Capítulo 10

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Helena intentaba entender que mierda me pasaba cuando alguien llorando empezó a escucharse. Conocía perfectamente esa voz, ese llanto.. Lo conocía sobrado. Al escucharla llorar a ella, más lloraba yo.

-What happened? (¿Qué pasó?)- Preguntó Helena. -Are you ok? (¿Estás bien?)-

-Yes. Now, go out, please. I need to stay alone. (sí. Ahora, fuera, por favor. Necesito estar solo.)- Le respondí.

-Ok...- Frunció el ceño Helena.

Me resultó realmente muy raro que se conformara sin más. Siempre, de alguna manera u otra terminaba encima de mi gimiendo. Helena salió de mi habitación, y cuando lo hizo, cerró la puerta. Lo agradecí muchísimo, pero no podía quedarme allí en casa escuchando el llanto de Frankie mientras Peter intentaba consolarla. A los pocos segundos, la voz de Helena se escuchó en el salón y eso hizo que Frankie estuviera contestando borde a cada cosa que Helena le decía. Llegó el punto en el que exploté. Salí de la habitación y me dirigí hacía el cuarto de baño donde abrí la ducha con el agua fría. Me quité toda la ropa que llevaba y, sin pensarlo dos veces, me metí debajo de la ducha. Al ser verano, no estaba fría el agua, es más, estaba caliente como si el termo estuviera puesto.

Después de un largo tiempo con el agua cayendo por todo mi cuerpo, enredé la toalla en mi cuerpo y comencé a secarme. Me coloqué los calzoncillos, los pantalones piratas y una camiseta de MCR que había cogido de mi armario. Pasé la mano por mi pelo, lo eché hacia un lado y me coloqué la camiseta lo mejor que pude. Salí de aquella habitación para dirigirme a la mía y coger unos zapatos y unos calcetines. Me los coloqué y bajé las escaleras algo más rápido de como solía bajarlas siempre. Cogí las llaves y abrí la puerta.

-Me voy. No sé cuando voy a volver.- Y cerré.

Peter le tradujo a Helena pero, cuando la puerta de la casa se abría yo estaba volviendo la esquina y ya ella no podía verme. Metí las manos en los bolsillos y caminé con la cabeza baja. Sin rumbo. Tan solo recordaba momentos que había pasado con Frankie. Suficiente motivo para que mi cuerpo dejara salir alguna que otra lágrima.

-Eh, tú...- Se escuchó una voz por detrás. -Espérate, maricón. Es contigo, no te hagas el tonto...- Mi respiración se aceleró completamente y mi mandíbula se tensó rápido. -¿No te he dicho que te esperes?- Noté como alguien tiraba de mi camisa haciendo que me detuviera completamente.

No sabía qué hacer en ese momento. El corazón se me iba a salir del pecho mientras miraba al frente esperando que alguien apareciera y me salvara de aquella situación.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2016 ⏰

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Todo lo que somos son balas.{CAPDB#2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora