Un rayo de luz se cuela por las cortinas de mi habitación y hace que me despierte. Me levanto, cojo mi móvil y me dirijo a la ducha, pongo el reproductor en marcha y me meto dentro. Me paso más de media hora bajo el agua y me decido a salir cuando acaba una de mis canciones favoritas, Recuérdame de Pablo Alborán, no le conocía mucho, pero fue escuchar esa canción y enamorarme. Salí de la ducha, me sequé y me fui a mi habitación a vestirme. Me puse un vestido de media manga y unos botines. Me maquillé y fui hacia el salón. De repente sonó el móvil.
* Llamada telefónica *
- Sí?
- Lucía?
- Martín?- pregunté sorprendida.
- Sí, soy yo- dijo con una voz floja.
- ¿A qué se debe tu llamada?- pregunté.
- ¿Es que no puedo llamar a mi hermana pequeña para saber cómo está? Porque si es por ti ni sabría si sigues viva.
- Estoy bien Martín, con mucho trabajo pero bien ¿y tú?
- ¿Sigues enfadada aún? ¡No me seas cría Lucía!
- No quiero hablar de eso ahora Martín, eso es agua pasada.
- No es agua pasada cuando me contestas así.- replicó
- No quiero hablar con nadie Martín, bastante tengo ya, estoy muy agobiada.
- Lucía, voy para Madrid. - soltó de golpe.
- ¿Cómo? ¿Y eso?- pregunté asustada.
- Me ha salido una cosa del trabajo y me trasladan a Madrid.
- Anda qué bien.- dije con ironía.
- Tendremos que quedar para vernos ¿no? Qué menos siendo hermanos.
- No sé si podré, estoy muy ocupada.
- No te preocupes, tú haz un hueco y nos vemos. Te tengo que dejar, ya hablamos más adelante. Un beso.
* Colgó *
No sabía que acababa de pasar, sólo sabía que mi hermano mayor se me había acoplado en casa por toda la cara. Sigue siendo igual que siempre. Nunca cambiará.
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«Me buscabas justo cuando te encontré»
RomanceUn hecho inesperado hace que tu vida cambie