Marzo 7, 2010.
Domingo:
Despierto, no sé si ya era medio día, sentía con un dolor de cabeza fuerte, tenía media sábana tapándome el cuerpo desnudo. No recuerdo cuando me dormí pero recuerdo cada caricia que él me dio, cada susurro que penetraba mi alma y me hacía sentir como si nada existiese, nada.
Abrazo las sábanas mirando al vacio, olía a su perfume 212 de Carolina Herrera y me sentía jodidamente sólo. Analizo las pocas casi inexistentes cosas que tenía que hacer hoy.
Terminar el jodido trabajo de Literatura.
Tomo una ducha rápida y como cualquier cosa, no quiero hacer nada pero termino el trabajo imitando un poco la caligrafía pésima de Zayn. Me es duro ya que la mía es muy practicada y delicada pero trato. Si los sábados son una tortura los domingos son la peor cosa del mundo. No hago nada, como y suelo deprimirme demasiado, y hoy no es una excepción.
"Yo estoy... Aquí" repite mi mente cada cinco segundos, sigo sin creer que él me consolara y terminara acostándose conmigo en la madrugada, ¿Qué siente por mí? Debe ser que estaba demasiado adormecido para darse cuenta de lo que decía. Igual, alguien debe de estar muy loco como para que se enamoren de mí, deben de estar dementes, demasiado.
Tengo puesta una sudadera pero no tengo camisa por el frío que dejó la tempestad de ayer, me gusta el frío porque siempre necesitas algo caliente para regularlo, pero no me gusta las cosas calientes, en fin.
Afuera hay demasiado alboroto porque al parecer tengo nuevos vecinos, igual es una de las cosas más irrelevantes que ha pasado en el día, bueno sin contar el chico que está ayudando,que tiene buena pinta, pero curiosamente no me atrae demasiado.
No tanto, comparado con Zayn.
Doy pasitos recorriendo mi cuarto, está un poco desorganizado pero no me importa. Paro en un espejo que tengo desde hace muchísimo tiempo, es de pared completa, hay una pequeña parte que me obliga a mirarme en él, a juzgarme.
Me paro en frente, estoy demasiado pálido y flaco, tengo cicatrices en la parte posterior del pecho, y en el abdomen. Me veo tan horrible que me atemoriza. ¿Cómo alguien como Zayn podría ver algo atractivo o por lo menos follable en mí? Ahora descubro algo, "Era curiosidad, que todos tenemos, curiosidad". Así me utilizan, por curiosidad y nada más. ¿Acaso esperabas algo, idiota? Una voz me dice que no, que siempre quise serle importante a alguien más, ser importante.
Nunca.
Rompo el espejo de unos puñetazos, los cristales caen en pedazos peligrosos, me cortan las manos y los brazos pero me obligo a no sentir nada, sangran demasiado, y los cortes llegan hasta mis piernas... Mis pies. Voy a mi cama y mi mente planea algo "Moriré desangrado, como los mejores escritores... Se suicidan".
Me empiezo a marear y mis sábanas están manchadas de sangre, empuño mis manos y me muerdo el labio arqueando la espalda. "Me quiero ahogar con mi propia sangre, prefiero salirme de este mundo de mierda".
Lo último que recuerdo es mi mano ensangrentada acariciandome el pecho.