Capítulo 4

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Nos abre la puerta el mismo Din. Nos saluda con dos besos a cada una. Me recorre un escalofrío por la espalda cuando me toca. Él da media vuelta y se marcha, yo, me quedo mirándolo...

-¿Hola? Tierra llamando a Ari, ¿Estás ahí?- dice Moni pasando su mano por delante de mi cara.
-¿Eh? Sí, si... Venga vamos- entra en la casa y detrás paso yo.

Tengo que reconocer que la fiesta no está nada mal, hay buena música, buen ambiente, mucha gente...

-Bueno chicas- dice Din- allí está la cocina, podéis coger cualquier cosa. Por allí, el salón y el baño subiendo las escaleras. ¡Pasadlo bien!- y se marcha dirigiéndose al salón, allí lo veo hablar con el DJ.
Moni me agarra del brazo y tira de mí hacia el salón, todo el mundo está saltando y bailando.
Moni y yo imitamos a los demás, empezamos a bailar juntas.

-¡ARI! VOY UN MOMENTO A LA COCINA A POR ALGO DE BEBER, AHORA VENGO- me dice a gritos.
-VALE.
Me quedo sola, pero me da igual, sigo saltando y bailando, me lo estoy pasando realmente bien.
De repente, me choco contra alguien y paro. Me doy media vuelta y lo veo a él, un foco de color rojo ilumina su cara, su pelo, sus ojos... Me fijo especialmente en sus ojos. Esos ojos. Azules oscuros, tiene esa mirada que te atrapa... Sólo podía ser él. Din. El corazón se me acelera, noto como mi sangre sube hasta mis mejillas, No aparta la mirada, yo tampoco lo hago. Todo lo que está a nuestro alrededor desaparece, solo existimos los dos. Es una sensación que no he sentido nunca... Se acerca lentamente a mí, el corazón me late todavía más fuerte, me retira el pelo de la cara colocándolo detrás de mi oreja, se acerca a ella y me susurra:

-¿Vuelves a seguirme?- se separa y me guiña un ojo. Me acerco, esta vez, yo a su oreja y le digo:
-Ya te gustaría, pero no me interesa nada tuyo- me separo y le sonrió, me qudo sorprendida ante lo que acabo de decir... Din, en vez de contestarme, da media vuelta y se dirige a la zona del DJ. Esto sí que me ha molestado ¡Me ha dejado hablando sola! En este momento, la música cambia. Ahora, suena una canción lenta.

-¿Bailas conmigo? ¿O tampoco te interesa?- me dice tendiéndome la mano. Me quedo bloqueada, no sé que hacer, pero tengo que decidirlo rápido...

En un acto reflejo, le cojo la mano y me pego a él. Din, me pone la mano en la cintura. Creo que el corazón se me va a salir del pecho...
Mientras va avanzando la canción, Din, me trasmite más confianza. Pero sigo igual de nerviosa.

En pequeños movimientos acerco mi cabeza a su pecho, pienso que se va a retirar, pero para mi asombro no lo hace, me rodea con sus brazos.

Pasan cinco minutos y seguimos en la misma posición. La canción acabó hace un rato, todos siguen bailando a lo loco, pero nosotros estamos en el centro de la pista, tranquilos, sin movernos...

-¡Bueno...!-dice Moni con un vaso en cada mano.
-Hola de nuevo Moni, vi que dejaste sola a Ari y solo le he hecho compañía- le responde Din con un tono indiferente.
-Y tan buena compañía...- susurra Moni.
-Bueno, yo me voy que me llaman por allí- Din sale del salón en un par de zancadas. Moni y yo observamos como sale de la sala.

-¡Cuéntamelo todo!- me grita Moni lanzando los vasos hacia atrás, cayendo estos al suelo y dejando su contenido esparcido por el suelo...
-¡Moni! Ten más cuidado- me agacho a recoger los vasos.
-¡Ay, tía! Da igual, si no creo que se den cuenta...
-¿En serio?- le pregunto arqueando una ceja- Tía, no tienes remedio- dejo los vasos encima de la mesa más cercana y nos dirigimos al sillón.

-Bueno te cuento...-le digo a Moni-... Cuándo te fuiste, me quedé bailando sola , entonces me choque con Din y nos quedamos unos minutos mágicos mirándonos a los ojos. ¡Ay Moni! ¡Qué ojazos!, y entonces Din fue a hablar con el DJ, y cambió la música a una canción lenta, me pidió bailar y hasta que tu llegaste...
-¡Tía! Qué Mono...- me dice sonriendo-... ¿Te puedo hacer una pregunta?
-¡Claro tía!
-¿Te gusta Din?

Suspiro hondo, me pienso dos veces la respuesta y contesto:

-Yo también me lo he preguntado a mí misma... Y no estoy muy segura... A ver, cuando me mira, siento algo que nunca había sentido, se me sale el corazón del pecho y me pongo muy nerviosa...¡Y ni siquiera se por qué ! Pero no sé si me gusta...
-Según tus indicaciones...-dice Moni-... Cada vez qué estás con él, te vuelves loca... Yo te voy a dar la respuesta amiga...-me pone la mano en el hombro y me dice-... Din, te gusta. Demasiado diría yo...
-Pero, si no he hablado con él en todo el curso, solo una vez en el insti y otra aquí...
-Ya, pero muchas veces, cómo suelen decir, pocas palabras bastan...- se levanta y se dirige al baño.
-La gente no lo dice en ese sentido...- susurro para mí. Me levanto y voy hacia la entrada de la casa, del perchero cojo mi chaqueta y me quedo de pie esperando a Moni.

Mientras la espero, que tarda demasiado... Vuelvo a ver a Din acercarse.

-¡Hey, hey! ¿A dónde vas?- me dice cogiéndome del brazo.

Retiro bruscamente el brazo desenganchándome de su mano. Creo que me he pasado, pero no quiero que se note que me gusta... Entonces le contesto:

-Estoy esperando a Moni, nos vamos ya a casa.
-¿Qué? ¿Pero que dices? La fiesta apenas ha comenzado- me dice preocupado. Sigo sin querer que note que me gusta, así que intento disimular:

-La verdad es que...- me quedo pensando... ¿Y ahora? ¡Qué digo!-... Me aburro- es lo primero que me viene a la cabeza, y lo más cruel... Veo como frunce el ceño, ahora me da un poco de pena...

-Bueno pues si tanto te aburres ahí tienes la puerta, además, ¿Qué crees? Que no me he dado cuenta de qué tú y tu amiguita no estábais invitadas...-está enfadado, muy enfadado. ¡Eso me pasa por intentar mentir! ¡Sí no se hacerlo! Y me he pasado bastante. Intento no quedarme callada.

-Está bien, tú lo has querido- me doy media vuelta y salgo de la casa dando un buen portazo.

SÓLO  TÚ Y YO, NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora