Aviones de papeles rosas (NaLu) ©

Cap 6: Por nada...

✨Narra Lucy✨

Cuando amaneció. Sentía que algo me hacia falta, era... ¿Natsu? O ¿"el chico de los aviones de papeles rosas"? Y literalmente era Natsu.Ya que el no esta en la cama cuando nos fuimos a dormir, era muy flojo para pararse.Y ahora madruga. Sentía que mi casa estaba en África. ¿Por qué? Hacia mucho calor. (Tuvieron sexo salvaje sonámbulo xD ok no) abrí la ventana y me encontré con un... ¡Avión de papel rosa!

Esta ahí quieto, en la orilla de mi ventana. Estaba tan emocionada que casi me tropiezo. Pero así fue, me caí. Pero cuando lo tomé y lo desdoblé el avión decía...

«Rubia... lo siento si no te llego un avión ayer, es que tenía mucha prisa pero alguien se detuvo a conversar conmigo. Pero ahora que te escribo, me siento mejor que nunca.
Te ama tu
Chico de los aviones de
Papeles rosas <3»

Me sentí confundida...Y a la vez feliz, por fin supe algo de el.

—Y eso que no lo conozco—susurre para mi misma.

Me metí al baño. Estuve en la tina como unos cinco minutos, me puse mi ropa interior, una ramera rosa (o playera como se diga en otros países) con unos shorts azul marino, unas botas como de motociclista pero bajas y me deje el cabello suelto por que, todavía seguía húmedo. Me pinto los labios de un color rosa claro y me pongo mi perfume olor a vainilla y, me fui hacia mi gremio.

Cuando entró. Una enana se dirige hacia a mi y me dice:

—¡Lu-chan! ¿Por que siempre te tardas tanto? Aquí me tienes esperando...— dijo Levy haciendo como si fuera su novia.

—¡Lo siento! Es que me tome un baño de cinco minutos.—rió

—Lu-chan tu y tus baños largos.

—O-Oye... Levy-chan—dije entre sonrojos y algo apenada.

—¿Qué pasa Lu-chan?—pregunto.

—¿E-Esta Natsu aquí? Es que como se durmió en mi casa ayer, no lo vi en la mañana.—dije obviamente omití donde lo abrase mientras que estábamos durmiendo.

—Ya que lo mencionas. Lu-chan, vi a Natsu llegar pero... cuando llego, se encontró con Lisanna. En la barra y se fueron los dos juntos a no se dónde. ¿Por?—término de hablar Levy-chan.

—Por nada...—dije un poco decepcionada–, oye ¿quieres ir por unas malteadas?—le pregunte a Levy para cambiar de tema.

—¡Si, vamos!—. Caminamos mientras nos empezamos a reír. Y nos dirigíamos a la barra.