Pasos hacia adelante.

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Dallas y yo, estábamos cada día más unidos, llegué al punto en el que pensaba que realmente el sentimiento podría ser recíproco.

Mi ex para mí ya no era un problema, es más, ya no era nada.

Dallas siempre estaba a mi lado (aunque por la distancia no literalmente), por esa razón yo en el veía algo diferente; sabía escucharme, aconsejarme, hacerme sentir especial.

Estábamos bien así pero yo me moría por dentro de saber que podría encontrar algo más fácil que esto, por qué obviamente no éramos nada y podía hacer su vida con y como quisiera. Me inquietaba y sabía que tendría que abrirme con él y explicarle lo que sentía.

Así que los días pasaron, sin decir nada. Quería estar segura de que él sintiera lo mismo que yo. Recuerdo esas semanas con conversaciones más largas de lo normal, con muy pocas horas de sueño. Hasta que en noviembre todo empezó a ser más cercano entre nosotros. Era inevitable lo que sentía por el pero no quería hacerlo público, por dos razones; la primera, sonaba esquizofrénica la idea de querer a alguien sin haberle visto. La segunda, mi ex seguía existiendo. 

Distancias Equivocadas. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora