Décimosegunda Parte

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Take me back to the middle of nowhere
Back to the place only you and I share
Remember all the memories?

Mayo, 2015

La banda de Michael empezaba su propio tour mundial y ninguno de los cuatro miembros podía realmente creer que estaba sucediendo. Era más que un sueño cumplido, porque ya habían superado todas las metas que se habían puesto. Su propio tour; cada vez que Michael lo pensaba, su estómago daba un vuelco.

Había sido tan interesante como agotador prepararlo, y eso que ellos no eran los que más se encargaban de eso. Tenían a todo un equipo trabajando en su gira, y esperaban que saliera perfecta. Los jóvenes habían dado ideas para las actuaciones, habían votado, habían discutido un poco. Elegir las canciones que cantarían había resultado mucho más fácil de lo que cualquiera había creído.

Michael amaba hacer música. Amaba cada parte de eso. Componer, escribir, cantar, tocar. Siempre había sido su escape. Era hijo único, mas no la prioridad. No significaba que sus padres no lo quisieran, por supuesto que lo hacían, simplemente a Michael le hubiera gustado tener un poco más de atención de su parte; creía que ahora era tan extravagante por eso mismo. Una luz azul bastante mística era lo que iluminaba todo a su alrededor. Podía escuchar gritos, podía ver caras emocionadas, podía sentir el amor llegando en inmensas olas hacia él, inundándolo, llenándolo.

Esa era otra parte de la música que le encantaba. Cuando llegaba el momento de estar frente a otra persona que amaba lo que él hacía y retribuía, de la forma que encontrara posible, cuánta ayuda le había dado. Para Michael, encontrarse a alguien por a calle que lo parara y le dijera que le había salvado la vida era como recostarse en su cama luego de un largo viaje, como cerrar los ojos para disfrutar de su canción favorita. Michael había dicho (y lo seguiría diciendo) que ellos también le habían salvado la vida, cada persona que escuchaba su música y era salvada por ella, salvaba a su vez la vida de Michael.

Recordaba que una vez en el secundario, cuando su banda solo era conocida por su ciudad, que un chico llamado Neyson (que no era muy agradable para Michael) le había hecho una pregunta significativa.

—¿Para qué haces música?—preguntaba Neyson, apartando un mechón rubio de su rostro. Era casi tan rubio como el de su mejor amigo Luke, aunque claro, su rubio no era tan bonito.

—¿Para qué respiras?—había preguntado a su vez Michael. Zapateó el asiento de la silla en la que tenía los pies, se encontraba cómodamente sentado en la mesa con Neyson a su lado en la misma posición.

—No me respondas con otra pregunta.

—Contesta—había ordenado Michael. (No creía ser intimidante en absoluto, pero era más alto que la mayoría de su curso, lo que generaba respeto y tal vez algo de admiración).

Neyson había bufado, pero igual le había hecho caso.

—Para no morirme—espetó.

—Ahí tienes.

Michael siempre se acordaba de esa conversación con Neyson. Había creído que luego de un tiempo todo cambiaría, sin embargo se había encontrado siendo salvado de sí mismo a diario.

Estaba siendo salvado en ese instante. Respiró hondo y cerró los ojos para concentrarse. Esa canción hacía que Michael se sintiera orgullos de sí mismo, era buena, era muy buena. Probablemente una de las mejores que había escrito. Cuando propuso la canción, había estado convencido de que Luke se enojaría con él, pues supuestamente no se la mostrarían a nadie (pacto que no habían cumplido), mucho menos le gustaría cantarla en el tour.

You were mine for a night
I don't know how to say goodbye

Sin embargo Luke no se había mostrado afectado. Todos estuvieron de acuerdo en cantarla, sin chistar, incluso emocionados por eso. Un día, cuando Luke y Michael estaban solos en un momento, el teñido se había animado a preguntarle qué opinaba de la canción.

—Es una buena canción, una muy buena.

En ocasiones, si no fuera porque cada vez que veía fijamente a los labios de Luke, recordaba como se sentían contra los suyos, Michael creía que era todo parte de su imaginación. Tampoco sabía cómo sentirse respecto a eso.

Making all our plans in the Santa Cruz sand that night

Pero le gustaba esa canción, le gustaba lo que decía y cómo sonaba la guitarra, le gustaba la voz de Luke y los cambios que hacía en las notas, le gustaba cómo sonaba el bajo y el toque que le daba la batería. Le gustaba mirar a Luke cuando cantaba porque era en esos momentos, cuando arrugaba el rostro, cuando fruncía los ojos y cuando miraba directamente hacia Michael , que sentía que no era solo su recuerdo, que Luke también lo recordaba, hasta tal vez se encontraba pensando en eso (como le pasaba a Michael tantas veces).

Cada vez que cantaba esa canción sentía algo parecido a cuando era niño y se subía a una hamaca. Siempre se hamacaba tan alto, tan alto que su estómago le daba cosquillas. Michael no era un fanático de los deportes extremos, de los juegos de vértigo o de cualquier otra cosa que pudiera hacerlo llorar o vomitar (tal vez ambas al mismo tiempo), excepto con esa sensación; esa sensación le encantaba.

Thought I had you in the palm of my hand that night

El teñido veía al público cantando y llorando, con sus celulares en alto, alumbrando con la linterna. La luz que siempre ponían en esa canción también le gustaba mucho, le hacía sentir cerca del cielo, del cielo nocturno, colmado de estrellas brillantes y parpadeantes.

Mientras su mejor amigo cantaba, se giró un poco para mirarlo a él. El rubio se veía como un ángel bajo esa luz, no como un ángel hermoso y celestial, sino como esos chicos malos que son mandados a la Tierra por haber hecho cosas in-aceptadas. Ese tipo de ángel, un ángel caído. Hermoso, obviamente que también era hermoso, y maligno. Michael llegaba a creer que en ocasiones Luke tenía dentro algo que no era bueno, no porque hiciera maldades, sino porque era imposiblemente bueno. Imposiblemente hermoso, e imposiblemente agradable.

Screaming at the top of my lungs til my chest felt tight

Apartó la mirada y cantó cuando tuvo que hacerlo, mirando a la gente, gritándoles que cantaran con él. Concentrándose en la música y en lo que era su salvación, no su pase a la tierra de los ángeles caídos.

A Michael le hubiera encantado poder dejar de pensar en eso. Le hubiera encantado poder cantar esa canción sin ningún rastro de extraña emoción, solo cantarla, entonando y tocando bien la guitarra. Cuando esas cosas sucedían, no podía evitar estar arrepentido de haberla propuesto para que estuviera en la setlist. Incluso estar arrepentido de escribirla. Porque cada vez que pensaba en ella, cada vez que la cantaba, cada vez que veía a Luke cerrando los ojos, se sentía un poquito menos bien.

I told myself that I'm never gonna be alright


○○○○○

Muke hace que todo esté un poquito menos bien y a la vez mucho menos mal.

Gracias por leer(:




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