Capitulo 13: Injusto

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Día 13.

Me la pasé toda la noche pensando en lo que había pasado. Diego había sido un mal intencionado por haber dicho lo que ignoraba, pero también tenía razón, ¿Cómo podía confiar en una persona que no me dice las cosas como son? Aún así no podía sacar de mi cabeza los momentos en que había estado con él, al hermoso lugar que me había llevado, o sus besos y las cosas inexplicables que me hacía sentir. Quería que entrara por mi ventana y me explicara las cosas, pero otro lado, sabía que mi orgullo era mayor y que si lo hacía, lo echaría de todas maneras. Camila llegó muy temprano ese día, creí que se había caído de la cama, pero sólo se excusó diciendo que hace días que no nos veíamos, y que sabía que algo no andaba bien. ¡Qué bruja es! Nos sentamos a tomar desayuno, algo tarde lo sé, porque ya eran las 12:00 pm. Rápidamente le conté todo lo que había pasado el día anterior y el día en que estuve con Niall en la playa y al final, se quedó pensativamente apoyada sobre la mesa. -¿Has pensado en la solución de todo esto? - Preguntó con el ceño fruncido, mirándome fijamente. La verdad no lo había pensado, pero ese sería el momento. Estaba bastante dolida por los dos lados, pero algo entró en mi cabeza y no querría salir más. Diego era mi novio hace 2 años, e independienteme nte que me haya engañado, lo amo y yo tampoco me porté muy bien que digamos. -Yo...Yo creo que lo mejor es casarme con Diego y ya - Dije rápidamente para no arrepentirme. Mi amiga abrió los ojos como platos y se levantó de la mesa de un salto. -¿Estás loca? - Era extraño sorprenderme con la reacción de mi amiga sabiendo que siempre tenía tales comportamientos. Camila conocía a Diego hace años, de hecho, lo había conocido gracias a ella y su grupo de amigos y ahora, ¿Estaba de parte de Niall? - ¡No te puedes casar con ese imbécil! -No le digas así - Comenté riendo. -Es la verdad. Él cree que ha quedado bien diciéndote lo que, supuestamente, Niall no ha dicho, pero ¿Te has dado cuenta? - Camila caminaba de un lado hacia otro con los brazos levantados -¡Sólo omitió información! -Fue más que eso, Camila - Dije levantándome también - Yo confiaba en Niall... -¿Y por qué tienes que desconfiar ahora? - Se acercó a mí y me tomó de los hombros. - Por lo que me contaste de la playa, ese chico te adora. -No lo suficiente - Bajé la mirada. Sabía que ella no lograría entenderme, ya que a ella nunca la han engañado y nunca ha perdido la confianza en todas las personas que la rodean. - Ya tomé una decisión, no trates de convencerme. -______(tunombre), por favor, yo sé que aún puedes considerar... - Comenzó a decir, pero su celular hizo presencia en su bolsillo, el cual, suspirando, sacó y miró para saber quien la llamaba. Me miró sorprendida, y yo preocupada, de un momento a otro se había quedado paralizada. -¿Qué pasa? ¿No piensas contestar? -Pregunté con las manos en mi cintura. Me acerqué a ella y pasé una mano por delante de sus ojos - Camila... -Me está llamando - Dijo completamente nerviosa. Alcé las cejas. - Louis... -¿Quién es Louis? - Sonrió un poco incómoda. -Louis Tomilson- Concluyó al fin. Abrí los ojos como platos...¿Me había perdido algo? -¿Cómo es que te está llamando Louis? - Dije mirando el aparato que seguía sonado - ¡Vamos, contesta! - Pero ya era tarde, Louis ya había colgado -Amiga, ¿Tienes algo que contarme? -Camila suspiró y se volvió a sentar en la mesa. -Louis tiene mi número desde ese día en que Niall y tú se fueron a la playa - Dijo mi amiga jugando con su celular. La miré sin entender - Sólo intercambiamos números de celular en el auto de Niall... -Qué rápidos...Ni los vi - Dije riendo, cuando sentí el timbre de la casa. El celular de mi amiga sonó nuevamente, y esta vez contestó, mientras yo abría la puerta. Diego estaba parado frente a mí con un ramo de rosas rojas. Me miró a los ojos tratando de transmitir sinceridad, y esbozó una tímida sonrisa. -Hola - Mencionó suavemente, cuando yo intentaba encontrar las palabras precisas para decirle. -Hola - Respondí de vuelta sin saber qué decir. Acercó torpemente el ramo de rosas hacia mí, como si fuera la primera vez que se acercara a una chica, lo que me causó una ternura inmensa. -E-Esto es para ti - Recibí la rosas, sin evitar sonreír ante su nerviosismo - Yo... sé que no debería estar aquí, pero te he echado mucho de menos. - Bajé la mirada un momento, pensando qué podía hacer en ese momento. Sabía que los sentimientos hacia él ya no eran los mismos, pero nada tenía la certeza de que eso no podía remediarse, creo que todo se puede arreglar entre nosotros, sólo hay que darle otra oportunidad. Oportunidad que casi le negué. -¿Quisieras... pasar? - Pregunté contagiándome con su nerviosísimo. Me miró sorprendido y asintió en un estado de shock que reconocí inmediatamente. Entró a tropiezos con cada paso que daba, y casi bota el florero preferido de mamá, pero pudo sostenerlo entre sus manos, antes que cayera al suelo. Llegó hasta la sala, en donde se sentó lentamente en el sofá, mientras yo traía una silla y me sentaba frente a él. Puede que nos hayamos quedado mirándonos unos cinco minutos, sin saber qué decir o cómo empezar, hasta que él intervino y rompió el silencio. -¿Estás sola? - Me enderecé en la silla y miré hacia mi alrededor. -Hum... No - Aseguré - Camila está... Anda por ahí. - Reímos. Suspiré mirándolo a los ojos, sabiendo que él quería hablar de lo que había pasado, pero no se atrevía...como yo. -¿_____(tunombre)? - Me sorprendió de un momento a otro - ¿Tú...tú crees que podamos hablar de lo que ha pasado? -Ajá, se me ha pegado lo bruja de Camila. -Algún día teníamos que hablar de eso, ¿No? - Dije sonriendo sin ganas. Ahora fue él quien suspiró y se acercó un poco a mí para tomar mi mano. Remojó sus labios y me miró directamente. -Lo siento, "sorry", "traurig", "le pardon", "perdono"... - Comenzó a decir en muchos idiomas. -Cállate - Dije siendo "matapasiones" pero él comenzó a reír. - Sé que hablas muchos idiomas, pero con el español me basta y sobra. - Él sonrió. -Bueno, perdón por lo de ayer - Confesó al fin. Llevó sus manos a la cabeza -Tenía tanta rabia de que otro hombre... -Siguió abriendo la boca para poder expresar lo que sentía, pero terminó botando todo el aire de sus pulmones. -¿Ahora entiendes lo que sentí al verte con Paula? - Pregunté tranquilamente, mientras él asentía arrepentido. - No... No quiero que pienses que Niall es un objeto de venganza - Diego levantó la mirada poniendo atención a mis palabras - Nosotros nos besamos -Confesé. Mi prometido volvió a tomar mi mano e impidió que yo siguiera hablando. - No me importa lo que hayas hecho, _____(el diminutivo de tu nombre {ej: Claudia=Claudita} ) - Subió una mano hasta mi rostro, el cual acarició con ternura - No te voy a reprochar nada, porque no tengo derecho... Sólo quiero saber si podrás perdonarme. - Y ahí estaba yo, entre la espada y la pared, entre el orgullo y el perdón. Sin previo aviso se acercó lentamente hacia mí, se detenía cada segundo para ver si lo impedía, pero no, aunque no sabía si me haría bien besarlo, me dejé, quería saber qué podía sentir con él. Juntó sus labios con los míos y luego se detuvo a mirarme. Yo había cerrado los ojos, y esperaba sentir tantas cosas como las que sentía con Niall, pero cuando Diego me besó apasionadamente, lo único que sentí fueron sus labios jugando con los míos, ningún nerviosismo plasmado en mi estómago, ningún temblor en mis piernas...ninguna mariposa venenosa. Lo alejé delicadamente con mi mano en su pecho, permaneciendo con los ojos cerrados, mientras él me miraba confundido. -¿Aún sigues viendo a Paula? - Las palabras se me escaparon de la boca, de un momento a otro. Abrí los ojos para ver a Diego, quien seguía mirándome fijamente. -No - Dijo sin inmutarse - Te juro que no. - Es muy difícil para mí todo esto - Dije tomando mi cabeza - No sabes cuán difícil es... -Lo sé - Volvió a acariciar mi rostro con una sonrisa - Quisiera...invitarte a cenar hoy. Después de todo te la debo. - Reí. -Mi cumpleaños pasó hace mucho -Dije mirándolo con las cejas levantadas. -Sí, pero dicen que es mejor tarde que nunca - Se encogió de hombros - ¿Qué dices? - Me tomé mi tiempo para responder, después de todo es lo que tiene que hacer una mujer para tomar una decisión y hacerse la difícil. Sonreí al final de todo. -Está bien. Pero debes esperar - Dije levantándome de un salto. -Todo lo que quieras... Corrí escaleras arriba hacia mi habitación, pero alguien venía pisándome los talones. Camila tenía una sonrisa de oreja a oreja, que no podía esconder por nada del mundo. Se le veía emocionada, y supuse que louis tuvo que haber hecho algo al respecto. -Amiga, tengo una cita - Dijo abrazándome fuertemente. Me tomó de las manos y no tuve más remedio que saltar de emoción con ella - Louis pasará por mí a las 6:00 pm. - ¡Me alegro mucho! - Y en verdad lo hacía. Camila podía tener los hombres que quería a su lado, pero aceptar una cita de ellos era bastante complicado, porque a todo le veía defecto. Puede que esta vez el amor haya tocado a su puerta. -¿Qué hacías? - Preguntó sin borrar la sonrisa de su rostro. -Bueno, iba a cambiarme de ropa y ponerme linda porque alguien me ha invitado a cenar y me ha traído rosas -Dije tratando de sonar igual de emocionada que ella, pero ese papel no me quedó para nada bien. -¿Niall está aquí? - La sonrisa se desvaneció completamente de mi rostro. -No... Diego está... -¡Hay no! - Mencionó mi amiga rodando los ojos - No me digas que has aceptado ir a una cita con ese tonto... - Sabes perfectamente la decisión que tomé y no - Agregué antes de que me interrumpiera - No pienso considerarla, ¿Está bien? - Está bien... - Dijo sin ganas - Siempre estaré contigo, amiga, y te buscaré un abogado para que se encargue de los papeles de tu divorcio, ¿sí? -¡Camila! - Exclamé ofendida, ni siquiera me había casado y ya estaba diciendo que no sería feliz en mi matrimonio. -Lo siento, pero sabes que soy sincera contigo - Me dio un fuerte abrazo - Te quiero, amiga. -Yo también - Dije respondiendo a su abrazo - ¡Suerte! - Agregué cuando iba escaleras abajo, para arreglarse y quedar lo más bonita posible, en esa cita tenía que deslumbrar y sabía que lo haría. Volviendo a mí, me vestí rápidamente y me coloqué el maquillaje necesario para verme bien. Buscando mi crema favorita, encontré el anillo de compromiso que me había dado Diego, el segundo claro, y me lo puse. Vislumbré mi mano y no pude evitar pensar que se veía hermoso, pero no estaba segura de seguir viéndolo ahí.

Enamorarse en 15 dias~Niall & tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora