-Jack-
Corro por las calles del centro de Arendbridge . ¿Qué cómo entré aquí? Ni siquiera yo lo se. Suerte supongo. Eso es lo único en lo que una persona puede pensar cuando corres por las calles casi repletas de guardias con tan solo una capa negra cubriendo él cabello. Hay muchas preguntas en mi mente; ¿Quien hizo esto?, ¿Porqué lo hizo?, ¿De quien se protegen tanto? O, ¿Habra respuesta a estas interrogantes?. Solo se que soy Jack Frost; y que voy a salvar a mis amigos. Bueno, a casi todos. ¿Quien no puedo salvar? A Elsa. Supongo se fue de la ciudad, lo ultimo que supe, es que se fue, escapo, pero dejo sola a Anna, su propia hermana a su suerte. Nunca había conocido a alguien tan egoísta como ella, se fue para salvarse a sí misma, dejando aquí a sus "amigos". O esa es la imagen que tengo de ella.
De tanto ir pensando no me percate de que cruzaba por una calle abierta. Lo se ahora que me rodean de guardias.
-¿Quien eres?-. Me pregunta un guardia. ¿Ahora que hago?Piensa Frost, PIENSA!!!
-Amm, un vendedor ambulante-. Tonto. Agacho la cabeza.
-Un... ¿Vendedor ambulante?-. Pregunta otro guardia.
-Si!-. ¿Que porqué no vuelo? Fácil, me quitaron el cayado.
-No te creo. Ya muchacho, confiesa, amenos de que tú seas...
-Miren a Jack Frost!!!-. Grito. No creo que sean tan tontos como para...
-¿Donde?-. Y se van corriendo a buscar a Jack Frost.
-JAJA! TONTOS!. TAMBIEN TU CALVITO!!!.- Le grito a uno de los guardias sin cabello.
Los guardias se voltean y me ven. Por la emocion, mi capucha se habia caido, haciendome quedar descubierto.
Tonto.
Empiezo a correr lo mas rápidamente que mis piernas me permiten.
Cinco minutos después los pierdo.
Camino de reversa, vigilando que nadie venga; hasta que siento que me jalan a un callejón sin salida. Solo puedo decir una cosa:
Estoy muerto.
Me apuntan con una pistola. Si, estoy muerto.
Él viento sopla y hace que la capucha de la otra persona se deslize hacia atrás, dejando ver a...
-Elsa!!!-. Grito. Esta aquí, frente a mi, apuntándome con una pistola.
-Callate-. Me ordena susurrando.
Me callo, no porque me lo ordene, sino que estoy tan sorprendido que me provoca un nudo en la garganta.
-Elsa-
Se que al momento de irme, y dejar solos a los chicos, parecí muy egoísta, y lo se. Me acobarde en ese momento, y la culpa no me ah dejado de perseguir, pero ahora tengo responsabilidades, y las voy a cumplir.
Bajo la pistola. Jack solo me mira sorprendido. Y como no estarlo?
-Vámonos.- Le ordeno. Me doy la vuelta encontrándome con un muro.
-Alto alto alto,- me dice. Volteo a verlo.- ¿A caso esperas que te obedezca? Lo que a mi concierne, la ultima vez nos traicionaste. Nos dejaste sólos. Te largaste para salvarte.- empieza a alzar la voz. Trato de tranquilizarlo, pero solo alza mas la voz.- ¿Como quieres que me calme? Por TÚ culpa estamos aquí. Y si no...- Le tapo la boca
-Callate.-Se ollen pasos. Se escucha él metal chocando. Los guardias.- Vámonos. Y si no quieres seguir mis ordenes...- me subo al muro que separa las dos calles.- feliz muerte.
-No no no, espera.- suspira.- bien
-Sube.
Escala la pared y saltamos al otro lado. Corremos por los callejones y al fin logramos llegar al punto donde tenia que estar.
Se distrae y aprovecho la oportunidad y le coloco las esposas en las manos
-Hey!!!.- se da la vuelta y me sonríe cínicamente.- No cambiaste. No hacia falta tanta inteligencia para deducirlo.
-Guardias, a la cárcel, con los demás fugitivos.- le digo a un guardia fríamente. Él no dice nada y se lo lleva.
Lo ultimo que veo son los ojos de Jack. Una mezcla de rabia, angustia y decepción.
Me alejo del lugar y me dirijo al edificio central de la ciudad. Mi casa.
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The Fugitives. {Jelsa}
FanfictionArendbridge solía ser un lugar lleno de felicidad y armonía. Esta ciudad era regida por el rey Leonard Arendelle, y su esposa, la reina Edun Arendelle. Esta pareja de monarcas, tuvo a sus tres hijas, Thoth, la mayor; Elizabeth, la mediana; y la meno...