Capítulo 3

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-Necesitamos otra UVI móvil, hay dos heridos graves y dos fallecidos. Daos prisa. Gracias.-dice un médico que está agachado frente a uno de los heridos.
-¡Moni! Has oído eso, ¿Qué ha pasado?
-Le acabo de preguntar a ese señor, me ha dicho que ha habido un accidente. Dos coches han chocado, en un coche iba un matrimonio y en otro dos chicos.
-Madre mía... No me lo puedo creer, la gente no tiene ningún cuidado...
-Tía, han cortado la calle que va al restaurante ese...
-¿Pero después de ver esto, tienes ganas de comer? Por que yo no tengo ninguna. ¿Y si mejor nos vamos a mi casa?, te invito a comer, a mis padres no les importará.
-Sí, será lo mejor.

Volvemos a la estación, todavía pienso en el accidente ese, no me lo puedo quitar de la cabeza.
Llega el tren, montamos y nos colocamos en el mismo sitio. Vamos todo el camino calladas... Ninguna habla.

Ya estamos en mi portal, subimos a mi casa, abro la puerta y saludo a mi hermano:

-¿Erik? ¿Estás en casa?
-Sí, estoy en mi habitación.
Me acerco a ella:
-¿Y mamá y papá?- le pregunto apoyada en el marco de la puerta.
-Ni idea, salieron hace... Unas... Tres horas, justo detrás de que te fueras.
-Vale. Voy a poner la mesa, Moni está aquí, hoy come con nosotros.

Me voy a la cocina y Moni y yo ponemos la mesa, mis padres estarán a punto de llegar.
Entra mi hermano en la cocina y nos ayuda.
-Cuánto tiempo Mónica- le dice mi hermano guiñándole un ojo.
-¿Sí, verdad? ¿Qué tal te va todo?- ¿Mi mejor amiga y mi hermano entablando una conversación? ¿Qué le pasa a la gente hoy?, ¡Ellos se llevan fatal! Sigo poniendo la mesa sin prestar atención a la conversación.

Mientras coloco los cubiertos, veo como mi hermano mayor y mi mejor amiga no dejan de hablar y reír, me acerco un poco mas para descifrar lo que dicen.

Nada. No les entiendo.

-¡Oye!, vosotros dos, ¡Qué yo sola no puedo!- les digo intentado cortar el royo este que se traen desde hace un rato.
-Dios, que corta royos eres hermanita- me dice Erik.
-Es lo que pretendía, así que levántate y ayúdame.
Dejo a mi hermano solo en la cocina y cojo a Moni del brazo arrastrándola a mi habitación.
-¿Qué te pasa con mi hermano?
-¿A mi? Nada- sale del cuarto y vuelve a la cocina.

Pasa una hora y media y nuestros padres no han regresado, decidimos ir comiendo.
-Bueno, Ari, ¿Qué te vas a poner esta noche?- me pregunta Moni intentando sacar tema de conversación.
-¿Esta noche?- interrumpe mi hermano.
-Claro, nos vamos a la fiesta de un amigo- responde Moni.
-Pues, tengo un vestido azul claro en el armario, tenía pensado llevar ese...- se hace el silencio... Está todo demasiado tranquilo...

Moni y yo ya estamos listas para salir de casa. Son las seis en punto, y a la casa de Din tardamos en llegar hora y media.

Volvemos a montar en metro, cuando llevamos dos estaciones recorridas, veo que montan en él un grupo de chicas... Las reconozco, son unas compañeras del instituto y por lo bien vestidas que van, averiguo que se dirigen a la fiesta.

Intento que Moni no las vea poniéndola de espaldas a ellas, si las ve, se arma muy gorda... Por lo visto la suerte no me sonríe...

-Vaya ¿A quién tenemos aquí?- dice Moni acercándose a ellas. Espero que no den el espectáculo...
-Pues ya ves Monicaca, vamos a una fiesta, que seguramente no estés invitada- le responde Laura. Las otras tres chicas que están a su alrededor le ríen la gracia.
Noto como Moni aprieta los puños... Y justo cuando va a hacer el intento de golpearla, la agarro de la cintura y la retengo.

-Tranquilízate Moni, no les hagas caso, no merece la pena- le digo, Moni se relaja.
Laura saca de su bolso cuatro entradas y le da una a cada chica.
-¿Qué es eso?- le pregunta Moni
-A ver Monicaca, se llama papel, viene de los árboles...
-Eso no lerda, me refiero a que me digas qué son para que sirven o para que se los das...
-¿Y a ti que te importa?- le contesta Laura.- En fin... Son las invitaciones para la fiesta de Din.
-¿Invitaciones?- Moni y yo nos miramos sorprendidas, era una de las cosas en las que no habíamos caído...
-Sí. Ves cómo no estás invitada... Ni siquiera sabes si hay invitación o no...-dice Laura riéndose de nosotras.

Se guardan las entradas en el bolsillo y miran hacia otro lado. En ese momento Moni se acerca a ellas y les da un abrazo a cada una, por lo que logro oír, les da las gracias por haberla avisado de lo de las invitaciones... Lo más raro de todo es que les haya dado un abrazo...

Llegamos a la estación, Moni y yo bajamos, perdimos de vista a Laura y sus seguidoras y nos dirigimos a la salida. Cuando estamos en la superficie le pregunto a Moni:
-¿Cómo vamos a entrar ahora?
-Pues no lo sé, pero de momento vamos hasta la casa, a lo mejor nos deja entrar...

Ya estamos enfrente de la casa de Din, sigo preocupada por lo de las entradas...
-Moni, yo no estoy segura de esto...¡No nos van a dejar entrar!
Veo que Moni se lleva la mano al bolsillo y saca dos estradas.
-¿¡De dónde has sacado eso!?
-Un abrazo por aquí... Otro por allí...- insinúa Moni.
-¡Estás loca! ¡Las has robado! ¡Tú si que sabes! ¡Cómo te quiero amiga!

Subimos las escaleras de aquella enorme casa y llamamos al timbre.

SÓLO  TÚ Y YO, NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora