Capítulo 10 - ¿Pablo Alborán, enserio?

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Convencí  a Martín de que me encontraba bien y me dejó levantarme de la cama. Miré el reloj, mierda, mierda, mierda, llegaba tarde a la "quedada" con Marco. Al minuto me vibró el móvil, era un whatsapp de él. Se había levantado tarde y se tenía que preparar.

- Me he levantado tarde, retrasamos la hora a las 12. Hasta luego.

- Ok.- contesté borde.

Dejé el móvil, cogí unos pantalones negros, una sudadera gris y unas converse blancas. Fui a ducharme. Tardé unos 7 minutos. Salí de la ducha, me sequé y me vestí. Mientas salía del baño escuché a Martín hablar con alguien por teléfono, y como no, me puse a escuchar.

- Hoy no puedo quedar Bea, ya tengo otros planes. - ¿Y no podemos quedar otro día? hoy no puedo, lo siento. Está bien, mañana a las 5. ¿Dónde quedamos? tranquila, yo paso a recogerte. Yo también tengo ganas de verte. Hasta mañana. Un beso.

Colgó el móvil mientras yo bajaba por las escaleras, no se dio cuenta hasta que se giró.

- ¿Ya has acabado? ¿qué pronto no?

- Joder, la ducha no tiene que durar más ¿no?.- dije riéndome.

- No sé, yo duro bastante entre pelo y mierdas- dijo abriendo la nevera- ¿qué hay para desayunar?

- Ayer compré bastantes cosas, crepes, tortitas, tostadas, zumo, café.. búscalo-dije guiñándole un ojo.

- Voy a hacer tostadas con mantequilla y mermelada, que hoy me he levantado con hambre.

- Yo preparo el café mientras.

- Perfecto.

Preparamos el desayuno y nos sentamos a la mesa. Martín enchufó la tele y yo se la apagué.

-¿Qué haces?- dijo intentando quitarme el mando.

- Vamos a hablar tú y yo.

- ¿Sobre qué?- dijo mientras bebía café

- ¿Tienes novia?

- ¿Yo? ¿qué dices?- dijo como si no supiera de lo que estaba hablando.

- ¿Ah no? ¿Y la llamada de antes? ¿Bea se llamaba no?

- ¿Me has espiado?- dijo empezando a cabrearse.

- Estaba saliendo del baño cuando estabas hablando con ella, no te he espiado aposta.

- No es mi novia, es una amiga de la uni- dijo poniéndose rojo.

- Anda.. como que una amiga de la uni....- me reí.

- ¿De qué te ríes? ¿y tú no has quedado con Marco? ¡ que llegas tarde!.- dijo cambiando de tema.

- No me cambies de tema, y he quedado con él a las 12 al final porque se ha dormido.

- Bueno, en fin ¿y qué vas a decirle?

- ¿Y yo que sé? si no sé ni para que quiere que hablemos, estoy bastante nerviosa debido a eso.

- Tranquila que no va a pasar nada. Ey, por cierto, son las 11:45.

- Me voy ya para allá, recoge tu la mesa porfa.- dije cogiendo las llaves y el móvil.

- Sí, tranquila, y de tu amiga no te preocupes.- dijo riéndose.

- Gracias, otra vez.

Le di un beso y salí fuera. Cogí el coche y fui de camino a Callao. Encendí la radio y ahí estaba Marc López poniendo a Pablo Alborán. Subí el volumen y me concentré en la carretera. Cuando me di cuenta ya estaba en Callao, aparqué y fui hacia un parque que había al lado. 

Cogí el móvil y le escribí un whatsapp a Marco.

- He llegado a Callao hace 2 minutos y he venido al parque de al lado. Si no me ves búscame en el parque.

A los 3 minutos me contestó.

- Ok. Ya estoy de camino princesa.

Le dejé en visto y guardé el móvil. ¿Princesa? ¿de verdad? ¿llama princesas a todas con las que está? de él me esperaba eso y más. 

Fui a coger el móvil para ponerme un poco de música cuando unas manos taparon mis ojos e hicieron que me asustara.

- ¿Quién soy?

Le quité las manos con muy mala gana y le miré. Ahí estaba. Marco Martínez. 1'90 de altura y una cara de chulo que rebotaba.

- Lucía, por favor ¿no podemos arreglar esto? - dijo mientras se sentaba.

- ¿Qué es esto?

- Lo nuestro, mi niña.- dijo tocándome las manos.

- No me vuelvas a llamar así ¿te queda claro? y no me toques.

- Estoy intentando arreglar lo nuestro joder ¿tanto te cuesta decir que sí?

- ¡Lo nuestro está en la mierda Marco! ¿Y sabes porqué? ¡Por que te tiraste a tu amiga cuando yo confiaba plenamente en ti!

- ¡Joder Lucía! eso fue un descuido, te lo he repetido cien mil veces.

- Un descuido que ha roto la confianza que te tenía, ha roto lo que sentía por ti, lo ha roto todo.

- Eres una niñata, una completa niña de 5 años que piensa solamente en ella. Piensa en nosotros por una vez en tu puta vida.

- ¡Que no hay un nosotros! Y además que a mí no me hables así. Esto se ha terminado. No vuelvas a dirigirme la palabra ni a escribirme ni un mísero whatsapp. ¡Vete a la mierda!

Salí de allí corriendo y llorando, cuando de repente me choqué con alguien y caí al suelo.

- Perdone señor, soy una completa idiota.

- Perdóname tú a mi, no miraba por donde iba.

- No se preocupe de verdad, yo he tenido la culpa.- dije levantándome

Cuando me levanté no creía lo que mis ojos estaban viendo, el chico con el que me había chocado era Pablo Alborán. 

- No puede ser, Pablo Moreno de Alborán.- dije llevándome las manos a la boca.

- Eres la primera que dice mi nombre completo y no "Pablo Alborán".- dijo riendo.

Qué sonrisa más bonita tenía, era tan irreal que lo tuviera enfrente.

- Perdona por esto, no..- empecé a llorar.

- ¿Por qué lloras? dijo acariciándome el brazo.

- No es por nada interesante, de verdad, no te preocupes.

De repente llegó corriendo Marco y me empujó, caí al suelo y oí como me dijo 

- Te arrepentirás por todo esto, eres una puta a la que no quiero volver a ver en mi vida.'

Salió corriendo y Pablo me ayudó a levantarme. Me miró y me secó las lágrimas con sus dedos.

- ¿Quién era ese? 

- Mi ex novio- dije y rompí a llorar.

- No llores preciosa, ese imbécil no merece tus lágrimas.- dijo volviendo a pasar sus dedos por mi cara.

- Perdona por este numerito, de verdad..

- No tienes porqué pedirme disculpas..- dijo intentado adivinar mi nombre.

- Lucía, me llamo Lucía.- dije con una sonrisa.

- ¿Ves? eso está mejor.- dijo- Pues Lucía, ¿te parece que vayamos a tomar algo y me explicas el porqué de todo esto?

- Ay Pablo, no quiero molestarte con mis problemas, mejor me voy a casa.

- No me molestas, de verdad, si puedo ayudar lo haré. Vamos, conozco un bar cercano.

- Está bien- dije sonriendo.

Mi día había cambiado de mal a genial, como podía ser que de un momento a otro apareciera Pablo Alborán e hiciera que no llorara más. Era un chico increíble.





«Me buscabas justo cuando te encontré»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora