Capítulo 7

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Antes de que pudiera reaccionar, tenía los labios de Frankie pegados a los míos. Fruncí el ceño y me aparté con todo mi pesar.

-¿Qué haces?- Le pregunté sin entender absolutamente nada.


-¿Ahora me vas dejar hablar?- Alzó sus cejas mirándome. -No me acuerdo de aquella noche. No de la que pasé contigo, de esa recuerdo todo. Si no de la que pasé con... Ese.- Mi cara cambió por completo.


-¿Te acuerdas de... Aquella noche?- Fue lo único que con lo que me había quedado de todo lo que había hablado.-Lo recuerdo todo, Max. No te lo dije por miedo. Tenía miedo, . Y cuando en el aeropuerto te dije que te quería, era porque lo sentía realmente. No quería que te fueras. Te sigo queriendo, Max. A pesar de todo, de tu cambio, de tu frialdad conmigo por los mensajes... De todo. Te quiero, Max.- Soltó Frankie.


Y sin pensarlo dos veces, me abalancé sobre sus labios. Pasé una mano por su cuello lentamente y la otra por su cintura mientras ella me iba rodeando con sus manos mi cintura. Cuando el aire comenzó a faltar, me separé. Pegué mi frente a la de ella y mordí mi labio. Miré a ambos lados y ahora era Alia quien nos miraba con la boca abierta.


-¿Quieres una foto?- Le solté secamente.


-Estoy fumándome mi cigarro, gilipollas.- Me soltó.


Rodé los ojos y me aparté de donde ella estaba. Me fui a donde nadie pudiera vernos para volver a besarla después. La apoyé contra la pared mientras lo besos iban siendo con más intensidad...No sabía cuanto tiempo había pasado exactamente, pero, los chicos ya deberían de haberse dado cuenta de que estábamos tardando demasiado. Metí mi camiseta dentro de los pantalones y subí la cremallera de ellos finalizando al abrochar el botón que había en él.


-Frankie, lo que ha pasado, no puedes contárselo a Peter. No quiero cachondeos mientras estoy aquí.- Pasé la mano por mi pelo para colocarlo bien.


-Van a preguntar mucho, lo sabes de sobra...- Se bajó su vestido y se lo colocó.


-Entra tú primero, con cara de mala ostia.- Observé su cara de pocos amigos y aguanté la risa. -¡Esa! Así todos pensarán que hemos discutido muy fuerte.- Me encogí de hombros. -Si quieres entro yo primero...- Le faltó tiempo para asentir. -Pues nos vemos dentro...- Susurré dejándole un suave beso en sus labios.


Caminé poniendo la peor cara que tenía y entré allí. Ahora era el centro de atención, pero por la cara que llevaba, ninguno de los presentes eran capaces de preguntar que era lo que había pasado. Jennifer, Nicole, Hugo, Erica, Stephanie y Amelia, ya sabían lo que había pasado. Volví a mi asiento y Nicole pasó una de sus manos por mi espalda.-Max, ahora nos emborrachamos. Aquí tienen todos carnet y Nicole no bebe...- Soltó sin más Peter.Justo en ese momento, apareció Frankie con la cabeza agachada y haciendo como que se quitaba las lágrimas.


-Lo siento, pero no tengo ganas de salir...- El plan que tenía en mi cabeza era mucho mejor que salir. Todas las chicas tenían la mirada clavada en Frankie y ella, simplemente, asintió bajando la cabeza. La jugada estaba saliendo demasiado bien.


-Voy a irme a casa, a descansar. Ha sido un día largo... Entre el viaje, la llegada inesperada de Abbie y Ariadna y las noticias... Prefiero ir a descansar. Otro día iremos, Peter...- Lo miré poniendo cara de pena.


-Está bien, está bien...- Rodó los ojos Peter. -Gracias.-


Al poco tiempo, pedimos la cuenta y pagamos entre todos.-Si me podéis dejar en casa, mucho mejor...- Me acerqué a Peter.

-Vale...- Pasó su brazo por mi hombro.


-Peter, yo he traído mi coche y hay dos asientos. Cabéis tú y Nicole. Frankie cabe en el de Hugo que tiene también.- Comentó Stephanie antes de que organizáramos el coche. Cogí las llaves y me despedí de cada uno de ellos exceptuando a Frankie.


-Perdonad, chicos, en serio...- Me disculpé bajando la cabeza. -No ha sido un buen día.-


Joder, la jugada me estaba saliendo demasiado bien. Frankie estaba metida en su papel constantemente y los demás se lo estaban creyendo. Cogí las llaves del Peugeot de Peter y lo abrí. Cogí mi móvil y le mandé un mensaje a Frankie. "Nos vemos en casa de Peter cuando todos se hayan ido." Arranqué el coche y conduje hasta la casa de mi amigo. Frankie no tardó ni cinco minutos en responder un "Vale" a mi mensaje. Aparqué el coche justo donde lo habíamos dejado cuando llegamos de aeropuerto. Apagué el motor, cerré el coche y caminé hasta la cancela. La abrí y entré en la casa dejando a un lado las llaves. Mientras lo hacía, saqué la camisa de los pantalones conforme iba desabrochando los botones de ella. Me quité los zapatos, y en ese momento, el timbre sonó. Ladeé una sonrisa y fui a abrir la cancela descalzo y con la camisa desabrochada.


-Te ha faltado tiempo para llegar...- Cerré la puerta una vez que entró.


-Pues me habían dejado en casa y he venido andando. Se supone que debería haber tardado más, ¿no?- Sonrió entrando en la casa.


-Estamos solos.- Susurré pegándome a ella por detrás mientras pasaba mis brazos por su cintura y rozaba mis labios por su cuello.


-Eso me gusta.- Sonrió echando su cuello hacia el otro lado mientras pasaba sus manos por encima de mis brazos.Subí lentamente por su cuello hasta llegar a su oreja, donde, nada más rozarla, un ligero gemido salió de su garganta. Sonreí y agarré su mano para subir las escaleras y llevarla a mi habitación. Cuando entramos, agarró mi cuello mientras cerró la puerta de un ligero portazo. Avanzó a ciegas hacia delante mientras yo lo hacia para atrás. Colocó una de sus manos sobre mi pecho y me dejó caer en la cama para luego colocarse ella sobre a horcajadas. Sonreí mordiendo mi labio hasta que de nuevo colocó sus labios sobre los míos. Poco a poco, el calor que había en aquella habitación, fue aumentando. La habitación estaba completamente a oscuras.


-Voy a poner el aire. Espera.- Tanteé en la mesita y agarré el mando. Lo encendí para dejar caer el mando cuando noté la lengua de Frankie, pasar por todo mi cuerpo. Colé la mano dentro de su vestido poco a poco con una sonrisa que no podía percibir.


-C'mon, Helena...- Susurré. Frankie se retiró rápidamente de mi cuello y se quedó sentada sobre mi. Bastó eso, para saber que la había cagado pero bien.


Todo lo que somos son balas.{CAPDB#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora