonrió amistosamente mientras miraba la lujosa camioneta de Harry. Me voltee a mirar por última vez la sonrisa de Harry, tan hermosa y dulce, mis mejillas se tornaron coloradas al saber que yo era la razón de su felicidad.
Las siguientes tres semanas las cosas fueron mejorando cada día más, cada día parecía perfecto si estaba junto a él. Me buscaba de la escuela y me llevaba a cada ensayo, prueba o a un evento público. Ya éramos casi una pareja oficial, aunque ninguno de los dos nos habíamos nombrado como "novia" o "novio" pero era cosa de esperar que uno lo siga y la relación sea oficial.