-Elsa-
-Tengo una mejor idea que quedarme aqui-. Le digo a Mía. Ella solo se limita a verme.
Camino hacia mi armario y entro cerrando la puerta tras de mi. Quito unas prendas de vestir y uno que otros pares de zapatos para encontrarme con una puerta deslizable y entrar en ella. Entro a otro armario, pero mas grande y amplio. Camino derecho hasta llegar a una pared, donde coloco mi mano y un rayo la examina para después dejar a la vista mi traje negro.
Lo tomo y lo pongo sobre la mesa de al lado. Me quito mi ropa quedándome en ropa interior y me coloco el traje de una pieza. Me pongo también un brazalete de plata completamente liso.
Es el mismo traje que traía puesto cuando encontré a Jack escapando de los guardias.
-wow, Elsa, ¿a donde vas?-. Me pregunta Mía apareciendo en un panel en la pared.
Encima me coloco una capa color café obscuro y unas botas negras.
Me hago una coleta alta y le digo a Mía:
-Ya veras.
(***)
Estamos en los muros que dividen a Arendbridge del mundo exterior.
De mi cinturon saco un gancho y apunto hacia la parte de arriba, donde éste se gancha e impulsándome hacia arriba paso del otro lado de los muros.
A partir de unos metros, mas allá, es bosque.
Después de un rato caminando llegamos a el lugar donde quería traer a Mía.
Una corriente de aire frío me da en la cara y la capucha de la capa se cae.
Saco mi celular y llamo a Mía.
-Wow-. Es todo lo que dice.
Le enseño a Mía un pequeño estanqué, rodeado de árboles y plantas. Todo cubierto por una delgada capa de nieve por el invierno y el estanque obviamente congelado.
Su cara se ilumina
-Es... es
-Si, aquí es Mía.
Mía y yo solíamos venir aquí cuando volvimos. Aquí me desahogaba con ella ayudándome. Tantos momentos de dolor, como de felicidad, están aquí.
-Dios mío-. Dice poniendo sus manos sobre su boca, tratando de retener lágrimas.- Elsa, me encantaría abrazarte ahora mismo. Pero no estoy ahí.
-Hey! Claro que si, estas aquí, quizá no de la manera que esperaríamos, pero es mejor a que no estés aquí, ¿no crees?
Ella suspira.
-Eso creo.
-Mira, aquí siguen nuestros "instrumentos"-. Le digo.
Corro hacia el hueco de un árbol y saco una sonaja hecha de madera que Mía había tallado y unas cascaras de bellotas que eran mis castañuelas.
-Dios!-. Exclama.- ¿Recuerdas la canción que cantábamos cuando veníamos aquí?
-Claro que la recuerdo!- Digo feliz.
-I remember tears streaming down your face,
When I said I'll never let you go.
When all those shadows almost killed your light,
I remember you said don't leave me here alone,
But all that's dead and gone and past tonight-. Canto.-Just close your eyes,
The sun is going down.
You'll be all right,
No one can hurt you now.
Come morning light,
You and I'll be safe and sound-. Canta Mía.Reímos un poco, recordando aquellos buenos momentos, buenos momentos en los que escapabamos de Arendbridge para venir aquí. Un día nos atraparon saliendo de la ciudad, por eso fui a los calabozos, y Mia se convirtió en sirvienta, y, bueno, ya saben lo que paso después.
-Eramos tan solo unas niñas...-
-Unas niñas de quince años que se escapaban para jugar como niñas de ocho años-. Interrumpo a Mía.
-Pero eramos felices.- Dice Mía sonriendome de lado.
-Si, supongo.
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Hola mis niñas, les ah gustado el capitulo?
Bueno, espero que les haya gustado este capitulo Elsa/ Mía.
Quise hacer que Mía salga un poco mas en el capítulo y... Ésto resulto.
Tranquilas, pronto empezara lo bueño :3
Solo les diré que algo va a pasar en el próximo capitulo, algo que va a cambiarlo todo.Y sin mas que decir, me despido.
PD: Lamento muchísimo la demora :(
Adiosito!
-Fernandiux
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The Fugitives. {Jelsa}
Fiksi PenggemarArendbridge solía ser un lugar lleno de felicidad y armonía. Esta ciudad era regida por el rey Leonard Arendelle, y su esposa, la reina Edun Arendelle. Esta pareja de monarcas, tuvo a sus tres hijas, Thoth, la mayor; Elizabeth, la mediana; y la meno...