PETIT SUISSE (Yaoi/Gay)

Único

[Narra Peio]

No puedo ni quiero mantener su mirada, alejándome de él a pasos agigantados. Solo pude recoger mis cosas y salir prácticamente corriendo de aquel lugar.

(Peio)-Bien, ahora...ahora ¿qué?-las lágrimas nublaron mi visión, al mismo tiempo que mi cuerpo cedió dejándome en el suelo.

Dolía, sabía que estaba acabado. Josu no era uno más, no podría olvidarle o sustituirlo con otro.

Yo mismo había comprobado que aquella gilipollez de "un clavo saca otro clavo" no llegaba más lejos de ser una gran mentira, una que te hundía más.

"Tienes que recuperarlo, o estarás jodido"

Pero no podía hacer nada, habíamos dicho cosas demasiado horribles, las cuales no se borrarían con una disculpa. Debía demostrarle cuan equivocado estaba, y enfrentarme a Aitor. Pasara lo que pasara, para poder seguir con él.

Más cuerdo, pude sentir como mi móvil sonaba, intenté cogerlo pero ver aquel nombre en la pantalla me bloqueó.

Aun no Josu, no puedo lo siento. Y es que sus palabras retumbaban en mis oídos todavía, haciéndome estremecer por el frío que arrojó a mi corazón.

Tocaron al timbre, haciendo pegar un bote y sacándome de mis pensamientos. Pude ver fugazmente mi reflejo en el espejo antes de abrir, me veía horriblemente mal. Tenía un lado bueno, quien viniera a molestar se iría rápido.

(Peio)-¿Qué haces aquí?-el asombro me hizo reaccionar más despacio de lo que debía, aprovechando este para entrar en mi casa.

(Aitor)-Lo siento-¿una disculpa? ¿Estaba de bromas?-no quería que os pasara eso, bueno sí pero me arrepiento-no iba a creerlo, parecía sincero aun así...

[Narra Aitor]

Todo había salido mejor de lo preví, aunque que Peio reaccionara tan mal no sé si me lo hubiera esperado. Fue fácil seguirle sin que se enterara por su nefasto estado emocional. El cual me convenía de sobremanera. Gracias a eso y su asombro puedo entrar en su casa con facilidad. Definitivamente, tenía un aspecto horrible, y follable.

(Aitor)-Lo siento-intenté hablar lo más sincero que pude-no quería que os pasara eso, bueno sí pero me arrepiento-¿arrepentirme? Lo volvería hacer si con ello conseguía tenerle gimiendo por mí.

Podía notar como mis palabras no lograban el efecto deseado y decidí pasar al plan B, suplicar un poco más.

(Aitor)-¡Joder! Lo siento de verdad-saqué una pulsera de cuero de mi mochila la cual puse en su muñeca, notando como se estremecía con nuestro contacto- acepta aunque sea mis disculpas-este aparto su mano pero asentir levemente.

(Peio)-De acuerdo, pero ahora vete-se notaba a lenguas que no estaba bien, el Peio que conozco me hubiera dejado claro su odio en cuatro palabras y echado a patadas. Este era un dócil pajarito perdido y sin rumbo.

(Aitor)-No eres capaz ni de mandarme a la mierda, no te voy a dejar solo así-mi vista recorrió descaradamente su cuerpo.

(Peio)-Aún puedo romperte la nariz y seguir con ánimo para hacer lo mismo con cada hueso que te forma-hasta un niño de tres años hubiera notado su nerviosismo, cómo su fuerza y confianza decidían dejarla al igual que Josu.

(Aitor)-Sí, sí, eres un chico muy malo. Ahora tráeme algo de beber, y deja de fingir a mi no me engañas cariño- su mirada se clavó en mí, pero no sacaría nada en claro.