Guardé mi móvil en el bolso y me fui del bar. Cogí el coche y volví a casa. Faltando 2 minutos para llegar a casa, el móvil me sonó. Vi que era Martín y lo dejé sonar. Llegué al porche de casa, aparqué el coche y para mi sorpresa ahí estaba Martín, con un montón de maletas y apoyado en su coche. Bajé y al verme corrió hacia mí.
- ¿Se puede saber donde tienes el móvil?- me preguntó mientras me ayudaba con las bolsas.
- Ya puedo yo solita, gracias.- dije rechazando su ayuda.
- Lucía, por favor, hablemos, lo necesito.- dijo poniendo cara de niño pequeño.
- ¿De qué quieres que hablemos? Está todo claro Martín.- dije entrando en casa.
Escuché a Martín correr y entrar en el recibidor, yo mientras ponía la compra en su sitio.
- Lucía por favor, estamos los dos solos, no podemos seguir así joder.- dijo siguiéndome allá por donde iba.
- Martín, que sólo me quieres para tu interés, que para eso me tienes. Y me niego.- dije.
- ¡Lucía para ya!.- dijo mientras me cogía de los brazos.
- Vale Martín, siéntate en el sofá y hablamos.
- Al fin, gracias.- dijo aliviado.
Cogí dos cocacolas, dos vasos y los puse encima de la mesita del comedor, Martín se levantó y se sirvió.
-Adelante Martín ¿qué tienes que decirme?.- le pregunté.
- No podemos seguir así Lucía, llevamos más de 3 años sin hablarnos y somos hermanos joder. Quiero que todo vuelva a ser como antes, tenernos los dos para todo.
Escuché sus palabras y me ablandé.
- Martín, yo tampoco quiero seguir así, pero entiende que lo que hiciste no me sentó bien.
- ¿Lo que hice yo?
- No me jodas Martín que no te acuerdas.
- Pues no la verdad.- dijo rascándose la cabeza intentando acordarse.
- ¡Martín joder! ¡Que si no llega a ser por Marta no me llego a enterar de que mamá está muerta!
- ¿Y qué querías que hiciera? ¡Tenías 16 años Lucía! ¡no sabía que hacer!
Me eché allorar como una niña pequeña. Sentí como Martín me abrazaba y me calmaba, siempre lo hacía así, desde que éramos muy pequeños. Me levantó la cabeza y me secó las lágrimas.
- No quiero que sigamos así Lucía, quiero que todo esto pase y todo vuelva a ser como antes, por favor, perdóname.- dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
- Perdonado Martín, yo también quiero que todo vuelva a ser como antes.- dije mientras nos abrazábamos.
Los dos empezamos a llorar desconsoladamente y nos abrazamos de nuevo. Sentí que mi hermano y yo estábamos juntos de nuevo y eso me reconfortaba.
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«Me buscabas justo cuando te encontré»
RomanceUn hecho inesperado hace que tu vida cambie