Supongo que todos habéis oído hablar de Nunca Jamás, ese reino fantástico creado por James Matthew Barrie. Pero, ¿y si os digo que ese lugar es real y que allí transcurre la primera de nuestras historias?
Algo se perdió entre los papeles de Barrie. Algo que no aparece en la obra. Y es que, cuenta la leyenda que en el reino de Nunca Jamás existe un ente capaz de acabar con cualquier poder del reino.
Y, ahora que el pergamino con esa información ha sido descubierto; piratas y niños perdidos se pelearán por conseguir su apoyo y lo que eso significa: el poder de gobernar Nunca Jamás.
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- ¡Todo a babor! -gritó el capitán garfio - ¡Vamos, sucios bastardos, ella nos espera!
Según los últimos descubrimientos de su vigía, y desde ahora investigador de la misión, Otto; el Ente se encontraba escondido en el lago de las sirenas, viviendo como una de ellas sin saber lo que es y lo que eso supone.
- ¡Tierra a la vista, capitán! -gritó Otto al vislumbrar esos pedazos de Roca que asomaban de entre el gélido mar.
Tras el desembarco, un grupo formado por siete piratas se dirigieron hacia el lago.
A la cabeza iba James Garfio, ese temido capitán de un largo pelo negro y rizado; con un garfio como arma tras la pérdida de su mano por culpa de ese niño... Peter Pan.
Le seguía Smee, un gracioso y bajito piratilla de pelo blanco. Su mano derecha.
Y al final estaba Otto, un muchacho de pelo negro y ojos castaños. Un pirata nacido en el barco, condenado a esa vida desde antes de su nacimiento.
Cuando llegaron al lago, los estúpidos de los niños perdidos ya estaban allí. Al parecer, Peter sabía de la existencia del pergamino y había llegado a la misma conclusión que ellos. Pero James no permitiría que ganara. Esta vez no.
Con una seña de su mano buena, le indicó a su tripulación que cogieran la red y treparan a los árboles para secuestrar al Ente en cuanto los niños le descubrieran.
- Así que debemos cantar -dijo James a una de las sirenas.
Ella asintió.
- Sólo así demostraréis la pureza de vuestro corazón y os entregaremos a Africa.
Peter se aclaró la garganta.
« Es increíble que ese mocoso vaya a cantar » pensó Garfio.
Tras una serie de berridos que le parecieron eternos, al fin los niños perdidos terminaron su canción; y de entre las aguas salió la sirena más bella que Garfio había visto nunca.
Al grito de "¡Adelante, vasallos!" los piratas se deslizaron por las lianas y cogieron al ente frente a las atónitas miradas de los niños.
La sirena que les había recibido se lanzó contra Smee e intentó morderle. Otto la sujetó con fuerza y le puso un saco en la cabeza y unas cadenas, al igual que ya había hecho con África.
Después, los piratas desaparecieron tan rápido como habían llegado y cogieron los botes oara regresar al barco.
Allí, le quitaron el saco a la sirena, la que había intentado morder a Smee. Otto se acercó.
- ¡Vaya, pero que tenemos aquí! Deberías morir por lo que has hecho.
- Debería, y lo hará -espetó garfio, que con un golpe seco de espada apuñaló a la joven.
Un grito ahogado salió de África, lo que hizo reír a la tripulación.
Otto apuntó su espada al cuello de la joven con respiración agitada y le quitó el saco.
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Amor entre Eras
Genç KurguDicen que las almas están unidas de por vida. Dicen, que si estáis destinados a estar juntos, lo estaréis en toda vuestras vidas. ¿Será eso cierto? ¿Serán Otto y África almas gemelas?