Tome mi auto y salí de casa.
Me detuve en la gasolinera.
Compre 6 cajetillas de cigarrillos y varias bebidas energéticas.
Después de media hora de ir conduciendo recibí una llamada.
-Necesitamos vernos, ya.-dijo Alice bastante molesta-no has hablado conmigo, prácticamente has desaparecido.
-Alice, no puedo hablar ahora, estoy en la carretera, te llamo cuando llegue.-colgué
Unas cuantas horas más de viaje y llegué al hotel.
Sabía que Thomas estaría cerca, pero no planeaba toparlo tan pronto.
-Hey ¿no deberías estar allá?-dijo un poco extrañado.
-No vine a verte, necesito pensar.
Subí mis cosas a la habitación y llamé a Alice.
Le conté todo lo que había pasado.
-¿Quieres que Glenn y yo vayamos?
-No, necesito estar sola, no te preocupes.
-Ok, no hagas nada que yo no haría, nos vemos después.
Me quede acostada en la cama con el aire acondicionado encendido, viendo hacia el techo.
Hasta que él hambre me llamó.
Salí de la habitación y me dirigí al restaurante del hotel.
Comí un poco de verduras y carne.
Después volví a la habitación y me cambié, me puse el sombrero y salí.
En cuanto llegue a la playa me senté en la arena y me quedé viendo como atardecía.
Estuve maldiciendo mentalmente un poco, necesitaba desahogarme.
Cuando ya estaba oscuro completamente subí a la habitación, me di un baño, me arregle y volví a salir.
Iba a visitar cada bar gay del lugar. Después de todo, tenía una semana. Eran las 10:00 pm y la noche acababa de empezar.
El primer bar era un tanto aburrido, así que me fui después de 15 minutos.
El segundo era un poco más... Interesante.
El humo llenaba el lugar, y en el aire había un olor a tabaco, alcohol y sudor. Luces de colores medio iluminaban el lugar y había gente por todas partes. Música alocada de fondo y parejas bailando por ahí.
Si una persona heterosexual entrará se daría cuenta de que nosotros también somos gente normal, no hacemos orgias por doquier o somos tan promiscuos como algunas personas dicen.
Me abrí paso entre la gente y me acerqué a la barra.
Una chica linda de cabello negro con varios tatuajes me ofreció algo de tomar. Pedí cualquier cosa.
-¿Que haces aquí? ¿Tu novia te dejó?-soltó una pequeña y linda risita.
-Aunque lo digas bromeando.-dije y di un trago a mi bebida.
-Oh, lo siento-se notaba que lo podía contener la risa.
-No te preocupes ¿sabes cuál es la peor parte? La verdad no sé cuál es, es horrible.-soltó otra de esas risitas.
-¿No deberías estar llorando descontroladamente, con un bote de helado, viendo películas románticas hetero?
-Claro que me duele, pero no me desahogo de esa manera, linda.-Noté que se sonrojaba un poco- por cierto, soy Raven.
-Kathleen, pero puedes llamarme Kath.
-Y... ¿Hay algo interesante por aquí...? Me refiero...-me refiero a chicas lindas, como tú. Pensé.
-La mayoría del tiempo, si. Por ejemplo, los chicos y chicas que frecuentan el bar, terminan por lo menos con un sujeto/ sujeta (depende del caso) en su cama, si eso buscan.- dijo y siguió sirviendo bebidas.
-Y... ¿Alguien se ha llevado a la chica que atiende la barra?-dije en tono insinuante, tal vez el alcohol ya estaba haciendo efecto, no me costaba decir las cosas.
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Las cosas que pasan.
Teen FictionNueva ciudad, Nueva vida. Raven llega a una nueva ciudad con la esperanza de comenzar de nuevo. lo que menos esperaba: encontrar un amor, ha sucedido. asustada, tratara de ganarse el corazón de una chica bastante complicada, pero en esta historia n...