Subí a mi cuarto, cogí un pantalón de pijama a cuadros color naranja y blanco, cogí una básica blanca de manga corta y fui a ducharme.
Cogí el Iphone y puse el reproductor de música en marcha, entré en la ducha y a los 10 minutos salí.
Me sequé el pelo y el cuerpo y salí del cuarto de baño. Bajando por las escaleras vi que Martín se había quedado dormido viendo la tele, me acerqué y apagué la tele.
- Oye, que la estoy viendo..- dijo medio dormido.
- Sí claro, anda.. sigue durmiendo.- dije mientras apagaba la tele.
Le puse una manta encima y se volvió a quedar dormido. Yo me tumbé a su lado, y apoyando la cabeza en su hombro me quedé dormida.
Me desperté, vi que Martín seguía durmiendo, miré el reloj, eran las 10:30 de la noche. Tenía hambre, así que muy despacio, intentando que Martín no se despertara fui a ver si había algo en la nevera. Nada. Había dos yogures de chocolate y un paquete de galletas. Fui a pedir algo de comida, cuando Martín me elevó por los aires.
- ¡Martín!.- dije mientras me dejaba en el suelo.
- Qué bien he dormidohermanita, ese sofá tuyo es una maravilla.- dijo estirándose.
- Eso será de lo cansado que estabas.- dije guiñándole un ojo.
- ¿Y qué hacías?.- dijo sentándose en una silla de la cocina.
- Me muero de hambre, he ido a comer algo pero no hay nada, se me ha olvidado hacer la compra. Voy a pedir algo de comer ¿quieres?.- le dije.
- Sí por favor, yo también me muero de hambre.
- ¿Pizzería, Chino, Mejicano?.- dije esperando una respuesta.
- ¡Chino!.- dijo saltando de la silla.
- Vale.- reí- ¿te gusta todo?
- Sí, pide lo que quieras.- dijo cogiendo un vaso de agua.
Pedí unos rollitos de primavera, tallarines y arroz tres delicias. A los 5 minutos ya lo habían traído. Le pagué al repartidor, pusimos la mesa y nos sentamos a comer.
Durante la comida no hablamos a penas, estuvimos mirando la tele, a mi hermano le interesaba un programa y no quise molestarle.
Acabé de cenar y dejé mi plato en el lavavajillas. Martín se levantó detrás de mí e hizo lo mismo. Quitamos la mesa y nos fuimos a dormir. Me iba ya para mi habitación cuando Martín me cogió del brazo impidiendo que entrara.
- Buenas noches Lucía, gracias por lo que estás haciendo por mí a pesar de lo que pasó, te quiero.
-Buenas noches petardo, eres mi hermano y te quiero más de lo que piensas, descansa feo.
Nos dimos un abrazo y nos fuimos a nuestras habitaciones.
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«Me buscabas justo cuando te encontré»
RomantizmUn hecho inesperado hace que tu vida cambie